Kaminari caminó con tranquilidad por aquel parque, el aroma dulce de las golosinas que vendían los puestos ambulantes lo tentaron a ir hacia ellos y en eso estaba cuando algo más captó su atención.
—¡Sólo dices tonterías viejo inútil! -Un hombre mayor tiró al suelo un cuaderno de dibujos que otro anciano llevaba en sus manos. —¡No quiero volver a verte! -Aquel hombre se fue hecho una furia.
Kaminari frunció el ceño antes de acercarse y tomar el cuaderno que aún seguía en el suelo, limpió un poco el polvo que se le había pegado y se lo extendió al anciano que lo había estado mirando, curioso.
—No sé qué habrá pasado pero éstos hermosos dibujos no debían de tener la culpa. -Mencionó con una sonrisa.
El anciano lo tomó con sus manos temblorosas.
—Oh, él sólo se ofendió porque lo regañé al encontrarlo diciéndole cosas inapropiadas a una jovencita. -Mencionó mientras volvía a sentarse en el banco que antes estaba ocupando.
Denki enarcó una ceja.
—Entonces usted no ha hecho nada malo, es una buena persona así que no debería hacerle caso a ese horrible hombre. -Mencionó el de ojos dorados.
El anciano rió por lo bajo.
—¿Y cuál es el nombre de tan amable muchacho? -Preguntó mientras le señalaba el banco frente a él, invitándolo a sentarse.
Denki aceptó el ofrecimiento y apoyó sus codos sobre la mesa que los separaba.
—Yo soy Denki, Denki Kaminari. -Respondió con una sonrisa.
El anciano correspondió el gesto sonriendo también.
—Es un gustó Denki, yo soy Kioshi. -Se presentó el hombre.
—¿Esos dibujos son suyos señor Kioshi? -Preguntó curioso el rubio mientras apuntaba el cuaderno.
El hombre asintió complacido.
—Así es, me gusta dibujar, incluso en mi tiempo fui profesor de arte ¿Quieres intentarlo? -Preguntó Kioshi.
Los ojos de Kaminari brillaron con entusiasmo antes de asentir.
Hitoshi inspiró hondo.
—Eri, ya te compré una manzana acaramelada, no te compraré nada más hasta que lleguemos al cine, además hemos perdido demasiado tiempo y de seguro Denki ya se está cansando de esperarnos. -Mencionó el pelimorado mientras apretaba un poco la mano de su hermanita.
Eri lo observó curioso.
—Toshi. -Llamó la niña. —¿Tú y Denki son novios?
El adolescente frenó en seco.
—¿Qué? -Preguntó un tanto aturdido el pelimorado.
La niña bufó.
—Que si Denki y tú salen, son novios y luego se casarán como nuestros papis. -Explicó la pequeña.
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Confesión [ShinKami]
FanfictionLa vida de Shinsou Hitoshi al fin había alcanzado un equilibrio, la relación con su padre iba viento en popa, había logrado establecer amistades increíbles en el instituto y adoraba la compañía de su hermanita. Shinsou creía que pasaría su penúltim...