XVIII

65 10 18
                                    

Podía observarse una vista espectacular desde ahí, pues mostraba la naturaleza que rodeaba el lugar, así como del otro lado era visible la grandeza de la ciudad.

— Es hermoso ¿cierto? — habló Jisoo por primera vez después de un rato de haber estado sentados ahí en silencio.

Apenas el abrazo de su reencuentro culminó, la menor lo tomó de la mano y lo llevó a un lugar en donde pudieran sentir más tranquilidad.

— Lo es. — le sonrió a su hermana.

Siempre quiso volver a verla aunque sea en sueños y decirle todo lo que nunca pudo, pero ahora, todas esas palabras simplemente quedaban circulando en su mente sin encontrar la forma de decirlas.

— Aquí venía todos los fines de semana, porque por aquí podía ver cuando llegabas a visitarme. — señaló el lugar donde yacía su cuerpo y aunque las palabras salían con un tono alegre hicieron un vuelco en el corazón de Jin.

— Quizá suene raro, pero siempre he estado contigo. — tomó sus manos — En los buenos momentos, pero en los malos jamás me separé de ti, no quería hacerlo. Y en serio me alegra que tu corazón finalmente se encuentre más en paz. — le dedicó una sonrisa.

Los ojos del pelinegro empezaron a brotar pequeñas lágrimas, ella se acercó y lo abrazó.

— Perdón. — dijo entre sollozos.

— No, sé cuánto te culpas, pero no es necesario hacerlo porque no es así.

— ¿Por qué no acudiste a mí? — después de un ligero silencio preguntó con una ligera decepción — Decidiste ocultarlo.

— No quería causar más problemas.

— Eso jamás pasará...

— Sí, sí lo hará. — lo miró a los ojos — No sabía cuánto tiempo tenía, no sabía si me iría de repente otra vez sin decir adiós. — tomó una ligera pausa, su corazón latía con velocidad — Eso les causaría un gran daño en algo que siguen superando.

En su mente permanecía la idea de que el avance que tuvieron se derrubambaría nuevamente. Y no soportaría verlos de nuevo así, no podría irse en paz.

— ¿Entonces no le dirás a nuestros padres?

— No. — desvió su mirada, lágrimas comenzaban a recorrer sus mejillas.

— Te extrañamos mucho.

— Y créeme que yo a ustedes... pero es momento que me dejen ir.

Se acercó a su hermana y la abrazó con fuerza, ambos tenían muchos sentimientos guardados, pero por ahora se tenían nuevamente el uno al otro.

El sonido de los tacones se escuchaba por toda la habitación, se encontraba con un rebozo y gafas que ocultaba cualquier facción importante de su rostro

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


El sonido de los tacones se escuchaba por toda la habitación, se encontraba con un rebozo y gafas que ocultaba cualquier facción importante de su rostro.

Se acercó de forma rápida y amenazante al sujeto amarrado a la silla frente a ella.

— ¡Es la primera y última vez que pagó tu fianza! Tú y yo ya no estamos relacionados de ninguna forma. — la rabia estaba presente en su voz.

— Estas no son formas de tratar a tu hermano.

— No eres de mi familia y nunca lo fuiste. — lo empujó con fuerza y la cabeza de él chocó con la pared.

— No pensabas en eso cuando recurriste a mí para hacer el trabajo sucio, porque la princesa no quería sangre en sus manos.

— Yo quería que le dieras un susto, ¡No que la mataras! — se alejó un poco de él, su postura siempre permaneció recta y a la defensiva.

— Entonces no habría diversión para mí. — sonrió, esa sonrisa  escalofriante ante cualquiera.

— Te lo vuelvo a repetir Lee SangBang. — tomó posición frente a frente del sujeto. — Está fue la primera y última vez.

Una carcajada espantosa sonó por toda la habitación y pese a su posición firme, dentro de sí le invadía el miedo.

— Hermanita, esta habrá sido la primera, pero no garantizo que sea la última. — como pudo se acercó más a ella logrando intimidarla — Lo harás las veces que sean necesarias, pues la culpa corre por tus venas y lo noto en tus ojos.

Ahora se veía vulnerable frente a él.

— Además que no quieres ver en las noticias “La mente maestra detrás del asesinato de la joven Kim Jisoo es nada más y nada menos que... — la cercanía era bastante y ella se mantenía inmóvil.— Kim Jennie"

— ¿O eso quieres, hermanita?

La joven Kim inmediatamente empujó la silla y el eco que se encontraba en la habitación se escuchó su caída. Con ira abandonó el lugar.

Lágrimas llenas de furia salían de sus ojos, acabaría con él antes que este lo hiciera con ella.

¡Hola! ¿Cómo están?Espero que muy bien

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

¡Hola! ¿Cómo están?
Espero que muy bien.

Lamento lo corto del capítulo, pero espero les haya gustado, realmente disfrute escribirlo.

Cuénteme qué les pareció, ¿se lo esperaban?

Me despido aquí, espero leernos pronto.

¡Se me olvidaba!
¡Ya son 1k en crisantemos! Infinitas gracias.

XOXO

-A🌷

𝕮𝖗𝖎𝖘𝖆𝖓𝖙𝖊𝖒𝖔𝖘 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora