SANCTUM: Guerras De Lycia

Capitulo 8: Las siete espadas sagradas.

—Me llevaré el espíritu del trueno. —Dijo mientras sostenía la bola de energía.
Lo miré fríamente. — ¡Aegis! —Lancé un fuerte tajo con la espada el cual esquivó fácilmente, pero se descuidó y dejó caer la esfera. El chico levitaba sobre un campo magnético, llevaba puestas unas botas hechas de hierro.
—Tomaré esto de vuelta.
Rei volvió dentro de mí.
—Vamos Rei, no pierdas el tiempo con este inútil y volvamos al templo.
— ¡¿A quién llamas inútil?! —Rápidamente le di un golpe con la espada el cual esquivó fácilmente. Alcancé a cortarle un mechón de cabello.
—Lo siento Ren, pero me quedaré con este “inútil”, él es ahora mi heredero del rayo.
—Tonterías, te llevaré conmigo.
—Acércate y te partiré en dos. —Le dije fríamente.
— ¿Heredero del rayo?, tiene rastros de poderes demoniacos. No me jodas.
El chico volvió a aparecer frente a mí y me lanzó otro rayo. Fue fácil desviarlo al envolver mi mano con electricidad.
—Te lo advertí. —Lancé una ráfaga de cortes pero esquivaba todos ellos sin ningún problema. — ¡Mas rápido! —Grité al aumentar la velocidad. No tuvo efecto.
—Vaya, esperaba más del llamado “caballero infernal” ¿Es todo lo que tienes?, Tu esgrima es terrible.
El chico lanzó una chispa que pasó rozando mi cara y me hizo un corte en la frente, el cual me llenó la cara de sangre.
Lancé la túnica del SANCTUM al suelo. — ¡Vuelo del Fénix!
Gracias a las alas de logré aumentar al doble mi velocidad para lanzar cortes aún más rápido. Difícilmente podía ver la espada mientras se movía. Pero el chico siempre conseguía evadir mis ataques.
—Te lo dejare claro. Puedo leer todas las señales eléctricas que envía tu cerebro por lo que se todos los movimientos que harás.
—No me dejas otra opción. —Hice una bola de fuego sagrado en mi mano, concentrando todo mi poder mágico en el. —No puedo dejarte que te lleves este espíritu. Infer… —“Sería una lástima destruir los jardines del castillo”. —Pensé. — ¡Sacra, ve!
Sacra se materializo en el fuego sagrado y atacó al chico con ataques a distancia. Claramente no era capaz de leer sus movimientos.
Lyn abrió de golpe la puerta de cristal que daba a los jardines. — ¡Roy, ¿Qué diablos está pasando?, liberas demasiado poder mágico!
—Vaya,  princesa Lyndis, no esperaba encontrarla aquí.
Lyn miró fríamente al chico. —Chris. ¿Qué haces aquí?, ¿Por qué peleas con Roy?
—Solo vine por Rei, el espíritu del rayo. Este chico inicio la pelea. Además, debe llamarme Ren princesa.
— ¿Disculpa?, tu llegaste y sacaste el espíritu de golpe.
— ¿Así que meter mi mano en tu pecho para extraer un espíritu es considerado como iniciar una pelea? —Hizo una pausa. —Cielos, sí que son sensibles en la ciudad.
—Esté chico es una unidad de elite del SANCTUM y guardia personal de la familia real ¿Te atreves a desafiarlo?
—Solo cumplo mi objetivo, cueste lo que cueste. Sinceramente, el chico no me dio problemas, sus movimientos son toscos; pero cuando invocó al espíritu me vi en un aprieto.
—Creo que en ese caso tendrás que hablar con el rey de Lycia, no podemos perder al sacerdote del rayo, pero tampoco le diré a Roy que no se defienda.
— ¿Dices qué este chico puede vencerme?
—Sí, puede. Ahora vendrás conmigo.
—Inaceptable. Terminaré con el ahora mismo y me llevaré el espíritu.
Le lancé un chispazo mientras estaba distraído lo cual lo dejó inconsciente. —Comenzaba a cansarme de él, que bueno que llegaste Lyn.
—Este chico es Chris Burya, mejor conocido como Ren, el sacerdote del trueno, es una persona importante en la jerarquía de Lycia, pero, atacar a un agente del SANCTUM, ¿Acaso se volvió loco?
— ¿Qué haremos con él?
—Vamos a llevarlo con mi padre, él le dará su castigo. Ayúdame a cargarlo.
Subí al chico a mi espalda, era más ligero de lo que pensé. Seguí a Lyn hasta la sala de la fiesta, en el fondo me gustó ver la cara de espanto de las personas cuando entré con la cara ensangrentada y cargando un chico inconsciente.
— ¿Qué pasa aquí?
—Padre, Ren se metió al castillo y comenzó una pelea con Roy tratando de llevarse el espíritu del rayo.
—Espera, chico, ¿No tenías el espíritu del fuego?
—Ambos están conmigo. —Dije mientras me limpiaba la cara con mi mano.
—Ya veo. Despiértenlo, hace tiempo que quería hablar con él.
Lyn sacudió al chico hasta que abrió los ojos.
— ¿Qué rayos? —Dijo frotándose los ojos.
—Ren, has entrado al castillo sin autorización y empezaste una pelea con un agente del SANCTUM. ¿Tienes algo que decir en tu defensa?
—Rei, el espíritu del rayo, pertenece a la familia de los REN desde tiempos inmemoriales, hace unos años escapó lejos del templo y justo ayer sentí su presencia. Como el nuevo Ren, mi deber era recuperar el legado de mis ancestros, por más terca que sea esa mujer.
—Pasaré por alto tus acciones solo porque hay una cosa que debo pedirte, hablé con las personas del templo y con tu abuelo y estuvieron de acuerdo.
— ¿Qué es, señor?
—Desde hoy vas a entrar al escuadrón de los sabios en el SANCTUM, Lucy estuvo de acuerdo ya que le faltaba un miembro en el equipo. Pero claro, si te reúsas me veré obligado a castigarte por los crímenes que has cometido.
—“El rey de Lycia puede llegar a ser una persona tenebrosa si se lo propone”. —Pensé.
El chico volteo la cabeza hacia un lado. —Bien, lo haré.
— ¿Qué? ¿Así de fácil? —Le dije a Lyn. —Nos entrenamos por un largo tiempo para entrar al SANCTUM y sufrimos muchas pérdidas, y el entra aquí en cinco minutos y es el nuevo miembro de los sabios.
—Se ha entrenado toda su vida en magia de rayo, aunque es una persona a quien no le gusta luchar, debo admitir que es tan fuerte como nosotros.
— ¡Protesto! —Dijo Luke. — ¿Este chico tiene lo necesario para ser parte de nosotros?
—Es una orden Luke. —Dijo el rey.
Luke se quedó de brazos cruzados. —Vamos Luke, no arruinemos la fiesta, vamos a bailar como las demás personas. —Rose arrastró a Luke al centro del salón donde todas las personas se encontraban en el baile.
— ¿De dónde sacaste el vestido?
—Lyn me lo prestó. —Le dijo mientras ponía la mano de Luke en su cadera.
Lyn me limpió la cara con una toalla húmeda. —Vamos Roy, no dejemos que nos roben el protagonismo. —Dijo haciéndome un guiño.
Fue justo como aquella vez, en el torneo de las escuelas de magia, solo que está vez fue Lyn quien me llevó a mí.