Ya no lo puede ocultar más

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Cuando llegaron al apartamento Izuku se lanzó sobre el sofá y se quedó dormido allí mismo, se había sentido tan agotado que no había podido mantener sus ojos abiertos por más tiempo.

Al verlo tan profundamente dormido Katsuki decidió que lo mejor era dejarlo descansar, después de todo había sido una mañana muy larga y llena de emociones, así que sin hacer ruido se dirigió a la cocina.

Era más de medio día y empezaba a tener hambre, hizo una hamburguesa para su almuerzo con lo que había quedado de la cena de ayer, él también se sentía demasiado cansado tanto física como emocionalmente, realmente no tenía deseo de hacer algo que requiriera mucho esfuerzo, así que descartó el hacer aseo o repasar los apuntes que Deku le llevaba, en vez de eso decidió ver una película o leer alguno de los tantos mangas que tenía el castaño en su habitación.

Subió hasta la habitación del castaño y se puso frente al multimueble viendo las muchas opciones que la estantería ofrecía —Creo que jugaré algún videojuego— dijo Katsuki mientras se agachaba para prender el televisor y la consola que se encontraban rodeados por las estanterías con mangas, libros, juegos y películas.

Cuando sacó un juego, cuyo nombre le recordaba a uno de peleas que solía jugar con Kirishima, se detuvo y se quedó mirando un libro que le pareció fuera de lugar. Estaba puesto sobre los videojuegos con el lomo hacia la pared por lo que no se veía su nombre y se hallaba lo suficientemente refundido como para que no se notara a simple vista, parecía que fue puesto allí a propósito, con toda la intención de esconderlo y entonces el bicho de la curiosidad picó una vez más a Katsuki.

Dejó el juego sobre la consola y tomó el libro sacándolo de su escondite. Lo primero que vio fue la portada, en ella estaba Kirishima sentado en el suelo y rodeado de pétalos, frunció un poco el ceño, reconocía que era una ilustración de su amigo, pero no se parecía para nada a los tomos del manga basado en su mundo, los cuales por supuesto que había visto, al menos leyó el primero, los otros solo los ojeó aunque extrañamente había partes de la historia que se ponían tan borrosas que le era imposible verlas.

Supuso que quizás eran cosas que él no debía saber y que lo que sea que lo trajo allí le ocultaba. Creó una teoría sobre ello, era probable que al regresar a su mundo recordara todo lo que ocurrió en el mundo de Izuku y por ello no podía obtener información que le sirviera. ¿Quizás de la liga de villanos? ¿Podría ser su paradero o sus planes? Quiso saberlo en su momento, pensó que si no podía leerlo por él mismo podía preguntarle a Deku y lo intentó, pero aquella experiencia le dejó en claro que no debía insistir. Cuando iba a hacer la pregunta las palabras no salieron de su boca, una desagradable sensación le recorrió todo el cuerpo y luego sintió que el aire le faltaba, definitivamente lo mejor era no preguntar.

Suspiró dejando atrás los recuerdos sobre aquel suceso, ahora estaba más interesado en el manga en sus manos.

—Cuenta de pétalos —leyó en voz alta el título mientras caminaba hacia la puerta de la habitación cerrándola antes de ir a la cama del pecoso y tirarse en ella.

La curiosidad lo mataba, el saber que ese objeto fue escondido y que probablemente no debería estar leyéndolo le generaba cierto agrado, y justamente eso lo hizo sonreír, descubrir el secreto que tenía Izuku fue una especie de meta desde aquel día que el pecoso apagó el computador de forma abrupta. Bakugo quería saber qué era lo que ocultaba el chico, qué le causaba tanta vergüenza, por qué cerró la sesión de todas sus cuentas en redes sociales. ¿Qué tan malo era ese secreto que intentaba ocultarlo con tanto ahínco?

Abrió el manga y empezó a leer, en la primera página estaba Kirishima haciendo el típico juego de "Me quiere, no me quiere", mientras arrancaba los pétalos de una flor. Toda la situación allí representada le pareció bastante curiosa, el imaginarse a su amigo como un idiota enamorado preguntándole a una flor si era correspondido lo hizo reír por un buen rato mientras leía, pero lo que pasó en las siguientes páginas borró su sonrisa, no sabía cómo había pasado, pero de una escena en la que él y el pelo de mierda estaban estudiando como siempre siguió a otra en la que este estaba (Hola soy censura).

Siguió leyendo sin saber por qué lo hacía, sus ojos estaban muy abiertos y su rostro con un fuerte sonrojo. No sabía si estar asombrado o simplemente avergonzado, su mente comenzó a leer los diálogos usando su voz y la de Kirishima, hizo lo mismo (Hola soy censura) que aparecían allí escritos, cosa que solo logró aumentar el problema que (Hola soy censura). Cuando vio una viñeta en la que Eijiro ponía (Hola soy censura) cerró el manga de golpe y se quedó viendo fijamente el libro cerrado, justo en ese momento la puerta de la habitación fue abierta.

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Capítulo nuevo, aprovecho toda oportunidad para publicar.

Bakugo encontró algo que no debía y me quedó la duda de poner la historias +18 o dejarla así ¿Ustedes qué dicen? Fui demasiado explícita o no lo suficientemente explícita.

Gracias por leer hasta aquí, espero les guste, gracias por sus votos y comentarios. Nos leemos en el próximo capítulo o en otra de mis historias, los quiero.

Cómo invocar a un personaje de ficción [Katsudeku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora