FÉNIX

Tensión sexual

Habla Aitana

Le envié a Lucía la dirección de dónde vivía ahora. Era un estudio pequeño, no podía pagar más. Estaba a las afueras. Llegando la noche picaron al timbre. Era ella.

Habla Lucía

El Barrio estaba oscuro, situado a las afueras, me dio un poco de miedo pero no era una zona conflictiva. Me abrió Aitana la puerta. Llevaba un tejano con una camiseta negra y una camisa de cuadros encima. Se había comprado ropa.

A-..hola, pasa

Entré. Era un estudio chiquitito pero muy mono. Lo tenía bien recogido.

A- quieres tomar algo? Una cerveza?
L-.. vale

Cogió un par de cervezas de la nevera. Me dio una. Se sentó en el sofá.

A- tú dirás

Le dio un trago al botellín.

L-..la cagué muchísimo, pero muchísimo, no debí haberme comportado así, no haberte hecho el vacío... te dije que..nunca iba a alejarme de ti y lo hice... soy lo peor...
A-... me hiciste mucho daño
L-.. lo sé, y no sabes lo arrepentida que estoy, de verdad...

Se había hecho un piercing en la ceja. Llevaba el pelo liso, muy largo. Su tono era marrón tirando a un poco pelirrojo, pero no del todo.

A- acepto tus disculpas, pero, por qué lo hiciste Lucía?

Me quedé embobada mirando sus ojos.

L- eres una persona maravillosa Aitana
A-.. tú también lo eres... aunque a veces te cojan estas venadas... jajaja

Me tomé la cerveza nerviosa.

A- estás bien..?
L-.. estás muy guapa hoy..
A- solo hoy? 🤪
L- tonta jajajajajaja

Nos volvimos a poner serias. Había mucha tensión sexual entre nosotras. No podía parar de mirarla. Estaba tan guapa... ese piercing le quedaba genial. Cada vez estábamos más cerca. Nos mirábamos a los ojos y la boca. Hasta que no pudimos más...

Nos empezamos a besar intensamente. La estiré en el sofá mientras me enrollaba con ella. Qué ganas tenía... sus manos me acariciaron por debajo de mi camiseta. No parábamos de besarnos, nuestras lenguas se entrelazaban. La cogía de la nuca y la apretaba contra mí...