El castaño estaba mirando los papeles del hospital de manera callada, aún trataba de asimilar todo lo que estaba sucediendo. Emilio seguí dormido en la camilla, ¿Que como lo sabe?, lo sabe porque él está en la misma habitación desde que Emilio se acosto y durmió. Ya que el doctor le había explicado que por tomar la sangre de su mate, deberían estar juntos durante unos días, ya que si se aleja de Emilio, puede que esté se vuelva agresivo y se descontrole. Así que no le quedaba más que esperar que Romina llegará y los llevará a la mansión.
Emilio abrió sus ojos y busco a Joaquín de manera desesperada, cuando lo encontró le sonrió con cariño. Para después hacer que sus ojos brillaran de un rojo no tan intenso como el de hace rato. Joaquín lo miro con una pequeña sonrisa. A pesar de todo lo que estaba sucediendo en la vida de Joaquín, Joaquín JAMÁS trataría mal a las personas solo porque él está mal.
El doctor observo a los dos jóvenes de manera nostálgica, el aún recordaba a su mate, un lindo chico castaño, de ojos asiáticos. El amaba a ese chico, lo amaba más que nunca, pero la vida se lo había arrebatado cruelmente.
—Emmanuel, muchísimas gracias por atenderme y evitar que hiciera una tontería. —dijo el joven Marcos con una sonrisa—
—No es nada Emilio, una disculpa por el accidente, el doctor era nuevo, no sabía muy bien lo que hacía, y está más que claro que recibirá su castigo. —explico el moreno mirando a ambos jóvenes—
—Esta bien, ahora estoy "sano", solo que no se que haremos para que Joaquín pueda ir a la escuela sin que mi cuerpo tenga consecuencias. —dijo Emilio soltando una carcajada seca— Nos vemos luego, Text0s, a pesar de todo eres mi amigo, así que al diablo las formalidades.
—Tú nunca cambias Emilio, anda vete ya, Romina los ha de estar esperando en el coche. —dice Emmanuel riendo— Por cierto, sobre la universidad de Joaquín, necesito que se tomen estás pastillas cada 4 horas, eso hará que el lazo que tienen en este momento se debilite, y no tengan problemas en separarse el uno con el otro. Solo sera durante 3 días, después de esto podrán separarse y seguir con su vidas. En la universidad, en la empresa.
—Muchas gracias, amigo. —agradecio el rizado tomando las pastillas—
Después de un abrazo entre Emmanuel y Emilio, el rizado tomo al castaño de la mano y caminaron hacia el coche.
—Emilio... —susurro Joaquín—
—¿Que pasa? —pregunto el rizado buscando el auto de su hermana—
—Yo...—el castaño se quedó en silencio unos segundos, ¿Será buena idea contarle todo lo que descubrió? Oh la mejor opción es quedarse callado—
—¿Estás bien? —pregunto el rizado observando al castaño de manera preocupada—
—E-eh, sí, todo está perfecto. —responde el chico con una pequeña sonrisa—
—¿Que me ibas a decir? —preguntó—
—Q-que me alegra saber que estás fuera de peligro, bueno, quitando la parte de que dependes de mi. Me alegra saber que estás bien. —dijo el castaño con sinceridad—
—Gracias Joaco, y lamento el que tengas que perderte la universidad durante 3 días, podrías pedirle el favor a Ariana, ella estudia lo mismo que tú. —sugerio el rizado—
—Sí, eso es lo de menos, tu no te preocupes por la universidad yo veré qué hacer, ahora lo único que importa eres tú y tu bienestar.
—Sobre eso...creo que deberás mudarte a mi habitación, ya sabes que en estos momentos no nos podemos separar mucho. —dijo el rizado jugando con su pie—
—Oh, claro que sí. Entonces me tendrás que acompañar hasta a mí habitación para tomar lo necesario para mudarme a tu habitación durante 3 largos días. —dijo el castaño con burla—
El rizado iba a responder pero un auto estacionándose de manera rápida adelante de el, lo detuvo por completo.
—¡Emilio, estás bien! —exclamo la chica abrazando a su hermano— Por dios, por un momento creí que te iba a perder por toda la eternidad, no sé que haría sin mi hermanito. —susurro la chica con el rostro de su hermano en sus manos— Tenía tanto miedo. —las lágrimas saladas de la chica recorrían la mejilla de esta, hasta perderse en su cuello—
—Hey, estoy bien, estamos bien. Solo que ahora dependo por lo menos 3 días de él señorito Joaquín. —explico de manera divertida—
—Suban al auto y me explican. —dijo la chica abriendo la puerta de su auto—
—¿Así que tienen que dormir juntos? —pregunto Romina observando a ambos chicos con una sonrisa perversa—
—No juntos, en la misma habitación, son cosas diferentes Romina. —dijo el rizado con un pequeño rubor—
—Y...¿Cómo se piensan bañar? —pregunto de repente, provocando que ambos chicos abrieran sus ojos como platos (sorry tenia que escribirlo jajajaja)—
—No habíamos pensado en eso... —respondieron ambos mirándose mutuamente de manera nerviosa—
—De acuerdo, entonces, me meto a bañar y tú me esperas en la puerta. —ordeno el castaño—
—Yo digo que no hay que bañarnos, ¿Para qué?, Mañana no vamos a salir y de todos modos, nos vamos a ensuciar. —dijo el rizado haciendo un puchero—
—Lo sé, pero yo si me pienso bañar, no puedo dormir si no lo hago, así que espérame, no me tardo, lo juro. —dijo el castaño sonriendo—
—Agh, está bien, yo te espero aquí. —dijo el rizado jalando una libreta y un lapicero—
—¿Para que es eso? —pregunto el castaño de manera confundida—
—No sé si lo sabías, pero aquí yo presente soy compositor y cantante, y tengo en mente una canción, es raro, pero necesito escribirla antes de que se me vaya de la mente. —contestó el rizado comenzando a escribir—
—De acuerdo, ánimo ánimo, yo mientras me iré a bañar. —dijo para después entrar al baño, el rizado se recargo de la puerta, y comenzó a escribir lo primero que se le venía en la mente—
—Okey, por ahora solo sirven palabras clave para llegar a componer por completo la letra....su mirada miel, endulza mi café... —canto despacio para después mirar su libreta y escribirla—
Más y más palabras fueron escritas, todas esas lindas palabras eran dirigidas a una persona, su persona.
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𝐕𝐚𝐦𝐩𝐢𝐫𝐞 /𝐄𝐦𝐢𝐥𝐢𝐚𝐜𝐨
VampireEmilio Osorio un vampiro con más de 300 años. Joaquín Bondoni un simple mundano