CAPÍTULO 28

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Sentada en el suelo de su habitación terminó de ponerle las alitas a Kuro, era la primera vez que lo hacía por lo que estaba atenta a ver si al felino le molestaba, pero este se encontraba en su quinto sueño. Rodó los ojos por su forma de ser, ya era común lo que hacía, unas semanas antes lo había llevado a la veterinaria ya que Kuro dormía demasiado —incluso más que ella— pero el doctor me dijo que no era nada raro, solo tenía falta de interés en la actividades comunes que a un gato lo entusiasmaría.

Se levantó del suelo con el pequeño entre sus brazos y lo dejó sobre la cama, volvió a su actividad principal que era guardar sus cosas en el bolso para el campamento.

Unos golpecitos en la puerta llamaron la atención de la ojiazul, no se movió de su lugar solo se quedo en silencio.

— Permiso —habló Isabella abriendo la puerta dejándose ver— te traje esto, son unas medias largas negras... Se que te dan vergüenza tus cicatrices en las piernas así que te lo quise dar, son térmicas así que no te dará calor, usa pantalón corto si es necesario no quiero que te den dolores de cabeza o mareos —pidió dejándolo sobre la cama, miró la ropa que ya estaba en el bolso y sonrió con tranquilidad— cierto, en la mañana vino tu amigo Kirishima a buscarte pero como no te despertaste se fue diciendo que estaría en el centro comercial esperándote.

— Pero son la una —susurró, tomó su celular y le pregunto si todavía estaba en el centro comercial. Después de unos minutos él le dijo que si y si quería que fuera.

— Si quieres puedes ir, ese chico es muy amable, me cae bien —era verdad, ella estaba feliz por el buen amigo que había hecho su sobrina, le relajaba que se junte con buenas personas.

— Está bien, voy a terminar con esto primero —dijo guardando el estuche de aseo, terminó de guardar la ropa y unos libros para después cerrar el bolso, todo bajo la mirada de Isabella.

— Eh... Bueno, iré a ver a tu primo creo que necesitaba ayuda con algo —se dió vuelta, dió unos pasos y abrió la puerta.

— Gracias —habló por lo bajo— gracias por las medias. —la mayor sonrió con ternura al escucharla agradecerle.

— De nada cariño, para eso estoy, para cuidarte —dicho esto cerró la puerta detrás de ella y soltó un suspiro. Esperaba con ansias que las cosas mejoraran.

...

— Hey, Eijiruo —lo llamó _____ acercándose a su amigo, miró a los demás dándose cuenta de que eran sus compañeros.

— ¡Funcionó! —gritó al verla y la abrazó.

— ¿Qué funcionó?

— Le dije a tu tía que te dijera que yo había ido en la mañana a verte pero estabas durmiendo... Igual ahora que lo pienso fue al pedo y supongo que tú tía me ayudó porque le dió pena mi deprimente plan —murmuró triste pero a la vez feliz porque había funcionado.

— ¿Que vamos a hacer aquí? —preguntó mirando a los demás quienes posaron su vista sobre ella.

— ¡Vamos a comprar cosas para el campamento!

— Nos vamos a separar en grupos, si quieres obviamente —habló Midoriya con algo de nerviosismo por captar la atención.

La mayoría se separó en grupo yendo por distintos lugares del centro comercial, _____ y Kirishima ingresaron dentro de una tienda de deporte ya que él quería comprar unas pesas.

La pelinegra miró un collar con cuerda dónde había una foto de un caniche enojado al parecer queriendo morder a alguien donde había una frase "entrene duro con su perro", le causó gracia aquello pero también vió a su lado una un cartel de "formas de que su perro no ataque a los demás cuando sales a correr" y otra vez aparecía la foto de un perrito pero aún más enojado que antes.

𝗦𝗮́𝗹𝘃𝗮𝗺𝗲 ˖- Bᴀᴋᴜɢᴏᴜ ʏ Tᴜ́ ⿻Bnha⿻Donde viven las historias. Descúbrelo ahora