Había sido lo más humillante que le había pasado en la vida, la tontería de la farmacia la prefería mil veces a ser esposado frente a aquel hospital con la atenta mirada de todos esos desconocidos sobre su persona, pero lo que más le dolió fue ver a Deku llorando de aquella forma mientras suplicaba que no se lo llevaran.
Se sentía como una mierda, le había causado más dolor a aquel adorable muchacho y algo así solo lo mortificaba enormemente. Se suponía que ese día debía ser perfecto, que él haría tantos recuerdos hermosos con el pecoso que olvidarían la inminente partida, pero miren como resultó todo, un ataque, una ida al hospital y como cereza del pastel él era arrestado.
Ahora estaba sentado en aquel cuarto de interrogatorio, esposado a la mesa, sintiéndose como una basura y preocupado no solo por lo que iba a pasar, sino también por cómo se encontraría su novio.
-Así que tú atacaste a aquel muchacho y no al revés como les dijiste a los oficiales que acudieron al centro comercial, te puedo decir que casi nos convences. -Bakugo frunció el ceño al escuchar aquello. "Así que por aquí va la cosa, el idiota inventó alguna versión de porquería. Ese hijo de puta", gruñó mentalmente el rubio cenizo -. Es más que obvio, él está lleno de moretones y tú solo tienes un par de cortaduras.
"Tienes que estar bromeando viejo de mierda, es que no vez que el imbécil me rajó el brazo con su navaja", pensó Katsuki, por primera vez quiso ser prudente y mantener sus palabras groseras para sí mismo, en aquella situación no era buena idea sacar su mal carácter a relucir.
-El joven Kimura nos contó todo lo que pasó, como lo atacaste mientras estaba desprevenido y lo amenazaste con aquella navaja, que suerte que él pudiera desarmarte. Hiciste todo eso solo porque supuestamente él le veía el trasero al otro chico. -El policía hizo una mueca de desagrado y Bakugo se dio cuenta de que estaba perdido. "Un oficial homofóbico, odio mi puta suerte", pensó con desgano el rubio -. Solo necesito que me des una confesión y listo, no me hagas más difícil el trabajo, quiero irme a casa pronto -concluyó el hombre deslizando una libreta y un lapicero hacia el aspirante a héroe.
Esa fue la gota que derramó el vaso. ¿En serio le iba a creer a aquel imbécil y ni siquiera le preguntaría su versión de la historia? Homofóbicos de mierda ya los odiaba a todos y a sus ridículos prejuicios.
-Mi cliente no escribirá nada. -En la sala entró una joven de cabello largo color rojo cobrizo, obviamente teñido, llevaba puesto un sencillo vestido color azul de falda tuvo que le llegaba a las rodillas y unos zapatos cerrados de tacón bajo color negro.
-¿Usted quién es? -preguntó el oficial fastidiado, él solo quería terminar con todo eso e irse a casa.
-Soy Kasumi Yoshida, abogada del joven Hanada -dijo la mujer tomando asiento al lado de Bakugo -Si me lo permite quiero unos minutos a solas con mi cliente.
El oficial a regañadientes se retiró dejándolos solos. Cuando la puerta se cerró la joven mujer miró a Katsuki y le sonrió.
-¿De dónde mierdas saliste?-preguntó el rubio con un tono de irritación. ¿Cómo un joven tan poco amable era pareja de aquella mota llena de amor? La abogada no lo sabía.
-Tu encantador novio me contrató, también me contó todo lo que él sabía, pero aún necesito que me cuentes el resto de la historia -dijo la mujer con calma.
-¿Deku está bien? ¿Aún está llorando? -Ya no había irritación solo preocupación. Ahora lo entendía, era de ese tipo de novio.
-Él está bien, está afuera con mi madre. -Tenía que calmar a Romeo, pues este parecía muy tentado a salir corriendo de allí arrastrando la pesada mesa de metal solo para ver a su Julieta. Kasumi esperaba que su historia de amor no terminara tan mal como la famosa historia.
-Espera un momento, ¿cómo te contrató Deku? Un abogado es muy costoso y no creo que el nerd tenga con que pagar algo así. -La preocupación en el rubio era más que palpable, la joven solo pudo soltar una pequeña risita ante aquel hecho, pues aún recordaba el desconsolado llanto del pecoso. Era innegable que los dos muchachos estaban muy enamorados.
