Dark Magenta ✧ ShinKami

14: Impactar

Jirou era una persona directa. La vez que la conoció fue porque ésta se encontraba metida en una discusión con otro cliente. Denki tuvo que intervenir pues las cosas parecían querer subir de nivel y Mic lo despediría si se llegara a enterar que no hizo nada para evitar una pelea en la tienda. 

La sinceridad de Jirou le parecía algo genial, pues ella no tenía miedo de decir lo que pensaba aunque eso significase llevarle la contraria a muchas personas. Denki envidiaba eso, en especial en estos momentos en los que se sentía perdido. Perdido pues ya no sabía qué pensar sobre todo lo que le estaba ocurriendo. Desde pequeño, desde que nunca manifestó su quirk, todo el que lo rodeaba le decía que era extraño, que era un defecto, que nunca lograría ser normal. Eso le obligó a alejarse de todos, a ser cuidadoso con la gente con la que se juntaba, pues tarde o temprano todos terminaban lastimandolo. 

De una manera u otra.

Denki se daba cuenta en estos momentos que había bajado la guardia. Estaba disfrutando tanto del momento que se le había olvidado estar al pendiente de sus alrededores, pues la vida tenía la costumbre de arruinarle las cosas de la nada.

—Denki, tenemos que hablar—. Nunca hay buenas noticias cuando se empieza una plática así. Denki lo sabía de experiencia.

—Claro, ¿qué pasa? 

—¿Podemos vernos? No me siento cómoda diciéndolo por celular.

—Claro. Voy para allá…

—No. ¿Podemos hablar en tu casa? Estoy por la zona.

—Claro. Aquí te veo—. Y sin más que decir, colgó la llamada. 

A Kaminari le gustaba Jirou, esa era una realidad. Desde que la peli-morada empezó a frecuentar Hanabie, no pudo evitar enamorarse de ella. La manera en la que se tardaba horas eligiendo un disco, las veces que llegaba irritada porque se le había roto una cuerda de su guitarra o los días que ponía excusas para ir a ver al rubio. Hasta después de que se hicieran pareja habían tantas cosas que Denki amaba de ella, como, por ejemplo, la manera en la que se sonrojaba cuando Denki usaba apodos demasiados melosos, o cuando este se le quedaba viendo por un buen rato, tanto que la peli-morada se ponía nerviosa y le empujaba juguetonamente. 

Habían tantas cosas que no estaba listo para dejar ir.

Cuando Jirou llegó, Denki podía notar que algo tenía su novia, parecía nerviosa, algo que se ve raramente en la chica. Cuando la invitó a pasar, Jirou se adentró en la casa sin mirar al contrario. Volteó a ver a todos lados como buscando o esperando algo y después se volteó con su novio

—¿Están tus padres en  casa?

Eso lo tomó por sorpresa—. No, ¿por qué preguntas? ¿Está todo bien, necesitas ayuda?— Intentó acercarse a la chica que se encontraba en medio del pasillo de entrada. Esta retrocedió un poco, manteniendo su distancia.

—No, no estoy bien. Necesito que seas sincero conmigo, ¿está bien? Nada de rodeos.

—Está bien, pero--

—¿Estás saliendo con Shinso?

El mundo se congeló. Denki no sabía cómo reaccionar. ¿Por qué le dolía si de todas maneras él estaba intentando hablar con ella al respecto? ¿Por qué su corazón estaba latiendo tan rápido? ¿Por qué estaba comenzando a temblar?

—Denki, no me has contestado. Estás saliendo con él, ¿si o no?

—Yo-

—¿Cuánto tiempo pensabas ocultarlo? ¿Hmm? ¿Tenías planeado siquiera decirme? ¿Estaba en tus planes?