Las llantas chillaron al frenar de manera rápida, el castaño sin importar nada salió corriendo. Subió las escaleras de manera rápida para llegar a la área indicada, donde una gran multitud de doctores corrian de un lado a otro, apenas pudo llegar a la habitación donde se suponía tenían a Emilio, cuando un doctor lo tomo de manera brusca.
—¿Eres Joaquín Bondoni? —pregunto de manera nerviosa—
—Si, yo soy Joaquín Bondoni —confirmo el castaño de manera preocupada—
—Necesito que entres de manera calmada, no queremos alterar a Emilio. —dijo el doctor abriendo la puerta de manera lenta—
El castaño miro por última vez al doctor, y se adentro a la habitación, donde un Emilio sudado y alterado estaba acostado en la camilla. El chico se acercó de manera lenta, comprobando que el chico estaba durmiendo. Se quedó en silencio unos segundos asimilando todo lo que había sucedido en su vida en estas últimas horas. Había "descubierto" algo impactante, estaba asimilando toda esa información cuando una muy alterada Romina entraba a la mansión gritando su nombre, después esta le decía que Emilio estaba grave en un hospital. Y ahora está aquí, en el maldito hospital esperando que Emilio despierte o que algún doctor le explicará lo que estaba sucediendo. Estaba tan metido en sus pensamientos, que no se dio cuenta cuando Emilio se sentó en la camilla y lo miraba con sus ojos dilatados.
—¿Joaquín, chiquito eres tú? —pregunto de manera boba el rizado, causando confusión de parte de Joaquín—
—Sí Emilio, soy yo. —contesto el castaño con una pequeña sonrisa— ¿Ya te sientes mejor? —pregunto en susurro—
El rizado observo al castaño de manera intensa, Joaquín al notar eso, se incomodo un poco.
—¿En verdad eres tú?, no puedes ser tú, tu moriste hace 312 años, aún lo recuerdo; tu cumpleaños 35, ese día fue el peor día de mi vida...oh Joaquín, mi amor te extraño tanto —se lamento el rizado— Si tan solo te hubiera mordido, estarías conmigo todavía, pero tú no quisiste ser mordido por aquello....ahora mi castigo de ello, es imaginar que estás a mi lado... —dijo por último para después caer desmayado—
—¿Que carajo? —pregunto el castaño de manera sorprendida—
—¿Joaquín? —pregunto el rizado de la misma manera de hace unos minutos— Bebé, ¿Que hacemos aquí? —pregunto de nuevo intentando sentarse—
—A-ah, de manera accidental te dieron una prueba de sangre equivocada, así que tuve que venir a ver qué estuvieras fuera de peligro. —explico de manera nerviosa— Si yo fuera tu, ya estuviera despidiendo a todo el personal encargado de esa área —bromeo el castaño—
El rizado miro al castaño con intensidad, Joaquín miro a su amigo de manera confundida, y ahogó un grito cuando los ojos de Emilio se tornaron de rojo intenso. El doctor le había dicho que por nada del mundo alterara a Emilio, y un grito de su parte alteraría al rizado, así que con lentitud comenzo a alejarse, aún recuerda la conversación que tuvo con Azul hace unos días.
—Sebastian me ha explicado un poco más del tema vampiro. ¿Sabían que cuando los vampiros desean morder a una persona, sus ojos se tornan de color rojo?, Pero si sus deseos de morder a la persona son aún mayores de lo habitual se tornar de un rojo intenso. Sebastián me ha dicho que cuando eso pase, debo alejarme de manera lenta, ya que si lo hago rápido el vampiro puede descontrolarse aún más, y te tomara de sorpresa y no habrá marcha atrás. —dijo la rubia de manera misteriosa, ganando la mirada sorprendida de sus amigos—
¡Mierda! pensó él castaño al recordar eso. Intento alejarse lo más lento posible pero a la vez lo más rápido. ¡No tenemos tiempo para explicar aquello!.
El rizado se acercaba aún más al castaño. Joaquín trago en seco, ¿Será su fin?, ¡Por dios, no!
