Habla Aitana
Me miró a los ojos con muchísima ternura. Podía ver en ellos todo el amor que Lucía sentía por mí. Se estiró un poco encima mío mientras nos volvimos a fundir en un beso muy largo...
Le quité la camiseta y el sujetador. Le comencé a acariciar los pechos. Sabía que tenía muchísimas ganas pero se las reprimía por mí. Me comenzó a besar el cuello cariñosamente, me puso la piel de gallina. Mientras sus manos acariciaban mis pechos y sus dedos mojados frotaban mis pezones, cosa que me producía mucho placer...A-..mmm...
Entonces comenzó a lamerme los pezones y mordisquearlos de una forma juguetona.
A-..aah...
Noté que empezaba a humedecerme abajo. Lucía me quitó los pantalones y también los suyos. Estaba observándome en todo momento para saber si estaba cómoda o me ponía tensa, pero de momento lo llevaba bien. Comenzó a besarme los labios mientras su mano se deslizó hasta abajo y comenzó a acariciar mis labios vaginales, comprobando que estaba muy mojada.
Pero entonces me vino aquel chico a la cabeza, no lo pude evitar, y me puse súper tensa. Lucía lo notó y sacó la mano de allí. Me acarició la cara.
L-..mi amor... relájate.. soy yo... no voy a permitir que te pase nada vale? Estás a salvo...
Me decía aquello mientras no dejaba de mirarme a los ojos y acariciaba mi mejilla. Sus ojos me transmitían tanta paz... mi cuerpo se volvió a relajar. Me besó con ternura los labios.
L- nunca haría algo que te hiciera daño... ni permitiré que nunca más te vuelvan a hacer daño...
Mirándome a los ojos, volvió a bajar la mano hasta donde la tenía antes. Esta vez no me puse tensa. Muy despacio, comenzó a meterme dos dedos en la vagina, pero que muy muy despacio.
Yo estaba nerviosa, pero sabía que si la miraba a los ojos todo iba a ir bien. Y así lo hice. Me estaba tratando con tantísimo amor y me transmitía tantísima paz que consiguió que mi cuerpo se relajara por completo y empezara a disfrutar de aquello. Solté un gemido. Ella me sonrió. Me besó cariñosamente los labios y siguió metiendo sus dedos en mi vagina provocándome mucho placer...A-..aaaah...aaaaahhh....aaaaaaahh...!
Comencé a besar sus pechos y a morder sus pezones, puso los ojos en blanco de placer. Sabía que ella también estaba empapada, no me hacía falta tocarla para saberlo, se moría de ganas...
A-..házmelo...
L-..seguro..?
A-..hazme el amor Lucía..Se puso encima mío mientras nos enrollábamos mucho. Iba a hacerlo...
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FÉNIX
RomantikLucía, una chica confundida en el amor, con una familia que la quiere pero que no acaba de encontrar su lugar en el mundo hasta que conoce a Aitana. Una historia de amor difícil, como la vida.