Proyecto C.R.E (ONU x FBI)

Situaciones

Imperio tenía el corazón en la garganta e Italia se encontraba agitado, asustado pero por sobre todo confundido ¿Acaso URSS dijo que amaba a Reich? ¿Había dicho eso?

Desde el suelo Italia observaba a Unión que tenía una expresión envuelta en sufrimiento y furia, Italia estaba anonadado, aún no procesaba bien la información, volteando al piso tratando de ordenar sus pensamientos, buscó respuestas en su compañera imperio quien se encontraba tras él, esta solo le dios una mirada seria para luego apartarla, una mirada que mostraba resignación y algo de tristeza, parecía entonces que la confesión le llegó como un huracán cuando vio a Unión derrumbarse frente a él dejándose caer en uno de los sillones individuales de la casa, URSS puso su mano en la cara, el dedo índice y pulgar en sus ojos murmurando varias veces la palabra "mierda"

Italia, se comenzó a levantar con dificultad sin apartar un solo segundo la vista del comunista, sin ni si quiera parpadear, quiso pronunciar algo pero estaba mudo, no tenía seguridad de que era lo que quería expresar, todo su ser comenzó a sudar frio, sentía como su cuerpo estaba tenso y de alguna manera trató de eliminar todas las opiniones que tenía en su cabeza y comprender, se concentró en el sentimiento "amar" y lo que este significaba, de un momento a otro, pareció entender el comportamiento de su amigo pero, aun así...

-Pero... Reich, él no... - Antes de proseguir con su oración, Unión lo interrumpió aún sentado en el sofá, con una voz cortante y apagada adivinando la frase que el contrario diría.

-Él también me ama

Una nueva bala de sorpresa aterrizó en la cabeza del Italiano, ¿le estaban contando sobre un amor correspondido donde uno de los amantes desapareció? Ahora muchas cosas tenían sentido, muchas cosas, desde hace mucho tiempo, pero ¿Realmente eran los mismos URSS y Reich? ¿El mismo URSS que hacía apenas unos días se quejaba del matrimonio Gay? Porque, ambos eran "hombres" ¿cierto? O quizá no... Italia realmente le estaba dando muchas vueltas al asunto mientras trataba de engullirse su opinión al respecto, porque a decir verdad, él estaba "del lado de URSS" cuando se trataban de ese tipo de cosas, sin embargo, eran sus amigos y no quería decir algo estúpido que enojara a Unión, volteo a ver a Imperio Japonés de manera acusadora.

-¿Tú lo sabías?

-Si – Se mostró distante, ni siquiera se dignó a verlo, llevó su té a la boca para darle el último sorbo.

-¡¿Desde cuándo?! – Estaba totalmente indignado, y comenzó a llenarse de ira, se supone que ellos eran los MEJORES AMIGOS, eran el "TRIO DEL EJE" Confiaban el uno en el otro, Imperio y Reich debían haberle dicho a él para intentar buscar una solución antes de que fuera crónico.

-Desde casi el inicio, desde que la segunda guerra mundial comenzó –Su voz parecía triste, y lo estaba, hablar de eso le recordaba tantas cosas, desde su descubrimiento, hasta darse cuenta que su enamoramiento no superado por Third nunca sería correspondido.

-¿¡POR QUÉ NO ME LO DIJERON?! ¡¡UN PROBLEMA ASÍ!! – Demonios, eso último no debió decirlo, algo temeroso volteo a ver a Unión pero URSS implemente parecía no haberlo escuchado, estaba sumergido en sus propios pensamientos.

La tasa se escuchó quebrarse, ahí estaba Imperio, una mujer poderosa, atlética, sarcástica y muchas veces altanera tratando de no llorar, su vista estaba cegada por lágrimas.

-Yo quería decirte pero... debía respetar su decisión de mantenerlo en secreto – Imperio señaló a URSS mientras que con la otra mano apretaba su puño – ¿Podrías perdonarme? –Para este punto, a la mujer no le dolía que Reich nunca aceptaría su amor, eso solo era algo molesto, lo que verdaderamente dolía era la culpa de sentir que había mentido, le había mentido a un gran amigo, el "trio del eje" no solo significó una alianza superficial militar, significó una columna de apoyo, algo que haría que los tres a pesar de las circunstancias y las consecuencias desastrosas de la guerra, saldrían adelante, algo basado en sentimientos y confianza, algo roto por Reich y procedentemente por Imperio, ocultarle algo así a Italia... La asiática había sentido tanta presión por mucho tiempo, pero, ella siempre había dicho que las razones y cosas ajenas debían respetarse, tenía que serle fiel a sus principios.