-Solo por hoy, mi representante alias mamá, puso mi tarifa en el módico costo de una hamburguesa con gaseosa y papas fritas -comentó Kasumi en un intento de calmar a Katsuki -. Bueno joven Hanada, cuéntame todo lo que sucedió.
Bakugo hizo una pequeña mueca al escuchar como lo llamaba, era extraño que le dijeran así, pero habían estado usando ese nombre desde la llamada de los padres de Izuku, además misteriosamente él estaba registrado bajo aquel apellido en ese mundo y aunque deseara ser llamado por su nombre no podían olvidar que este podría llegar a ser reconocido fácilmente. "Estúpida serie, estúpidamente famosa", renegó el rubio internamente.
Tomó aire profundamente para calmarse y empezó a contar todo lo que había sucedido con lujo de detalles, al final de su relato dijo: -Obviamente lo golpeé, quería tumbarlo o quitarle esa puta navaja, el imbécil quería matarnos, nos lo gritó en más de una ocasión, cuando llegó el guardia tuve la oportunidad de desarmarlo y así lo hice. ¿Es un delito luchar por tu vida y la de tu pareja?
-No lo es jovencito. -La abogada solo pudo sonreír, en todo su relato se notó que la mayor prioridad para el rubio en esos momentos fue mantener a salvo a aquel pecoso llorón, pero lo más importante de todo lo dicho era el posible motivo que movió a Kenji para atacarlos, este era otro caso de homofobia.
-Aunque hay más -dijo Bakugo considerando otros sucesos de ese día -. Hoy durante nuestra cita sentí muchas veces que nos observaban, incluso Deku creyó que alguien le tomó una foto en el probador de una tienda.
-¿Crees que Kenji Kimura los seguía? ¿Por qué? -preguntó Kasumi realmente preocupada. ¿Esto iba más allá que una simple pelea en los baños?
-Hace unos días iba por algo de tomar a un minimercado, pero encontré el celular de Deku tirado en el suelo y luego escuché unos gritos que salían del callejón, cuando llegué ese imbécil intentaba estrellarle la cabeza a Deku contra el suelo, resulta que momentos antes también había intentado ahorcarlo. -Bakugo suspiró sonoramente. Realmente todo lo que sucedía con aquel bullying se había descontrolado de más -. Hablamos de esto en la preparatoria donde ellos estudian. Temo por la vida de mi novio, ese loco ya lo intentó matar dos veces.
La abogada estaba realmente sorprendida, todo lo que había pasado en el baño podía ser premeditado. Además parecía que el otro joven implicado tenía un obvio rencor hacia el pecoso llorón, tanto así que deseaba verlo muerto o eso era lo que aparentaba a simple vista.
Ella ya sabía el motivo por el cual habían apresado a Bakugo, primero creyó que aquella mentira debía ser con el único propósito infantil de hacer sufrir a los jóvenes por su orientación sexual, pero quizás, solo quizás, ese joven tenga algo más en mente, separarlos para después... No, eso era imposible, Kenji solo era un muchacho de dieciséis, no una mente maestra del crimen.
-No te preocupes te sacaré de esto, pronto estarás con Midoriya-kun. -Bakugo solo asintió mientras veía a su abogada salir de la pequeña habitación.
🌸🌸🌸
Casi que no lo logró, me duele la cabeza, se me apago el celular sin haber guardado, no me quería volver a prender, se demoró una eternidad en volver a iniciar, el internet se puso lento, luego se cayó y me toco que repetir la corrección de una buena parte, pero aquí está a pesar de las dificultades, aún seguimos con un Bakugo arrestado.
La pregunta de la semana es, ¿Si pudiera hacerle algo a Kenji que le harían? Yo no les diré quizás luego lo sepan.
Gracias por llegar a este punto, por sus comentarios y votos. Nos leemos en el próximo capítulo o en otra de mis historias.
Los quiero.
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Cómo invocar a un personaje de ficción [Katsudeku]
Acak¿Te gustaría poder invocar a tu personaje de ficción favorito? Pues a Izuku Midoriya le encantaría, el único problema es que no cree para nada en que sea posible, aun así su curiosidad puede más que la razón, después de todo no pierde nada con inten...