Capitulo 6: Recuperación.

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-Vaya Lyn, aun no deberías tratar de ponerte de pie-
-Ya estoy mejor, llevo cuatro meses recuperándome, ¿No crees que es más que suficiente señor doctor?- Me dijo riendo.
-Bueno, intenta ponerte de pie, esta vez sin ayuda señorita paciente- Le dije sonriendo.
Lyn se sentó sobre la cama y se acomodó el pijama, se hizo una cola de caballo en el pelo y se puso un par de calcetas y unos zapatos.
Desde hace cuatro meses tomamos un descanso del SANCTUM, después de la última misión Lyn quedó muy herida y me dediqué a cuidarla mientras mejoraba. Nos mudamos a una pequeña choza en las afueras de un pueblo, cerca del bosque. En el pueblo corre la historia de un chico que controla el fuego que vive con una chica que no puede moverse y está todo el día en cama, incapaz de ponerse de pie.

Lyn se levantó de la cama con pasos cortos y casi tropezando, estaba muy débil. Sujetaba la herida de su pecho apretando las vendas. Aquella herida fue casi fatal pero Lyn logró, aún conserva las marcas de los rayos producidos por la lanza, que están marcados por todo su abdomen.
-¿Estas bien?- Pregunté.
-Si… Solo me siento algo débil, no es nada, dejando eso a un lado, ¿Quieres ir a dar un paseo?, hace mucho que no veo el bosque, últimamente solo me has sacado al frente de la cabaña cuando te lo pido Roy-
-Bien, vamos. Solo no te presiones mucho-
Lyn se alegró bastante, trató de darme un abrazo pero sabía que eso la iba a lastimar, en cambio le di un suave abrazo, apenas rozando sus hombros, era tan bella y al mismo tiempo tan frágil, como si estuviese hecha de cristal y pudiera romperse en cualquier momento.
Los últimos cuatro meses fueron bastante difíciles, era como cuidar a una niña, a veces su condición empeoraba y en otras ocasiones Lyn se encontraba muy deprimida, llorando con las manos sobre su cara. Pero al final logró salir adelante. Al mismo tiempo tuve que hacerme cargo de todos los trabajos del hogar como encargarme de cocinar, mantener la casa con fuego y claro, cuidar de Lyn, quien finalmente se había recuperado.
A mediodía una anciana del pueblo venia y nos ayudaba con la limpieza, era la típica anciana medio sorda y medio ciega que se encargaba perfectamente de su papel, mientras le pagaran ella no se quejaba, también animaba mucho a Lyn, contándole historias de su vida, ella siempre pensó que los dos éramos una pareja de recién casados, lo cual le causaba mucha gracia a Lyn.

Lyndis salió de la cabaña después de un rato, se había puesto ropa para el campo y una bufanda, hace un tiempo que ninguno de los dos se ponía una armadura, o incluso la túnica del SANCTUM.
-Al fin pude cambiarme sin ayuda, ¿Qué te parece Roy?-
-Creo que te queda bien. Me alegra que te estés mejorando Lyn-
-Es gracias a ti Roy, te has esforzado mucho, solo te he estorbado y he sido una molestia para ti, no sé cómo agradecerte todo esto-
-Solo mejorase pronto princesa- Le dije tocándole el cabello.
-Vaya, ¿A qué viene esa formalidad?-
Reí. -Solo estaba jugando-
Después de un paseo por los senderos del bosque regresamos a la cabaña, Lyn volvió a reposar y se quedó dormida, aproveché ese tiempo para seguir entrenando con la magia de electro.

Y así, los días pasaron y seguimos con nuestra vida diaria. Lyn progresaba rápidamente, después de una semana podía incorporarse sin ningún problema, después de dos semanas la herida comenzaba a hacerse más chica, ya no necesitaba una venda y Lyn salía a dar paseos cortos por el bosque cada mañana. Así fue como los rumores se fueron expandiendo, ya éramos bastante conocidos por el pueblo.
-Oye, Lyn. ¿Puedes usar magia?-
Lyn se puso el dedo sobre los labios. –Ahora que lo mencionas, no lo sé, no lo he intentado en los últimos meses- Lyn levantó su mano y un ligero viento recorrió la habitación.
-Creo que estoy bien, ¿Qué hay de ti?-
-Estuve entrenando estos últimos meses, Rei sigue enseñándome magia de rayo, ya estoy cerca de dominarla, también Sacra me ha entrenado, dice que debo controlar el poder de Inferno si no quiero causar un desastre que pueda destruir toda Lycia-
-Entonces, creo que estamos bien en cuanto a magia-
-Eso espero-

