Capitulo 5: Ignición

1K 60 14
                                    

Después de aquella desagradable reunión con el espíritu del trueno me gané un sello en mi brazo, que bloqueaba toda mi magia, ahora tenía que cumplir la misión solo con una espada.
Lyn parecía entender lo que pasaba, se mostraba preocupada.
-Acabaremos con esto y le probaré a ese espíritu que me subestima-
-Roy, yo seré tu espada- Me dijo con una mirada decidida.
Sonreí. -Confió en ti-
Llegamos al campamento, todos se preparaban para descender cerca del pueblo dentro de un rato.
-Tomen estos transmisores- Dijo la comandante mientras se ponía uno en el oído. –Están conectados al canal del SANCTUM, pueden reportar cualquier cosa desde ahí, al igual que comunicarse durante las misiones- Tomé uno de los transmisores y lo puse dentro de mi oído.
-Lyndis y Roy, ustedes bajaran primero para comprobar que no haya peligro alrededor, tomarán unos caballos cerca de una granja, se mezclarán en el pueblo y se dirigirán a la posada, ahí pasaremos la noche, cuidado con su identidad-
-A la orden-
Lyn me tomó de la mano y saltamos al barranco, después de un rato de caída libre el paisaje se hacía cada vez más chico, una ráfaga de viento ascendente que Lyn creaba frenaba nuestra caída. Aterrizamos lentamente de pie, Lyn y yo nos miramos y asentimos con la cabeza, después nos pusimos los gorros y subimos a un caballo.
-El pueblo está al norte, a quince minutos de aquí- Dijo Lyn.
-Comandante, nos dirigimos al pueblo, todo despejado-
-Recibido-

La aldea era una típica aldea medieval, lejos de la civilización. Contrastaba drásticamente con la avanzada base militar que contenía tecnología de punta. El centro no era muy diferente a lo que era la ciudadela hace medio año. Pagué unas cuantas monedas a un niño para que nos llevase a la posada y lo seguimos hasta las afueras del pueblo a un pequeño edificio.
-Es aquí-
Dentro había un bar lleno de gente ebria y personas bailando, me acerqué a la barra y le di una bolsa de monedas.
-Quiero una habitación-
El hombre de la barra nos miró de una manera extraña. -¿Tu amiga se quedará contigo?-
-¿Algún problema?-
-No, aquí tienes- El hombre de la barra me dio las llaves de un cuarto “habitación cinco”.
-Vamos Elizabeth- Jalé a Lyn de la mano, el lugar no me inspiraba confianza, siempre mantenía mi espada oculta, pero con mi mano sobre el mango por si necesita usarla. Bajamos unas escaleras que nos llevaron a un pasillo con varias puertas con números sobre ellas, abrí la puerta con el número cinco.
-Entra primero, cierra la puerta y espera a que llame, registra bien la habitación -
Me recargué sobre la pared mirando la entrada del pasillo y los alrededores, no había nadie. Toque la puerta y entré a la habitación.
-Despejado- Dijo Lyn
-Bien- Dije mientras me quitaba el gorro. –Comandante, la posada esta lista, no parece muy segura así que tomaré mis precauciones-
-Recibido Roy, nos preparamos para bajar, deberían registrar bien el pueblo antes que nada-
-Entendido-
-Vamos Lyn-
-¿Elizabeth?, es la primera vez que me llamas así-
-No eres alguien que pase muy desapercibida, tenía que usar otro nombre-
-Lo entiendo-

Salimos de la posada y nos separamos para crear un perímetro del pueblo. Lyn registraría los alrededores y yo el centro, así como el mercado para obtener información.
-Oye, encapuchado, ¿no eres de por aquí verdad?- Dijo una mujer que atendía un pequeño puesto con una variedad de piedras raras. -¿Qué es lo que buscas?-
-Información- Le dije.
-Si eso quieres puedes preguntarme lo que desees, pero no será barato-
-¿Qué es esa piedra negra de en medio?-
-Es un amuleto con una piedra anti magia, puede absorber cualquier hechizo sin importar su poder o naturaleza, solo tiene un uso, ¿Te la llevas?, a que sí. Si la compras te responderé una de tus preguntas-
-Bueno, bueno- Parecía atacarme en lugar de querer venderme el amuleto. –Me lo llevo-
-Son cinco monedas de oro-
Le di las monedas y guardé el medallón en uno de los bolsillos de mi pantalón. –Dime todo lo que sabes sobre la base militar cerca de aquí-
-No hay mucha información sobre ella, los militares mantienen todo en secreto. Cada día a eso de las seis un camión viene desde la base y lleva provisiones de todo tipo, después regresa y una vez al mes algunos soldados vienen al pueblo y se embriagan en la posada de las afueras, pero eso paso hace como cuatro días, así que no vendrán pronto-
-¿Hay alguna forma de entrar?-
-La base está estrictamente vigilada las veinticuatro horas, además de estar llena de soldados, no hay forma de entrar sin ser visto-
-Gracias-
Salí del mercado, caminé cerca de un parque donde no había nadie y me senté sobre un tronco caído. Un encapuchado sentado solo seguro se veía sospechoso, pero quería asegurarme de no estar siendo seguido, comí un pedazo de pan que compre en el mercado y me reporté con Lyn, al parecer los otros ya habían llegado a la posada.

SANCTUM: Guerras De LyciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora