Llevándote en mis sueños / Henry Cavill

Superman ~ 22

Lorenna 🌷:
Cuando ya casi estaba lista para irme, la enfermera me ayudó a cambiarme. Mi papá me había llevado un pants cómodo y un suéter un poco holgado y ligero que fuera fácil de poner.
Le pedí a la enfermera que me diera unos minutos y me quedé sentada en la orilla de la cama, pensando en qué tal vez pudo haber sido Damián, no había otra persona capaz de hacernos eso, pero no sabía qué hacer. Me costaba creer tanto que después de tantos años de amistad, él pudiera habernos hecho eso. Me tranquilizaba que Sabine estuviera bien y que se recuperaría pronto.
Estaba concentrada en esos pensamientos hasta que sentí la presencia de alguien en la puerta, era Henry. Cuando lo vi, se atrevió a entrar.

- ¿Cómo estás?.- se sentó a mi lado tomando mi mano vendada por las cortadas de los vidrios.

- Pues ahora no siento gran parte de mi cuerpo, pero mi cara me duele un poco.- dije recargándome delicadamente en su hombro y sentí cono puso su cabeza sobre la mía.

- Sanarás pronto, cariño. Yo te cuidaré.-

- No lo dudo, gracias amor ¿Sabine está sola?.-

- No no, Chris se quedará con ella toda la noche, y tu papá fue a revisar asuntos del seguro y después a tu casa. Mañana debe trabajar. Así que te llevaré a mi casa, ¿vale?.-

- De acuerdo. Me alegra mucho saber que Sabine esté con Chris. Sé que la cuidará bien.-

- Lo hará, no se separará de ella e igual se ofreció a llevarla a su casa. Ella sólo debe reposar igual.-

- No tuvo alguna herida grave, ¿verdad?-

- No, tranquila. Sólo algunos golpes pero necesitará dormir mucho y despertar cada 4 horas por un par de noches.-
Ambos nos quedamos callados, estábamos muy cansados ya que eran casi las 3:00 de la madrugada.
Henry se levantó quedando frente a mí.

- ¿Lista?.-
Asentí.
Con mucho cuidado, me cargó y me sentó en una silla de ruedas que estaba a lado de la cama, me puso una cobija sobre los hombros y salimos del hospital.
Me llevó a su coche y repitió la acción de cargarme. Dobló la silla y la colocó en el maletero.
El camino hacia su casa fue callado ya que yo me quedé un poco dormida en el camino.
Cuando llegamos, Henry me despertó acariciando un poco mi mejilla, me ayudó a bajar de la misma forma y entramos, las luces estaban prendidas y a toda velocidad salió una señora de aspecto muy amable.

- Señor Henry, Señorita Lorenna... me alegra tanto que estén bien.-

- Gracias Sonia, oh ella es Lorenna...- Dijo Henry aún cargándome.

- Señorita, muchísimo gusto. No sabe cómo lamento la situación y que nos hayamos conocido en estas circunstancias, pero debe saber que estoy aquí para todo lo que necesite y no dude en pedirme algo.-

- Te lo agradezco Sonia. Muchas gracias.- le sonreí débilmente.

- Preparé la cama y los medicamentos que me indicó, están en la mesa de noche junto con una tetera con agua caliente y unas tasas por si gusta algún té.-

- Gracias Sonia, ve a descansar. En verdad te agradezco que nos hayas esperado.-

Sonia nos deseó buenas noches y se fue hacia otro lado de la casa. Algunas veces se quedaba ahí, ya que en varias ocasiones, debía cuidar a Kal.
Henry subió las escaleras y abrió la puerta de su habitación. La cama ya estaba acomodada para dormir. Me acostó en el lado de la mesa de noche con todas las cosas y me tapó.