Capitulo 12: Fuego Caotico

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—Por favor chico, te juro que no se nada sobre ese templo del vacío, soy un simple demonio en el cuerpo de un humano, no sé nada de lo que pasa con las clases altas.
—Entonces. —Dije cortándole un brazo con la espada. — ¿Dónde puedo encontrar esas “clases altas”?
El hombre se retorció del dolor. La espada sagrada cortaba la carne de cualquier demonio como mantequilla.
— ¡No lo sé! —Gritó. —Lo juro.
Clavé la espada en el suelo. —Vamos, ya te he cortado el mismo brazo más de veinte veces. ¿Debería reducirlo a cenizas? —Dije prendiendo una llama en mi mano.
—Vamos Roy. —Dijo Sacra. Desde hace tiempo había adoptado una forma humana, decía que no podía estar en mi cuerpo y que le molestaba estar en la espada. — Este no sabe nada, sigamos buscando.
Tomé la espada del suelo. —Bien, lo terminare rápido. Clavé la espada la frente del demonio, el cual se desvaneció en una nube de oscuridad y se perdió en el aire.


—Ya es el cuarto demonio desde esta mañana y nadie sabe nada.
—Es natural. —Dijo Sacra. —No creo que le informen todo a los marginados.
— ¿Desde cuándo dejaste las formalidades Sacra?
—Roy, ahora cuando te hablo le hablo a alguien con alma de demonio, aún eres mi amo, pero no creo que deba usar formalidades desde ahora. Incluso hay algo que me intriga. ¿Cómo es que puedes seguir usando los poderes del fuego sagrado teniendo un alma oscura?
— ¿A qué te refieres, yo no he sentido nada? —Dije comiendo un pedazo de pan que había comprado hace un momento. —Como sea, me imagino que todos los soldados de Lycia deben de estar buscándome en este momento, así como todo el SANCTUM, enfrentar al director Roark será algo duro.

Tal como lo dije, por toda la ciudad a la que habíamos llegado al amanecer había carteles de “se busca”. Me acerqué a una banca y tomé uno.
“Se busca, peligroso ex miembro de las fuerzas especiales del SANCTUM. Extremadamente peligroso. No se acerquen bajo ninguna circunstancia.”
En el centro había una foto mía, era antigua, ya que el color de mi cabello había cambiado hace poco. Lo primero que hice fue quemar la capucha del SANCTUM y comprar una común y corriente para esconder mi rostro. Casi una semana había pasado ya desde el enfrentamiento con los demonios en la base.

Caminando por las calles me topé con un anciano, de cuerpo frágil y quebradizo, con una barba hasta las rodillas.
— ¿Lo sientes? —Me dijo Sacra. —Ese hombre es un demonio también.
—Es inofensivo, ni siquiera puede moverse.
—Oye, muchacho. —Me dijo el anciano. —Me gustaría hablar contigo un poco, ¿Podrías acompañarme?
—“Que más da” —Pensé. —Al menos le podré sacar algo de información.
Seguí al anciano hasta, una pequeña choza a las afueras de la ciudad. Aunque el demonio fuese viejo no bajé la guardia ni por un segundo.
—No te molestes. —Dijo. —Se bien quien eres y que quieres. Si. Soy un demonio, pero mis tiempos de maldad pasaron hace cientos de años. Estoy viejo como puedes ver. Este cuerpo humano comenzó a fallarme después de los doscientos. Últimamente te has hecho bastante famoso entre todos los demonios chico, nosotros, los de la clase baja te llamamos “El cegador demonio”.  Los de la clase alta te llaman basura.
— ¿Puede contarme algo sobre los de la clase más alta?
—Sé que te has enfrentado a ellos, y me sorprende que hayas sobrevivido. Los de la clase más alta, conocidos como los demonios de elite son devotos del rey demonio. Intentan revivirlo desde hace muchos años. Podrás encontrarlos en el altar oscuro, en el templo del vacío
— ¿Qué sabe sobre ese templo?
—Ese templo es nuestra tierra sagrada, es el lugar donde el rey demonio apareció del inframundo. El lugar entero irradia oscuridad. Ningún mortal puede entrar en el sin tener horribles mutaciones. Pero no eres cualquier mortal por lo que se. Dirígete a la gran estepa de Lycia y adéntrate en el bosque hasta que los árboles, el suelo y todo a tu alrededor se vuelvan completamente negros. Tu única guía serán tus instintos de demonio. Sigue la fuente de la oscuridad
—Gracias anciano. Pensaba matarlo desde que lo vi en la calle, pero veo que usted no hace mal alguno.
—No es como si me quedara mucho tiempo de vida.
—Dígale a los otros demonios, que el caballero infernal va por ellos.

SANCTUM: Guerras De LyciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora