FÉNIX

Como una hija

Habla Lucía

Aitana estuvo una semana en el hospital hasta que le dieron el alta. No podía moverse a penas. Le dolía todo. Le dieron la baja obviamente del trabajo. Estaba en casa todo el día estirada en la cama. Le daba de comer porque ella no podía, le dolía todo, la aseaba como podía. Dimos la declaración a la policía y la denunciamos. Yo dejé de ir a la orquesta para dedicarme a ella al 100%.

A-..Gracias por todo esto Lucía..
L- no tendría que haberte pasado esto..
A-..no sabes con el odio que me miraba
L- está loca
A- dejemos que la policía haga su trabajo vale?
L- sí..
A- pero tienes que ir a trabajar cariño
L- no te puedo dejar así sola
A- pero no puedes faltar tanto al trabajo
L-..ya... pff... llamaré a mi madre, a ver si puede venir a estar contigo vale?
A- me sabe mal...
L- Aitana por favor...
A- vale..

Llamé a mi madre, ya estaban al tanto de lo que había pasado.

L- mamá, necesito que me hagas un favor...
J- claro cariño dime
L- tengo que ir a trabajar y no quiero dejar a Aitana sola porque no se puede mover...
J- no te preocupes cielo, puedo ir yo a estar con ella
L- sí..? Gracias 🙏🏼
J- claro, solo faltaría :)

Desde entonces cada día cuando me tenía que ir a trabajar venía mi madre para quedarse con Aitana y la cuidaba.

Habla Aitana

Cada día venía la madre de Lucía, Joana, a estar conmigo para ayudarme y cuidarme.

A- muchísimas Gracias Joana de verdad... me sabe muy mal que tengas que estar aquí cada día...
J- Aitana... eres una hija para nosotras. Formas parte de la familia, no te ha de saber mal esto, tampoco te mereces estar así..

Esas palabras de Joana me hicieron sentir muy bien. Me sentía súper querida por parte de la familia de Lucía y se lo agradecía un montón... eran mi familia también.