CAPÍTULO 2

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— ¡Vamos, vamos a levantarse! —la pelinegra abrió de golpe sus ojos al escuchar a su tía gritar y cubrió su cara con la almohada queriendo seguir durmiendo— ¡ ____ levántate o cambio de parecer en que tengas una mascota!

— Mierda —se quejo quitándose de golpe la sábana y sintiendo el frío de la madrugada calar sus desnudas piernas, ya que dormía con pantalón corto. Se levantó con pereza de la cama arrastrando sus pies y abrió la puerta de su habitación encontrando una sonriente castaña de ojos marrones con ropa de ejercicio y una colita alta.

— Buenos días —sonrió después de que le abriera, la pelinegra tenía el pelo desordenado y un rostro cansado, era evidente que después andaría molesta por todos lados— ¡Vamos a correr! —____ levantó una ceja sin entender— desde ahora me acompañaras a correr, así que ponte ropa de ejercicio, te espero abajo —se fue no sin antes darle una mirada de advertencia, tendría que salir aunque quiera pegarse a su cama y no levantarse nunca más.

____ miró la hora en su teléfono, cerró un poco los ojos por el brillo que producía al encenderse, soltó un suspiro al ver la hora y dejó el dispositivo sobre su cama, talló sus ojos con sus manos y bostezó.

Ingresó al baño, abrió la canilla y juntó sus manos para que el agua se acumule allí y así después lavarse la cara con el fin de despertarse un poco, cepilló sus dientes, peinó con los dedos el pelo y se vistió con ropa cómoda para ir a correr. Una vez hecho esto salió de su habitación para encontrase con su tía ya lista frente a la puerta, se colocó las zapatillas y ató los cordones.

— ¿Desde cuándo haces ejercicio? —le preguntó saliendo de la casa junto a ella mientras miraba con desinterés a su alrededor. Hacía frío y no había un alma fuera, solo ellas dos.

— Desde que ví que me cuesta levantar una pequeña y simple caja —explicó en breves palabras— empezaremos por tres vueltas al rededor de la manzana, de a poco iremos agregando más —la menor hizo un gesto de disgusto al escucharla— vamos vamos, será sencillo.

— Desde que ví que me cuesta levantar una pequeña y simple caja —explicó en breves palabras— empezaremos por tres vueltas al rededor de la manzana, de a poco iremos agregando más —la menor hizo un gesto de disgusto al escucharla— vamos vamos, será...

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— Ya —dijo la ojiazul parando de correr por el cancancio que cargaba encima, se inclinó un poco apoyando sus manos sobre sus rodillas— dijiste que eran tres vueltas a la manzana — intentó decir con la respiración agitada— fuimos hasta el centro corriendo.

— Pero lograste seguirme el ritmo, acostumbrate que lo haremos todos los días —rió mientras veía como su sobrina se sentaba en el suelo para recobrar el aliento. Aunque en realidad Isabella lo hacía para que la menor haga algo de actividad física, no le gustaba que estuviera todo el día sin hacer nada.

— ¿Cuando es el examen? —habló ____ luego de recuperarse un poco, haciéndola confundir ya que estaba pensando en otra cosa— ¿habrá un examen para ver quién entra en la academia de héroes, no?

— ¿Irás? —preguntó confundida, la ojiazul asintió— pero... ¿Realmente lo quieres? No aceptes solo porque te lo sugerí, eres libre mi niña —sonrió con dulzura revolviendo el desordenado pelo de su sobrina.

𝗦𝗮́𝗹𝘃𝗮𝗺𝗲 ˖- Bᴀᴋᴜɢᴏᴜ ʏ Tᴜ́ ⿻Bnha⿻Donde viven las historias. Descúbrelo ahora