-Eres muy bonito, ¿Lo sabías?, cuando te veo mi corazón comienza a latir, y eso es irónico ya que estoy muerto de cierta forma. Pero cuando estoy contigo, parece que estuviese lleno de vida. Cuando me dices Emi, me haces volar, pero cuando caigo en cuenta que tú no me recuerdas, me haces el suelo tocar, ¿Sabés? Eres mi opuesto total, mi otra mitad -dijo divertido- Tu mirada de miel, es hermosa incluso siento que puedo endulzar mi café. Recuerdo muy bien cuando éramos unos críos de 5 años, tú eras el pequeño Joaquín que me dejaba con un pincel mensajes en la pared. Recuerdo cuando mi madre nos regañaba por aquello -rie- Y aunque no todos te ven, de la manera en la que yo te veo, se que tu eres el. Y cuando estoy con Romina siempre le digo "Es el es el ya lo se, y no lo quiero perder" porque lo quiero cerca, cerca de mi. —finalizo de decir para después acercar su rostro al del Bondoni—
—Emmm...¿gracias? —dudo—
—Solo digo la verdad, treasure. —susurro el chico acercándose aún más—
—¡Joven Joaquín, debe salir de la habitación de inmediato! —exclamo un doctor de manera asustada—
—¿Que? ¿Por qué? —pregunte confundido—
—Parece ser que usted es el mate del Señor Emilio, y dando la circunstancia de que acaba de tomar su sangre pura...puede que el señor se descontrole e incluso que de LA mordida —explico para después tomarme del brazo y llevarme a la puerta— Después le explicaremos, por ahora debe salir de aquí de inmediato.
Mire a Emilio quien me miraba aún atontado. Se veía confundido, como si no hubiese entendido ningúna palabra. Lo mire por última vez para después salir de manera rápida. Gritos y sollozos no tardaron en aparecer cuando salí de la habitación. Preocupado intente entrar a la habitación pero una persona no me dejo hacerlo.
—Se que parece que lo están matando, pero debes esperar, no entres, al menos si el doctor lo indica. —dijo la joven enfermera mirándome—
La mire atónito, ¿Que está pasando? ¡Son demasiadas emociones para mí! Me acabo de enterar que soy una posible reencarnación. Soy el mate de Emilio, y ahora el joven rizado quien fue mi esposo en mi vida pasada esta gritando y llorando. El doctor salió de manera rápida y me miró para después girar a ver a Emilio quien al verme se quedó en silencio. Estaba suspirando de manera pesada. Mire al doctor para que me diera la aprobación de entrar de nuevo, y así fué. Con cuidado me adentre de nuevo, y me senté al lado de Emilio tomando su mano de manera suave.
—Shhh, tranquilo ya estoy aquí, nadie me sacará de aquí de nuevo. —murmure acariciando su mano con delicadeza—
Parece ser que mi tacto le hizo efecto, ya que se recostó en la camilla, comenzó a tranquilizar su respiración, su frente estaba bañada en sudor. Sus lágrimas aún estaban en sus mejillas. Al verlo de esa manera sentí un tirón de mi pecho. Así que tome una toalla que estaba en un mueble cercano de la camilla y me levanté para tener más cercanía al rizado. Con cariño seque sus mejillas para después seguir con su frente, al terminar de "limpiarlo" dejé la toalla a un lado y bese la mejilla de Emilio.
—Duerme, te hace falta, prometo que no me iré. —murmure con cariño—
El doctor me miró de manera sorprendida. Supongo que jamás había visto a un humano tranquilizar de aquella manera a un vampiro.
Mire de nuevo a Emilio, quién ya estaba durmiendo. ¿Será verdad todo lo que me confesó? ¿Quiere que siempre esté cerca de él?
Okey, cabe aclarar, que está historia es a mi imaginación. Sé que los vampiros NO duermen, pero aquí si lo harán porque quiero y puedo hacerlo eidbzjsbs. Aparte que si hago esto, pueden haber escenas más bonitas de los Emiliaco.
Una disculpa por no actualizar de manera rápida, he estado ocupada en tareas, además que no estaba de ánimos para escribir lindas palabras de amor, y ahora menos pero todo por ustedes nwn.
No sé olviden de votar, comentar y seguirme si no lo han hecho
Recuerden queee:
Los amo con todo mi corazón y nos vemos en la próxima actualización.❤️
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𝐕𝐚𝐦𝐩𝐢𝐫𝐞 /𝐄𝐦𝐢𝐥𝐢𝐚𝐜𝐨
VampireEmilio Osorio un vampiro con más de 300 años. Joaquín Bondoni un simple mundano