FÉNIX

Ariana y Martha

Habla Aitana

Lucía no quería dejarme sola pero llegó el día que se tuvo que ir. La acompañé al aeropuerto, luego me fui a la universidad a clases. Cuando aterrizó me mandó un mensaje. Por la tarde me llamaron de la discoteca donde hice la entrevista, me habían cogido, comenzaba ese fin de semana. Cuando llegué a casa por la noche me cené un plato de sopa y esperé a que Lucía estuviera disponible para hablar con ella, a las 22h me hizo videollamada.

A- hola amor :) qué tal?
L- hola cariñooo, por fin puedo hablar, perdona
A- tranquila, estaba esperando verte 🥰
L- ya me he instalado, comparto un piso con dos chicas más que están en la orquesta
A- genial, yo comienzo en la discoteca este fin de semana

En realidad todavía tenía muchas inseguridades y miedos en nuestra relación, tenía miedo que Lucía se enamorara de alguien o se enrollara con alguien porque no me veía lo suficiente buena para ella, pero estaba yendo a terapia cada semana para tratar eso.

L- ten cuidado en ese trabajo amor vale? La noche... nose, no me gusta que trabajes en ese ambiente
A- Irá bien, oye y las compañeras de piso... son españolas?
L- una sí, la otra es alemana
A- aha...
L- de hecho es tarde pero aún no hemos cenado nada pero quería llamarte un rato, han pedido unas pizzas
A- a vale
L- hablamos mañana si?
A- claro :)
L- mañana tienes terapia no?
A- sí
L- vale, ya me dices. Descansa cariño 😘
A- adiós, te quiero
L- y yo :)

Colgamos.

Habla Lucía

Llegaron las pizzas y nos sentamos en el salón a hablar de nosotras para conocernos un poco más. Martha era alemana pero sabía español, era rubia con ojos azules, muy guapa. Ariana era morena de piel, de Sevilla, tenía el pelo largo negro. Ambas eran muy agradables y congeniamos muy bien desde el principio. Tocábamos en la misma orquesta. Martha tocaba la flauta travesera, Ariana el violín. Fue una noche genial, cuando terminamos de cenar me fui a la cama, estaba cansada y al día siguiente me estrenaba en la orquesta.