CAPÍTULO 18

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Luego de una ducha ____ se puso unos pantalones negros, una remera de cuello violeta oscuro y una remera holgada lila de mangas cortas, peinó un poco su pelo y se sentó en la silla de ruedas, con desánimo. Miró la libreta dónde escribía los puntos importantes de la "investigación" y se recostó sobre el respaldar de la silla como si sintiera su cuerpo pesado.

La realidad la estaba golpeado bastante duro —más de lo que habría imaginado— supuso que ahora que está encontrando las piezas faltantes del tablero, su cabeza empezaba a jugarle malas pasadas, empezaba a cuestionarse cosas que antes ignoraba completamente.

Hoy después de clases, al regresar a casa se tiró en el cama para poder descansar. Tuvo un sueño dónde aparecían sus padres y ella de cuando era pequeña, una habitación blanca con manchas de humedad en las paredes que se expandía de a poco, ella se encontraba sentada en una camilla y su madre estaba a su lado con un libro en la mano, estaba anotando algunas cosas al parecer de importancia.

El sueño termino con la madre de la ojiazul abrazándola entre lágrimas, pidiendo disculpas por haberse encariñado con ella y que debía poner un fin a todo esto antes de que sea tarde.

_____ al estar tan ensimismada no notó a Kuro, quién se subió por las piernas de su dueña y se acostó sobre estás a lo largo, bostezando por el sueño que tenía por no haber dormido demasiado —más de lo que ya lo hacía.

Mentiría si decía que estaba bien, se encontraba en un mundo repleto de caos, quería llorar y abrazarse a si misma diciéndose que todo se va a aclarar, pero no quería hacerlo porque si lo hacía, se iba a romper en un instante.

Estaba aguantando las ganas de desmoronarse en el suelo para que nadie descubra lo mal que se sentía por todo lo que estaba pasando, y le dolía, le dolía demasiado.

Sacudió su cabeza intentando dejar esos pensamientos de lado, primero debía desmentir toda esta farsa y luego se dejaría caer para poder descargar todo lo que se estaba guardando. Incluso si era necesario ahogar su corazón y bloquear sus sentimientos para conseguirlo.

— ¡____, baja así me ayudas antes de que lleguen! —llamó su tía desde la cocina mientras terminaba de cocinar, _____ inhaló un poco de aire para relajarse.

Bajó a Kuro y lo dejó en el suelo, se levantó de la silla sintiendo un inmenso peso sobre sus hombros, dió una última mirada a la libreta que yacia sobre su escritorio, cerró los ojos fuerza y los volvió a abrir para después soltar un suspiro.

Salió de su habitación y bajó por las escaleras de madera las cuales tenían algunas pocas visibles marcas de las garras del pequeño felino, Kuro la siguió hasta a bajo para mantenerse a su lado, Isabella al ver aquella escena sonrió con ternura.

— ¿En qué necesitas ayuda tía? —la mencionaba sacó algunas cosas de la nevera y señaló con su cucharón la sala.

— Ordena el salón así cuando lleguen se pueden sentar —dijo dándole la espalda para continuar cocinando, la ojiazul asintió en silencio y se dió vuelta para poder hacer lo que su tía le había pedido— ____, ansió que llegue el día en el que pueda ver a tu primo como un grandioso doctor y a ti como una gran heroína —dijo con una diminuta sonrisa.

— Yo ansió que para ese entonces sigamos siendo una familia —susurró cerrando sus ojos, Isabella al escucharla abrió sus ojos sorprendida pero mantuvo la compostura.

— La familia será aún más grande, es decir, seguramente tendrás pareja —rió por la bajo imaginándose el día en el que su sobrina llegue a la casa para presentar a su novio.

— Tal vez —habló siguiéndole la corriente mientras levantaba los almohadones y los colocaba sobre el sillón.

— ¿Hay algún chico que te guste? —indagó un poco más queriendo saber del chisme.

𝗦𝗮́𝗹𝘃𝗮𝗺𝗲 ˖- Bᴀᴋᴜɢᴏᴜ ʏ Tᴜ́ ⿻Bnha⿻Donde viven las historias. Descúbrelo ahora