Confesión [ShinKami]

Capítulo final •Parte 1•

Se miró una última vez al espejo y sonrió satisfecho.

—La verdad es que eres muy afortunado de tener un novio tan guapo como yo Toshi. -Mencionó el rubio mientras se colocaba una chaqueta de jean. A su lado, Shinsou abrochaba los botones de su camisa, tapando así las marcas rojas que había en su cuerpo y en su cuello, intentó arreglar mínimamente el desastre que era su cabello y finalmente se giró hacia su novio con una sonrisa perezosa.

—¿Eso crees Rayito? La verdad es que sí, soy bastante afortunado. -Respondió sin alzar la vista del cinturón que se estaba ajustando. —Ahora debemos apurarnos o llegaremos tarde a la cena con Takao y mi abuela.

Denki se ató correctamente sus cordones y enarcó una ceja hacia Hitoshi.

—¿Acaso me estás apurando Toshi? Fuiste tú el que hizo más ajustado nuestro horario cariño. -El pelimorado abrió la boca para replicar pero el de ojos dorados no le permitió emitir palabra alguna. —El taxi ya debe estar llegando así que apúrate y termina de arreglarte. -Le guiñó un ojo y salió de la habitación para buscar algo que saciara el hambre que le había dado.

Shinsou bufó divertido ante la actitud de su pareja y terminó de alistarse rápidamente, tomó el resto de sus cosas y bajó para ver qué es lo que hacía el rubio.

—Era hora Toshi, aquí dice que el auto ya está llegando así que vayamos a esperar afuera. -Mencionó Denki mientras le enviaba un mensaje a su madre para avisar donde estaría.

La pareja se tomó de la mano y salieron justo a tiempo para la llegada del taxi, durante todo el trayecto el rubio parloteaba con el taxista y le sacaba fotos a su novio para poder presumirlo en sus redes sociales, ya Shinsou comenzaba a acostumbrarse a ello.

Finalmente el auto se detuvo frente a una casa no muy grande pero de aspecto encantador, en su frente se encontraba un bello jardín con distintas especies de plantas y flores que de alguna forma parecían resplandecer bajo la luz de la luna, denotando así su belleza y lo bien cuidadas que estaban.

Shinsou le pagó al taxista mientras Kaminari se despedía del hombre con una sonrisa y bajaba del vehículo tomado de la mano con el pelimorado, un pequeño caminito los conducía hasta la puerta de entrada, caminaron en silencio con el leve murmullo de los grillos como compañía. Finalmente se detuvieron ante la puerta y fue Hitoshi quien tocó el timbre, se oyó el sonido de unos pasos y la puerta se abrió acompañada de un suave chirrido.

—Oh vaya, tal parece que no estaba equivocado. -Dijo el anciano con una sonrisa amable. —Bienvenidos a mi hogar, Denki y Hitoshi. -Saludó con una sonrisa amable Kioshi.

Luego de la sorpresa –demasiado escandalosa por parte de cierto rubio– por el descubrimiento de que Kioshi y Takao estaban casados, los tres pasaron a la sala donde ya se encontraban Azami y Takao debatiendo seriamente sobre algo, Kioshi le sonrió a los adolescentes.