CAPÍTULO 4

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— agradezco que la señora no insistió más —murmuró Kirishima mirando a los lados para poder cruzar la transitada calle.

— Tampoco es como si pudiera —dijo ____ con sus manos dentro de los bolsillos de su pantalón, él negó sonriendo.

La ojiazul dirigió sus ojos al amplió firmamento que posaba sobre ellos, tenía pintadas alguna nubes que paseaban al compás de la leve brisa. Realmente le gustaba mirar el cielo, le hacía recordar a alguien cuyo nombre no sabía pero sentía cierta familiaridad con él.

— ¿Vamos ____ ? —desvió la vista para poder mirar a su sonriente amigo, bastó con solo una mirada par saber a dónde quería ir el pelirrojo.

— Sip —aceptó ella ya con hambre por no haber desayunado bien en la mañana— ¿Comida rápida?

— ¿Papás grandes y mucho queso? —ambos sonrieron con delicadeza al entenderse bien. Se conocían desde hace años por lo que los dos entendían perfectamente al otro como si fuera uno mismo.

Aunque no muchas veces es así.

Mientras continuaban su caminata hacía su destino entablaron conversación de cosas aleatorias para que la charla no sea aburrida. Una gélida brisa golpeo el para nada abrigado cuerpo de la pelinegra, lo que la hizo estremecerse.

— ¿Quieres mi campera? —él al notarlo le preguntó mirándola de reojo— son cosas que los caballeros hacen, ¡No se pregunta! —dijo como si estuviera regañandose a si mismo y se quitó su campera, la colocó sobre ella y cerró el cierre dejando descubierto su rostro donde se podía ver la punta de su nariz colorada.

— No era necesario Eijiruo —habló soplando los mechones que caían sobre sus ojos, los cuales le molestaban e impedían la vista.

— Si que lo era —continuaron caminando a paso lento disfrutando del paseo— ¿A qué academia irás?, Me habías dicho que al final te decidiste por ser un héroe.

— Si, haré el examen para entrar en la U.A —comentó mirando un pequeño perrito que se negaba a caminar junto a su dueño por querer dormir un poco más en el suelo. Kirishima la miró sorprendida ya que creyó que ella no iría allí, en realidad, después de que _____ bromeara tanto con ser youtuber, pensó que realmente lo sería.

— ¡Vamos a ir juntos! —la abrazó sonriendo desbordando de alegría por poder pasar aún más tiempo con su amiga— ¡Podremos vernos más seguido amiga querida! —la ojiazul río por su acción— espera... ¿Escuché bien, eso fue una risa? —se burló separándose de su amiga y con su dedo le picó la nariz.

— Ay no jodas Kirishima —dijo imitando la acción del pelirrojo.

Las personas a su alrededor los miraban con ternura y extrañeza ya que estaban frente a la entrada del restaurante de comida rápida bromeando entre si, pero ninguno parecía darse cuenta de dónde estaban.

— No te enojes, no te enojes —él pidió riendo mientras abría la puerta al notar que ya habían llegado, entraron dentro y se acercaron al mostrador.

— Buenos días jóvenes —saludó una señorita en la caja— ¿Que desean pedir?

— Tres hamburguesas de triple queso, papás grandes y refrescos grandes —la señorita los miró raro porque solo eran dos, aún así mantuvo su sonrisa y no se negó, después de todo eran clientes.

— Está bien, ¿para llevar o comerán aquí?

— Comeremos aquí —respondió la pelinegra sacando su dinero del bolsillo del pantalón para luego contarlo.

— Bien, son...

— ¡Yo pago! —gritaron ambos interrumpiendo a la señorita.

— Los caballeros pagan.

𝗦𝗮́𝗹𝘃𝗮𝗺𝗲 ˖- Bᴀᴋᴜɢᴏᴜ ʏ Tᴜ́ ⿻Bnha⿻Donde viven las historias. Descúbrelo ahora