 Esa noche salí al bosque a reunir leña, los días eran cada vez más fríos. Lyn se quedó en la cabaña esperando mientras yo volvía.
-Aegis- La espada apareció en mi mano, después de todo, las dos vainas de las espadas estaban guardadas junto con mi armadura, probablemente llenas de polvo. Con Aegis reuní bastante leña, lo suficiente como para un par de días –Vaya uso para una espada sagrada- pensé.
Un rato después regresé a la cabaña con varios leños sobre mis hombros. La puerta de la cabaña estaba abierta, cosa que me preocupó.
-¡Roy!- Gritó Lyn desde la cabaña.
Solté los leños y corrí a la cabaña.
-¿Qué pasó aquí?- Lyn estaba tendida en el suelo sobre un charco de sangre, ella aún estaba despierta.
-Un hombre entró aquí con un hacha, intentó robar nuestras cosas pero lo mande volando por los aires con magia. Pero esta estúpida herida se abrió, de repente me sentí débil y caí al suelo-
-Déjame ver esa herida- Levanté a Lyn y la puse sobre la cama, Lyn se quitó la camisa que estaba empapada de sangre. Una apertura recorría casi todo su abdomen, la sangre salía a chorros por ratos y las marcas de rayo estaban por todo su cuerpo. Lyn se estremeció. –Duele-
-Esto se ve mal, está peor que antes-
-¿Tú crees?-
Corrí al baño y saqué un botiquín que me dieron en el cuartel en caso de que algo así pasara.
-¿Tenias un botiquín?- Dijo mientras se estremecía.
-Sí, pero es solo para cuidados intensivos- Saqué una esfera verde. –Esto te va a doler-
La esfera era una piedra sanadora, podía curar cualquier herida, pero causaba un dolor insoportable. Activé la piedra con mi magia, un pequeño rayo cubrió toda el área de la herida, Lyn solo gritó fuertemente por un momento. La herida había desaparecido, igual que las marcas del rayo.
Lyn me abrazó fuertemente. –Ya no me duele- Me dijo mientras se aferraba fuertemente a mí. –Gracias Roy- Lyn me besó en los labios, era la segunda vez que lo hacía, esta vez más tranquilamente. Era como si el tiempo se hubiese detenido, solo ella y yo, por un momento.
-Vamos, tienes que descansar, te sentirás bastante agotada por los efectos de la piedra.

El día siguiente fue muy calmado, Lyndis actuaba como si nada hubiese pasado, ya no tenía la herida y quiso ayudarme con las tareas del hogar. Esa noche ambos descansábamos. Lyn leía un libro acostada en la cama mientras yo jugaba con una chispa, en eso alguien golpeo fuertemente la puerta.
-Espera aquí, voy a ver-
Abrí la puerta, había un niño llorando desconsoladamente sobre la entrada.
-Señor, es urgente. Por favor, necesitamos su ayuda-
-Tranquilo, cuéntame que pasa-
-Unos bandidos atacaron el pueblo, eran cientos. Quemaron todo-
Lyn cerró el libro de golpe y se quitó las gafas.
-¿Es eso cierto?- Preguntó. El niño asintió con la cabeza
-Bien. Lyn, quédate aquí con el niño- Saqué la túnica del SANCTUM y me puse la capucha.
-Ni hablar, yo también voy-
-Yo puedo manejar esto, después de todo, el fuego es mi especialidad. Además, alguien tiene que cuidar al niño- Cerré la puerta y me dirigí al pueblo, una nube de humo recorría el cielo y las llamas que venían del pueblo brillaban fuertemente en contraste con el cielo nocturno

Al llegar al pueblo todo estaba cubierto de llamas, no podía ver a nadie ni escuchar nada por el sonido de las flamas. Agité mi mano y disperse las llamas, de repente un llanto rompió el silencio que por unos momentos invadió todo el lugar. Fui a revisar, el sonido venía de la casa más grande.
Al entrar quedé horrorizado, una pila de cadáveres medio quemados estaba en el centro de la habitación, el llanto aún seguía, venia del baño. Entré y encontré un niño llorando dentro de una bañera, empapado de agua.
-¿Qué ha pasado aquí?-
-Ellos vinieron y quemaron todo, mi abuelo me puso en la bañera y la llenó de agua, después solo escuche los gritos. Tenía mucho miedo como para ir a ver así que solo me quedé aquí. Mi hermano mayor corrió al bosque, a pedirle ayuda al hombre que controla el fuego, ¿Es usted?-
-Si… Eso creo, vamos, hay que sacarte de aquí- El niño salió de la bañera y le puse la túnica del SANCTUM.

Al llegar a la cabaña Lyn y el otro niño esperaban mirando desde la ventana.
-¡Hermano!- Gritó el niño pequeño, el cual corrió a abrazar a su hermano.
-¿Qué pasó allá?- Preguntó Lyn.
-Todos murieron- Susurré. –Me comunicare con el SANCTUM, el fuego fue creado con magia, pude dispersarlo con mi magia-
-¿Eso significa que…?-
-Sí, volveremos a la acción-


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Bueno, este capitulo fue algo mas corto que lo normal, espero que les guste
-DarkFlameMaster23

SANCTUM: Guerras De LyciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora