CAPÍTULO 6

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Abrió sus ojos sintiéndolos pesados, un pitido se hizo presente haciéndole doler la cabeza, llevó su mano a su boca y empezó a toser escupiendo parte del agua que había tragado al estarse ahogando, miró el suelo el cual se mecía un lentamente, sintió algo aferrarse a sus piernas y espalda.

Levantó la vista viendo una cabellera de color negro, una tez pálida como la suya, por los reflejos del sol no pudo ver con claridad el resto de la cara de aquel que parecía ser un chico, este al notar una mirada sobre él la miró arqueando una ceja, no le gustaba que las personas lo miren tanto.

— Pero... —ella abrió sus ojos y se removió con brusquedad haciendo que que aquella persona que la sostenía en brazos la soltara y como consecuencia, cayera al suelo— mierda, ¿Quién mierda eres? —le preguntó tomando una piedra que encontró de pura casualidad, la cual era igual de pequeña que un maní y la apuntó a su dirección.

— ¿Así le agradeces a quien te salvó la vida? —él preguntó con seriedad en sus palabras, llevó sus ojos a los brazos de la chica y se acercó con cierta preocupación, a lo que ella por reflejo retrocedió— si quieres te puedes desangrar tranquilamente, no mi importas en lo absoluto.

_____ hizo una mueca de dolor al sentir sus heridas doler, sobre la tela del pantalón la cual tenía aberturas productos de cortes, se podía ver cómo la sangre se expandía provocando una mancha en el, se quitó la campera sin importarle el frío y estar mojada, tragó en seco cuando vió sus brazos lastimados.

— ¿Ves? —dijo él suspirando— solo voy a curarte —esta vez la ojiazul no se alejó al verlo acercarse, él tomó una de sus brazos y limpio las heridas con sumo cuidado.

— ¿Siempre traes un kit de primeros auxilios? —habló confundida al notar aquella cajita blanca con una cruz roja en el medio, la cual es tan características de los hospitales.

— Mi hermanita solía lastimarse las piernas al jugar y ahora mi hermanito le pasa lo mismo —respondió sin mirarla enfocando su atención en curarla.

— ¿Por qué me salvaste? —el pelinegro dejó de pasar las vendas para luego mirarla con un expresión fría, en sus ojos se podía notar como ya no había vida, no tenían brillo, eran opacos.

Pero ella no podía verlo con claridad, era como si algo se lo impidiera.

— Porque me diste pena —la ojiazul rodó los ojos por aquel comentario, aún así no quiso indagar más en el tema ya que el ambiente se estaba formando demasiado tenso, por lo que se dedicó a quedarse en silencio viendo como el desconocido le limpiaba las heridas.

Ya con los brazos y las piernas vendadas, el chico la ayudo a levantarse y guardó sus cosas dentro de una mochila que traía consigo.

— Gracias —la joven inclinó un poco su cabeza para luego levantarla y ver un gesto de disgusto de su parte, le estaba costando mantener la compostura y serenidad.

— Trata de que no meterte en problemas —con aquella última frase se dió vuelta para empezar a alejarse sin necesidad de girarse para verla o decirle algo más.

_____ quedó con la mirada perdida, no sabía quién era ese sujeto pero al menos tuvo la suerte de seguir aún con vida, aunque ella misma se había rendido y desistido completamente.

_____ quedó con la mirada perdida, no sabía quién era ese sujeto pero al menos tuvo la suerte de seguir aún con vida, aunque ella misma se había rendido y desistido completamente

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𝗦𝗮́𝗹𝘃𝗮𝗺𝗲 ˖- Bᴀᴋᴜɢᴏᴜ ʏ Tᴜ́ ⿻Bnha⿻Donde viven las historias. Descúbrelo ahora