Feliz

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Habla Lucía

Aitana acabó el mes en el supermercado y se despidió. Se hizo una analítica de sangre porque no se encontraba bien y le salió fatal, tenía anemia muy severa. Necesitaba tomarse unas pastillas y comer bien. Necesitaba descansar. Los primeros días que pudo dormir en condiciones no nos lo podíamos creer, por fin podía achucharla por la noche y dormir con ella. Cómo la echaba de menos...

Por la mañana se iba temprano a clase y yo me iba a trabajar a la orquesta y empalmaba con las clases. La verdad que trabajaba muchísimo pero era de lo que me gustaba y no se me hacía pesado, al menos de momento.

Habla Aitana

Aún no tenía trabajo de fines de semana y el primer fin de semana que amanecí abrazada a Lucía pensé que estaba en el cielo. Me levanté sin hacer ruido y le preparé un desayuno romántico. Se lo llevé a la cama.

A-.. despierta mi amorrr 🥰
L-..mm...

Abrió los ojos y me vio con la bandeja sonriendo con el desayuno.

L- y esto??? 🥺
A- para mi niña
L- jo es que eres adorable 🥺

Se la puse delante y me senté a su lado.

A- como no sabía lo que te apetecería he hecho un poco de todo :)
L- vale pero desayuna tú también que no puede ser que tengas la anemia que tienes... :(
A- si, desayuno contigo vale? :)
L- vale :)

Desayunamos juntas, había hecho mucho desayuno, suficiente para las dos. Luego recogí la bandeja y fregué los platos. Lucía hizo la cama y se dio una ducha. Ese día aprovechamos para ir al centro a pasear por el retiro, me encantaba ese lugar, era precioso. Me encantaba estirarme en la hierba a la sombra mientras Lucia se estiraba apoyando su cabeza en mi muslo y yo le acariciaba el pelo. No podía creer el vuelco que había dado mi vida en tan poco tiempo, empezaba a ser feliz y era una sensación maravillosa que nunca había experimentado.

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