La vida de Shinsou Hitoshi al fin había alcanzado un equilibrio, la relación con su padre iba viento en popa, había logrado establecer amistades increíbles en el instituto y adoraba la compañía de su hermanita.
Shinsou creía que pasaría su penúltim...
Iida se apoyó en la entrada del instituto y le sonrió a Shinsou.
—Sé que fuiste de mucha ayuda para Midoriya, en serio te lo agradezco. -Le dijo mientras hacía una leve inclinación.
El pelimorado puso una mano en su nuca.
—Gracias a ustedes por preocuparse por Izuku. -Le dijo, realmente agradecido.
Tsuyu llegó con su sonrisa habitual y pronto se les unió Todoroki.
Al rato se escuchó la risa de Mina.
—¡Eres súper lindo Midoriya! -Exclamó la pelirrosa con una sonrisa.
La chica llegó tomada de la mano de su novio y ambos observaban detrás de ellos con una sonrisa divertida.
Al rato entró un grupo de lo más extraño, un alegre pelirrojo, Kirishima, sonreía abiertamente mientras rodeaba con sus brazos a unos muy incómodos Bakugo y Midoriya.
Cuando el pecoso vió a sus amigos suspiró aliviado, pudo excusarse para separarse y corrió hacia ellos.
—Al fin pude librarme... -Les susurró y limpió el sudor en su frente.
—¿Por qué viniste con ellos? -Le preguntó extrañado Iida.
Izuku removió su cabello y alborotó aún más su alocada melena.
—Bueno, Kacchan vive a un par de casas de distancia de la mía, por lo que Kirishima también es mi vecino, nos conocemos desde pequeños, por lo que cuando me los crucé de camino Kirishima prácticamente me obligó a acompañarlos. -Soltó una risa nerviosa. —Fue bastante incómodo.
Los cinco se quedaron charlando un rato en lo que esperaba a que tocara la campana de inicio de clases.
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Kaminari atravesó corriendo el portón y llegó jadeando a sus amigos.
—Me quedé dormido, pensé que llegaría tarde... -Sostuvo su estómago. —Ni siquiera desayuné maldición.
En ese momento se percató del pelirrojo sonriente que pasaba su brazo sobre los hombros de Bakugo, quien intentaba apartarse sin mucho esfuerzo.
—Hola, soy Kirishima, un gusto. -Le dijo mientras extendía su mano cordialmente, Denki lo aceptó gustoso y también se presentó.
El rubio debía admitir que el chico era bastante atractivo, incluso se hubiese atrevido a coquetear con él, pero sus ojos se desviaron inconscientemente hacia Shinsou que estaba a unos metros de ellos, charlaba alegremente con Midoriya, éste último puso una mano en su hombro y rió alegremente.
Denki hizo un pequeño puchero, a él también le gustaría ser cercano a Shinsou.
Mina notó el cambio de actitud de su amigo y se puso a pensar en una manera de ayudarlo, posó sus ojos en Kirishima y Bakugo, que a pesar de que el primero ya había soltado al rubio seguían bastante cerca, rozando sus hombros.
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