Capitulo 10: Elementos

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—Hasta ahora tenemos las cuatro espadas elementales. —Dijo la comandante Lucy. —Aegis, la espada llameante se queda con Roy, Mjolnir, la espada del gran trueno es de Ren, Sieglinde, la espada huracán pertenece a Lyndis, y la espada Leviathan…
—Yuul es la mejor de nosotros en cuanto a magia de agua se refiere. —Lyn tomó la espada y la puso en las manos de Yuul. —Cuídala bien.
Yuul asintió. —Lo haré.
La espada pareció aceptar a Yuul como su portadora.
— ¿Y ahora que, comandante?
—Hay tres espadas en las tierras del oeste, cruzando el gran mar, pero no podemos ir todos por las espadas, alguien debe de quedarse con los titanes y usar la espada sagrada en caso de un ataque de Celúa e incluso de los demonios.
— ¿Qué hay de los cazadores?
—Hace poco resolvieron el caso de los dos niños, sentenciaron a los bandidos y volvieron con sus ocupaciones diarias, pensándolo bien, podrían ayudarnos a encontrar las otras tres espadas, pero no podemos dejar a Lycia sin defensas.
—El gran mar, un gigantesco cuerpo de agua que separa al continente del oeste con nuestro continente, ninguna nave del SANCTUM es capaz de cruzarlo sin quedarse sin energía mágica y hundirse en el océano. El viaje debe hacerse por mar, pero tardaría meses en llegar allá y meses en regresar. —Dijo Lyn.
—Los espíritus… —Hice una pausa. —Los espíritus pueden ayudarnos a llegar allá, he visto a Sacra, Rei y Nobilis teletransportarse de la nada, pueden llevar a algunos de nosotros.
—Creo que es tiempo que me presente.
Yuul se exaltó. — ¿La espada acaba de hablar?
Una mujer con cuerpo de agua salió de la espada. —Mi nombre es Domina, conocida hace tiempo como “la vasalla de la luz”, en realidad soy el espíritu del agua, aparecí porque veo algunas anomalías. Ninguno de los tres; Sacra, Nobilis y Rei, están en su espada. Rei ni siquiera está con el dueño de su espada. ¿Qué pasa aquí?
Los otros tres espíritus se materializaron. 
—Domina, tiempo sin verte. —Dijo Sacra. Su actitud era muy diferente, no actuaba infantil o seriamente, era muy fría
—Me gustaría decir lo mismo espíritu del fuego. Pero no es momento para reconciliaciones. ¿Son los elegidos por las espadas capaces de usar todo su poder?, entonces quiero que me lo demuestren, incluso la chica que elegí debe mostrar su fuerza, los cuatro combatirán contra mí con todas sus fuerzas, les advierto que no voy a contenerme. Nobilis, Sacra y Rei, no se metan en esto.
—Tan arrogante como siempre. —Dijo Nobilis. —Está bien, puedes hacerlo. La princesa del vendaval, el caballero infernal y el espectro del trueno no perderán.
— ¿Espectro del trueno? —Dijo Ren.
—Al antiguo rey de Lycia le gusta poner apodos. —Le dije.
—Y bastante. —Dijo Lyn poniéndose la mano en la frente.
— ¿Qué hay de mí, señor? —Preguntó Yuul.
—Veamos… tu puedes ser… 
—La valquiria del agua. —Añadió Domina. —Si demuestras ser digna del título por supuesto.
—Entonces comencemos con esto, quieres una prueba de nuestro poder, yo te la daré.

El espíritu del agua nos transportó a la gran estepa de Lycia, justo frente al rio. Ya sabía cómo atacaría. Mi mayor problema era el agua, el fuego simplemente no sirve contra el agua.
—Lyn y Ren. Cubran la delantera. Yuul y yo nos encargaremos de rematar.
—No subestimen el poder de mi Sieglinde. —Lyn estiró su mano y un fuerte viento sopló desde las montañas, los arboles del bosque se agitaban fuertemente. La espada apareció frente a ella, una espada curva con empuñadura dorada y una hoja de doble filo con líneas verdes en toda la espada.
— ¡Mjolnir! —Gritó Ren. Un trueno cayó a la tierra y la espada apareció clavada en el suelo.
—Vamos Leviathan. —Del rio salió una corriente de agua la cual se transformó en hielo. Después el hielo se rompió y la espada tomó su forma.
—Vaya, ¿Se supone que debo hacer una buena invocación?, hasta ahora solo sacaba la espada de la nada.
— ¿Pueden darse prisa? —Gritó el espíritu.
—No nos subestimes. ¡Aegis! —Estiré mi mano y unos pilares de fuego salieron del suelo y comenzaron a girar a mí alrededor, de mi mano apareció un halo de fuego del cual salió la espada. Al agitarla todo el fuego se disipo. —Con eso debería bastar.
—Los felicito, me ahorraron tiempo con las lecciones. Al realizar la verdadera invocación de su espada, en lugar de solo hacerla aparecer, hacen que la espada libere todo su potencial. —Sonrió. —Esto se pondrá interesante.

SANCTUM: Guerras De LyciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora