Denki no tenía un Quirk,
ese no era su mayor problema:
Estaba saliendo con la cantante de Dark Magenta... sin embargo nunca pensó que el baterista podía ser tan atractivo.
Pero ese no era su mayor mayor problema:
Tenía que lidiar con incontrolable...
Me disculpo por nuestra tardanza, pasaron cosas... PERO acá es cuando fingimos que no pasó nada de tiempo desde el último extra y aún seguimos en la Dark Magenta Week, ok? ok.
¡Estoy súper emocionadx de al fin traerles este capítulo especial! Para ponerles en contexto: esto se desarrolla cinco años después de la trama principal. (lo sé, es bastante, yo también me sorprendí, pero es necesario) Ambxs autorxs trabajamos en este. Y bueno... se hizo un poco largo, poco más de 10mil palabras, así que lo dividimos en dos partes :D
Sin más, ¡Fue muy divertido de escribir! ¡Espero lo disfruten y nos vemos en la parte 2! ( ♡ )
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—Un día eres joven...
Comenzó la mujer. Denki rodó los ojos, pues sabía bien lo que se venía cuando su madre le daba un inicio así a cualquier oración.
—Por Dios, mamá.
—...y al otro te enteras de que tu hijo sin quirk de repente tiene uno del que no sabías; Lo apoyas aunque te lo haya ocultado y le pagas años de estudio en la academia de héroes con más prestigio del país; sufres cuando vuelve a casa lastimado, pero está bien, porque todo eso vale la pena en el momento en que lo ves graduarse y convertirse finalmente en un gran héroe profesional...— después de una lenta y exagerada respiración, ella dejó caer dramáticamente sobre la cama la ropa que estaba doblando. —¡Para que ahora salga con que quiere dejar todo como si nada e irse de gira!
—¡Mamá, no dije nada sobre dejar mi trabajo de héroe! Sólo acompañaré a Shinso y a la banda en su gira un tiempo, es todo.— aclaró por casi sexta vez el joven mientras tomaba la prenda que la mujer había tirado y la metía toda arrugada y hecha bolita en una maleta. ¿Cómo iba a dejar algo que tanto le había costado lograr, incluso más que el promedio de la gente? Claro que no. —Por cierto, no es necesario que me ayudes a empacar, ya estoy bastante grande, ¿No crees?
—¡Un baterista, hijo! ¿No podías enamorarte de un banquero? — exageró ella, pero era obvio que bromeaba. A ella le agradaba la pareja de su hijo, ya que notaba que ambos chicos eran el balance necesario para el otro. —En fin, ¿Llevas bloqueador solar?
—No habrá conciertos en la playa.
—¿Y tu shampoo especial para tu pelito lindo rubio? Tienes que cuidartelo, no queremos que quedes calvo como tu abuelo y próximamente tu papá.
—¡No voy a ser calvo!— Sus quejas fueron interrumpidas cuando su celular sonó con el tono de notificación especial que tenía para su novio. Había recibido un mensaje de Hitoshi preguntándole si iría al garaje. Solo eso fue necesario para poner en el rostro del rubio una felicidad indisimulable.
—Puedes ir.
—¿Huh?— cuando levantó la mirada de su celular hacia la mujer la vio sentada sobre la maleta. ¿En qué momento llegó ahí?
