La ducha fría y larga de la que Hitoshi acababa de salir no le había servido mucho para enfriar la cabeza como le hubiera gustado. Se secó el cabello con una toalla y se puso colonia en diferentes sectores del cuello. Se estaba alistando para ir a la prueba de sonido dentro de un poco más de media hora, y aún tenía que ver cuál de las prendas que estaban apiladas sobre la cama se pondría para combinar con su pantalón.
Tomó su celular sobre la cama, y al desbloquearlo una foto de cierto chico rubio con un rayo negro en el cabello lo recibió como el fondo de pantalla. El sol pegaba en su sonrisa haciendola más brillante y sus ojos más dorados de lo usual. Shinso había capturado eso sin que el otro se diera cuenta en uno de los encuentros del último mes, específicamente la vez que se escabulleron un domingo en la UA con ayuda de las llaves de Aizawa y se quedaron en la terraza viendo el atardecer, de nuevo.
Sabía que conservar una foto del chico sin su consentimiento era incorrecto, pero… eso era lo que hacían los novios, y a Shinso le gustaba fingir que Kaminari era el suyo, que le pertenecía de esa forma pura.
Suspiró, volviendo a marcar su botón de llamada. Había estado tratando de contactarse con él desde la tarde, apenas salió de ese garage después de la discusión con Tokoyami lo primero que hizo fue tratar de marcarle, pero no había estado contestando ni una sola vez.
—Contesta, Denks… vamos, bonito...
Tenía que hacerle saber que Fumikage sabía, y el secreto de ambos ya no era de ambos. Ahora era cuestión de tiempo para que todos se enteraran de lo que los dos habían estado haciendo y tenían que estar preparados porque se les venía la tormenta encima, pero sus llamadas seguían pasando de largo al buzón de voz… ¿Qué podría estar haciendo para no atender el celular en un momento tan límite como este?
—¡Pi-ka-chu!
—Pika para arriba, Pika para abajo, ¡Pi-ka-chu!
Kaminari y Sero estaban en la cafetería del shopping, en medio de un juego de manos de esos que juegan los niños en el colegio, para pasar el tiempo mientras Mina se perdía en las tiendas de ropa comprando vaya a saber Dios qué. Es que después de haber salido del clóset hoy (o algo así) el tema de que Denki tenía un evento al que asistir saltó en la conversación de alguna forma, y lo primero que hizo Ashido al escuchar eso fue arrastrarlos hasta aquí de forma que poco le faltó para traerlos de los pelos.
La pantalla del celular en silencio de Kaminari en una esquina de la mesa se encendía ante la entrada de llamadas… pero este estaba muy distraído como para darse cuenta.
—Ja, gané.
—¡Mah! no es justo, Sero. Tus manos son muy grandes, ¡Podrías darme un manotazo y reiniciarme la vida!
—y qué o qué, las tuyas son muy lent- ¡woah!
—Ay, Auch, ¡Mina!
Ambos chillaron sorprendidos sintiendo que alguien los tomaba de las orejas. Mina los llevó así todo el camino hasta entrar a la tienda, mientras alardeaba de lo genial que era por haber encontrado la ropa perfecta y que debían verla con sus propios ojos. Empujó al rubio a los vestidores tirándole las prendas justo en la cara, y sentó a Hanta en un pequeño sofá a esperar a que el otro estuviese listo.
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Dark Magenta ✧ ShinKami
FanfictionDenki no tenía un Quirk, ese no era su mayor problema: Estaba saliendo con la cantante de Dark Magenta... sin embargo nunca pensó que el baterista podía ser tan atractivo. Pero ese no era su mayor mayor problema: Tenía que lidiar con incontrolable...