Yongsun se quedó pensando toda la noche, pero no encontraba respuesta así que tuvo que acudir a su abuela. Ella es más sabia y tiene mucha más experiencia dentro de todo esto.
Claro que recibió regaños, pero aceptaba que era su culpa y realmente estaba interesada en ayudar a Jisoo. Quedó con la menor de verse el fin de semana, para ese entonces quizá ya haya respuesta.Por otro lado estaba Jisoo en la universidad disfrutando de ella. Suena raro decir que disfrutaba las clases, pero era cierto. Ahora mismo tenía una clase libre la cual no compartía con la mejor y única amiga de Rosé, aunque dada su situación también de ella.
Caminaba por los pasillos tranquilamente tratando de pasar el rato, y entonces lo vió. Su hermano estaba sentado debajo de un árbol sin nadie a su lado disfrutando de su comida, está vez Tae no lo acompañaba así que sin más decidió acercarse.
— ¡Hola! — ya estaba frente a él de pie con las manos escondidas detrás de su cuerpo.
— ¡Hola! — respondió con una sonrisa y masticando aún la comida.
— ¿Puedo? — hizo seña para dar a entender que quería sentarse.
— Sí, sí. — entonces lo hizo.
— ¿Cómo estás? — Jin le preguntó a su amiga.
— He estado mejor, pero por ahora estoy bien. — sonrió sinceramente. — ¿Y tú? — Rosé casi no era la que empezaba las conversaciones, era un poco callada, por lo que lo tomó por sorpresa.
— Bien, digo las tareas son una locura, pero bien. — las tareas sí que le tomaban una gran parte de su tiempo.
— ¿Cómo está tu familia? — eso sí que lo sorprendió.
— Bien. — dijo a secas, le costaba un poco hablar al respecto.
— ¿Por qué aún no se los has presentado a Irene? — lo único que obtuvo como respuesta fue silencio. — Ya llevan saliendo un tiempo y creo que ya es hora. — dijo con una voz dulce. Jin no habló.
La relación con sus padres era casi inexistente desde que su hermana partió de este mundo. Sus padres al igual que él sufrieron bastante, pero ellos aparentemente parecieron olvidar que aún tenían un hijo. Cuando volvían después de sus viajes no se la pasaban en casa, salían con amigos o iban a la oficina, lo que se hacía llamar hogar solo les traía nostalgia. Seokjin pasaba por lo mismo referente a su casa, así que lo evadía refugiándose en la de su mejor amigo, juntos compartían el sentimiento de pérdida, cada uno a su manera.
— No creo que les interese lo que pase conmigo. — lo pensó, pero inconscientemente esas palabras realmente salieron de su boca.
— Claro que sí, eres su hijo ¿Cómo no les va a interesar lo que pase con él? — el mayor se sentía ganas de llorar, pero prefirió ahorrarse las lágrimas. — Quizá tú hermana no está aquí, pero tú sí. — ella se sentía impotente, pero quería mostrarse fuerte ante él. — Ellos te aman y siempre lo harán. Quizá no lo demuestren, pero es cierto. — con su tacto helado tocó su hombro mostrándole apoyo. — Claro que querrían saber si su hijo el Worldwide handsome tiene novia. —
Él se había autonombrado con ese apodo hace unos años, según él sólo taehyung lo sabía, y claro Jisoo pero ella no estaba más.
Alzó su vista y la vió. No a su amiga Rosé sino a su hermana, Jisoo. Ella le sonreía, su negro cabello largo colgaba como una cascada.
Su corazón empezó a latir rápidamente, entonces cerró los ojos con fuerza y los volvió a abrir, al hacerlo se decepcionó pues lo que había visto no fue su hermana, fue solo un producto de su imaginación.
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𝕮𝖗𝖎𝖘𝖆𝖓𝖙𝖊𝖒𝖔𝖘
Teen Fiction[[ 𝑰𝒇 𝑰 𝒅𝒊𝒆 𝒚𝒐𝒖𝒏𝒈 𝒃𝒖𝒓𝒚 𝒎𝒆 𝒊𝒏 𝒔𝒂𝒕𝒊𝒏 𝑳𝒂𝒚 𝒎𝒆 𝒅𝒐𝒘𝒏 𝒐𝒏 𝒂 𝒃𝒆𝒅 𝒐𝒇 𝒓𝒐𝒔𝒆𝒔 𝑺𝒊𝒏𝒌 𝒎𝒆 𝒊𝒏 𝒕𝒉𝒆 𝒓𝒊𝒗𝒆𝒓 𝒂𝒕 𝒅𝒂𝒘𝒏 𝑺𝒆𝒏𝒅 𝒎𝒆 𝒂𝒘𝒂𝒚 𝒘𝒊𝒕𝒉 𝒕𝒉𝒆 𝒘𝒐𝒓𝒅𝒔 𝒐𝒇 𝒂 𝒍𝒐𝒗𝒆 𝒔𝒐𝒏𝒈 ]] ❝ 𝐶𝑢�...