El día apenas comenzaba, los rayos de sol apenas acariciaba la gran ciudad. Jisoo ya se encontraba despierta, una vez más en el cuerpo de Rosé. Ese día había quedado con Yongsun en verse para que le explicara lo que sabía sobre lo que les estaba pasando, pues aunque de momento era ella quien afrontaba la realidad, una vez se fuera sería Rosé.
Una vez estuvo el día claro se encaminó al cementerio, lugar de trabajo de Yongsun.
— Buenos días. — saludó entrando, ahí se encontraba también Lalisa.
— Buenos días. — ambas primas respondieron al mismo tiempo. Lalisa no había conocido a Rosé en persona, por lo que se sentía cohibida ante su presencia, aunque con Jisoo se lleve de maravilla.
— Siéntate. — hizo caso tomando asiento frente a la mayor.
— Lo que les está pasando es algo un poco complicado de explicar y de entender. — se había pasado toda la noche pensando en como explicarlo — Se dice que los opuestos se atraen, pero cuando se trata de un alma en busca de venganza eso es irrelevante, pues es más fácil acoplarte a un cuerpo con la mismas cargas de energía, pero si buscas salir de este es complicado. — Jisoo permanecía callada sin entender por completo.
— No entendí. — habló Lalisa. — La parte de la venganza, digo Jisoo nunca ha mostrado interés en hacerlo. — la recién mencionada no hablaba solo se dedicaba a escuchar.
— Ella es un alma en pena que la privaron del derecho a la vida, su corazón aun guarda rencor, por eso tampoco puede ascender. — guardaron silencio un rato.
— ¿Por qué Rosé? — por fin habló.
— Porque su encuentro fue un momento en el que ella se encontraba sensible. — respondió la mayor.
— Pero igual cuando logré salir de su cuerpo estoy de vuelta. — eso aun no lo entendía.
— Como he dicho, sus energías se atraen y tú al tener dos años ya deambulando tu alma se está tornando oscura, porque te niegas a aceptar subir llenándote de rencor y ambición. — se quedó callada y es que en parte tenía razón cada vez que veía a personas ser felices veía lo que se había perdido, cada vez que veía a su familia quería pasar más y más tiempo a lado de ellos.
— ¿Cómo puede hacer para salir de una vez de ese cuerpo? — preguntó Lalisa.
— Hay dos formas. — ambas la miraron atenta. — La primera es vengarte de quien te hizo esto, pero eso es ensuciar las manos de Rosé y tu alma. — guardó silencio.
— ¿Y la otra? — preguntó Jisoo, pues obvio no escogería eso.
— Que Rosé esté a punto de la muerte, pues solo ahí su cuerpo te rechazará. — ninguna de las ideas le parecía buena.
— Necesito pensar. — se levantó y salió del lugar.
— ¡Jisoo! — exclamó la mayor.
Jisoo iba caminando distraída hasta que chocó con alguien, aparentemente de mayor estatura.
— ¿Rosé? —
— Tae... — lo miró — ¿Qué haces aquí? — no esperaba encontrarselo.
— Eso me pregunt... — no terminó la oración pues se escuchó el grito de alguien que buscaba llamar la atención de otra persona.
— Kim... — tampoco terminó, pues se dió cuenta que no se encontraba sola.
— Park, ya te dije que soy Park. — dijo Jisoo recordando que estaba en otro cuerpo. Su acompañante solo se dedicaba a mirar la escena.
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𝕮𝖗𝖎𝖘𝖆𝖓𝖙𝖊𝖒𝖔𝖘
Teen Fiction[[ 𝑰𝒇 𝑰 𝒅𝒊𝒆 𝒚𝒐𝒖𝒏𝒈 𝒃𝒖𝒓𝒚 𝒎𝒆 𝒊𝒏 𝒔𝒂𝒕𝒊𝒏 𝑳𝒂𝒚 𝒎𝒆 𝒅𝒐𝒘𝒏 𝒐𝒏 𝒂 𝒃𝒆𝒅 𝒐𝒇 𝒓𝒐𝒔𝒆𝒔 𝑺𝒊𝒏𝒌 𝒎𝒆 𝒊𝒏 𝒕𝒉𝒆 𝒓𝒊𝒗𝒆𝒓 𝒂𝒕 𝒅𝒂𝒘𝒏 𝑺𝒆𝒏𝒅 𝒎𝒆 𝒂𝒘𝒂𝒚 𝒘𝒊𝒕𝒉 𝒕𝒉𝒆 𝒘𝒐𝒓𝒅𝒔 𝒐𝒇 𝒂 𝒍𝒐𝒗𝒆 𝒔𝒐𝒏𝒈 ]] ❝ 𝐶𝑢�...