XVII

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Sin rumbo caminó toda la noche hasta ver el alba llegar, sentada en la puerta de aquel lugar en el que pasó tanto tiempo, esperando a que Yongsun llegase. Su espera no fue larga  pues no tan lejos vio aquella silueta acercarse más y más, traía cargando consigo una mochila.

Cuando la rubia la vio ahí sentada se le puso la piel de gallina, pues ciertamente ella sabe lo que está sucediendo, pero de igual forma esto es inverosímil.

— Solar. — se levantó y abrió sus brazos esperando un abrazo.

Yongsun se acercó a ella y la rodeó, ahora podía sentir una calidez en ella, pues los pasados años pese a que sí podía tocarla, su tacto era gélido.

— ¿Cómo estás? ¿Cómo te sientes? — separándose del abrazo y acariciando su largo cabello preguntó.

— Tengo miedo. — sus ojos se encontraban reteniendo las lágrimas.

— Ven.

Se adentraron a la oficina de la rubia, esto era algo realmente nuevo para ambas.

— ¿Qué es lo que me pasa? No es que no me guste, porque desde luego que esto es agradable, pero… ¿moriré de nuevo? — en su cara se veía reflejada toda la incertidumbre.

— Es algo difícil de explicar.

— Por favor dime.

Le explico que las energías que su alma poseían eran muy fuertes y aunado a eso había algo más que su  deseo de permanecer aquí que la atraía y mantenía atada a la tierra.

— No entiendo — todo era muy confuso para ella.

— Al igual que tú, aquí hay aún mucha gente que se niega a aceptar tu partida y no te ha dejado ir. Así que el hecho de permanecer no era sólo cuestión tuya.

— Pero, ¿por qué reviví? O bueno, como se le pueda llamar a esto.

— Estás viva como un humano, sí. — pausó un momento — Pero no por mucho..

Es que esto podría ser tomarlo ya sea como un castigo o un regalo de los Dioses. La vida se le fue devuelta momentáneamente por no haber caído en la tentación de matar a su asesino, pero lo intentó y es por eso que tiene que pasar por esto.

No sabía qué pensar, su mente iba a mil por hora.

— Tienes solo diez días para hacer lo que quieras como una persona viva, pero en el décimo día deberás ascender y jamás podrás volver a pisar la tierra, al menos no como Kim Jisoo.

— Pero Hyunjin ya ascendió y en su aniversario baja. — él fue uno de los pocos jóvenes que estuvo con ella, pero la diferencia es que él no duró tanto.

— Ese es el precio que tienes que pagar.

Una parte de ella estaba triste, pero pensar en volver la haría perder ese valor que tanto le había costado tomar para ascender.

— No tengo quejas. — sonrió, fue una sonrisa sincera.

— Entonces cambia de ropa. — le extendió una bolsa, la cual contenía un conjunto dentro. — Hace años sigues con la misma.

— Voy corriendo. — lo tomó y se metió al baño.

No pudo cerrar los ojos y dormir, toda la noche se mantuvo despierto y pensando en lo que estaba pasando

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No pudo cerrar los ojos y dormir, toda la noche se mantuvo despierto y pensando en lo que estaba pasando. Le era difícil procesar el ver a su hermana y más en el estado en el que la vio, eso le dolía infinitamente y le causaba ganas de llorar de importancia.

Apenas amaneció decidió arreglarse e ir al panteón donde se encuentra el cuerpo de su hermana. Quería respuestas y bien sabía que una lápida no sería capaz de otorgárselas, pero la chamana del lugar sí.

Sin darse cuenta estaba frente a esa puerta, sus pensamientos no eran del todo claros y ni siquiera estaba seguro de qué preguntar.

Sin más tocó.

— Hola, ¿qué se le ofrece? — Yongsun lo reconoció de inmediato, pues lo había visto todas esas veces que persiguió a Jisoo.

— Hola. — de alguna forma esperaba que la rubia lo deje pasar, pues ella aún no abría la puerta del todo.

— ¡Me encanta como me queda! — expresó la pelinegra al salir, pero esa voz Jin la pudo identificar sin siquiera verla a ella.

Era por eso que Solar no abría la puerta del todo. Él comenzó a sentir una opresión en su pecho y sus ojos comenzaron a aguarse.

— Pasa.

Al abrir la puerta, la chica dentro permaneció seria, no creía que tan pronto vería a su hermano. Aún no tenía claro qué decirle o siquiera si lo vería, pero las cartas ya estaban puestas en la mesa.

— Jisoo… — su voz salió tan delicada y no tan audible y sin esperar más corrió hacia a ella y la abrazó.

— Hola. — tanto fue el tiempo que ambos desearon volver a abrazarse que el poder hacerlo llenaba sus corazones.

¡Hola! ¿Cómo se encuentran? Espero que muy bien my mates

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¡Hola! ¿Cómo se encuentran?
Espero que muy bien my mates.

He estado desaparecida por aquí me parece que ya pasado el mes y realmente no me gusta dejarla abandonada, pero he estado bastante ocupada.

Ha sido un capítulo un poco corto la verdad, pero es justo lo necesario.

¿Les gustó? ¿Qué creen que pase en los siguientes capítulos? Háganme saber todo lo que piensan, los leo
👁️👄👁️

Ahora sí ya estamos en la recta final con esta historia y más emocionada no podría estar.

Por favor sean pacientes con las actualizaciones y gracias por seguir apoyándome ❤️✨

Xoxo

-A🌷

𝕮𝖗𝖎𝖘𝖆𝖓𝖙𝖊𝖒𝖔𝖘 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora