𝕮𝖗𝖎𝖘𝖆𝖓𝖙𝖊𝖒𝖔𝖘

XI

Carteles por aquí, anuncios por allá, todo por una misma razón, la fiesta de Halloween. Todas las especialidades de la universidad se unían para este evento, haciéndolo uno de los más esperados del año. En dicha fiesta los disfraces son opcionales, pero los que sí los portaban simplemente deslumbraban.

Irene y Seokjin se encontraban mirando dichos carteles y tomaron un folleto para saber más información, la fiesta no les causaba tanta emoción como a todos, pero tampoco pensaban perdersela.

— ¡Jin! — se escucho a alguien llamarle.

— Espera, ahora vuelvo. — le dijo a su novia y fue hacia aquel compañero que lo llamaba.

— Eso es lo que más le emociona a los jóvenes hoy en día. — se sorprendió, pues ella estaba sola. Volteó su vista hacia él, se trataba de Lee Sangbang, el conserje.

— Eso parece. — no es una persona social por lo que no estaba interesada en seguir la plática, además aquél sujeto no le causa confianza. Lee tenía alrededor de treinta años, tiene altura de un metro ochenta aproximadamente y todas sus facciones eran toscas.

— ¿Te molestaría ayudarme en algo? — se acercó más a ella.

Jin se percató de tal acercamiento y la notoria incomodidad de Irene, recordó la advertencia que su amiga por lo que cortó la plática para aproximarse a ellos, pero antes que él lo hiciera Rosé llegó.

— Te estaba esperando. — dijo la rubia al llegar fingiendo una sonrisa. — Vamos. — tomó tu mano, pero Lee tomo su otra mano libre sobresaltandola.

— Te olvidas de esto. —con su mano libre mostró uno de los folletos que había tomado referente a la fiesta.

— No lo necesita. — dijo Jin rompiendo el agarre que tenían. Así los tres avanzaron.

— Eso fue raro. — dijo la pelinegra para romper la tensión.

— ¿Qué te dijo? — cuestionó Jin.

— Nada importante, fue sobre la fiesta de Halloween y que si lo ayudaba en algo. — dijo restándole importancia. — Pero se sintió... Raro—

— Él es raro. — se ganó una leve risa de sus acompañantes. — No dejes que se te acerque. — con una mirada seria se lo dijo a la pelinegra

— En fin, ¿Irán a la fiesta? — la rubia estaba más animada. Ellos solo asistieron como respuesta. — ¿Cuál será su disfraz? —

— No nos disfrazaremos. — confesó Jin.

— No, me han decepcionado. — posó su mano en su pecho para añadir drama. — Eran mi pareja favorita, pero a partir de este momento ya no más. — limpió una lágrima inexistente — Adiós. — la pareja solo reía ante sus ocurrencias.

"— Mamá, no se vale, él es tu favorito. — dijo la pelinegra cruzandose de brazos.

— No es cierto. — su madre le había comprado una consola de videojuegos a su hermano y cuando ella se la pidió se la negaron.

— Sí es cierto, es hora de que lo aceptes. — su hermano lo dijo para burlarse de ella.

— Está bien.  Eres hijo único y yo soy la adoptada. — fingió indiferencia.

— Jisoo... — nombró su mamá.

— No, has roto mi corazón —dijo tocando su pecho.

— Ay, ven acá señorita dramas. — su mamá la abrazó. Durante el abrazó le enseñó la lengua a su hermano burlándose de este."