Dark Magenta: On Tour! (Pt.2)

1K 139 88
                                    

—¡Kams no, no puedes comerte los pepinos! ¡Son para los ojos!

—¡Pues lo siento, estoy estresado!

La idea original de Jirou era pasar la noche antes del primer concierto de la gira relajándose en su habitación de hotel, dedicando unas horas para sí misma… pero cuando Kaminari entró al cuarto como si nada quejándose y prácticamente lloriqueando, cambió los planes: ahora una canción de Doja Cat sonaba de fondo mientras tenían una sesión de self-care juntos como los besties que con el tiempo habían aprendido a ser.

—Lef me be youfr womaf, womaf, womaf, womaf— cantaba Denki como podía con una rodaja de pepino en la boca mientras trataba de hacer, acostado, los pasos del famoso trend. Kyoka le exigía que se quedara quieto, porque le estaba aplicando crema en el rostro y si se seguía moviendo podría meterle por accidente crema en la nariz. —Como te decía: Shinso no me quiere.

—Sabes que eso no es cierto, no seas dramático.

—¡No alcanzaba a sentarse a comer conmigo que ya se estaba levantando de nuevo, Jirou! Juro que si escuchaba una— levantó un dedo en señal de "una" para enfatizar su punto— sola vez más el ruido de la silla moviéndose iba a gritar en medio del restaurante.

—No lo hizo a propósito, sabes que una gira es importante para cualquiera, más para nosotros que venimos de un garaje... La verdad, sé cómo se siente.

Al escuchar lo último y el cambio en su tono, él giró el rostro para mirarla, haciéndole saber así que tenía toda su atención.

—¿Todo bien entre Momo y tú?

—Lo mismo que ustedes. Tampoco hemos podido pasar tiempo juntas últimamente… pero ella me dice que lo entiende y hace lo posible para que no me sienta mal por eso. Es tan dulce, paciente y comprensiva, me hace feliz, ¿sabes?

—¿Los escuché hablando mierda sobre mí?— entró Yaoyorozu a la habitación de repente.

—ihhh ¿La señorita educada acaba de decir "mierda"?— preguntó Denki incrédulo, riendo por la sorpresa.

—¿Viste? Yo se lo enseñé— dijo la peli-morada orgullosa como si fuera un gran logro, mientras su novia iba a abrazarla y darle besitos en la mejilla.—… y digamos que se emocionó un poco.

—Pero qué mala influencia eres. ¡Corrompiste a la nena!

—Oh, cállate.

El cuarto de hotel se llenó de risas, y mientras Denki se preguntaba si acaso la pelinegra sabía siquiera cómo usar las malas palabras, la sesión de self-care continuó ahora con una integrante más. Jirou no pudo obtener la relajación que esperaba, pero sí se divirtió y logró disipar los nervios que pensar en el concierto le provocaba… momentáneamente.

 Jirou no pudo obtener la relajación que esperaba, pero sí se divirtió y logró disipar los nervios que pensar en el concierto le provocaba… momentáneamente

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


A la mañana siguiente Denki se cayó de la cama primero que todos y los despertó de forma caótica como era de esperarse, a los gritos y almohadazos. Estaba más emocionado y exaltado que ninguno, apresurandolos y excusándose en esa prisa para sentarse en las piernas de Shinso durante todo el desayuno porque decía que así ahorraría tiempo en ir a buscar una silla. Hitoshi no se quejaba, él aprovechaba para darle mimos a su novio: cada mordisco a la tostada equivalía a un nuevo beso; el primero fue en el hombro, e iba subiendo hasta que para su último mordisco el beso había llegado a la mejilla.

Dark Magenta ✧ ShinKamiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora