Evan...Styles. (Segunda parte de "Esposo posesivo")

Capítulo 28: "Necesidad".

Narra Isabella.

Ya casi se cumplía un año entero desde que Evan se llevó a Ally sin dejar rastro alguno.

Cada día algo moría dentro de mi. No podía procesar que mis primeros dos hijos estaban desaparecidos. Y me costaba más aún aceptar que uno de ellos fue el que lo planeó todo.

¿Qué había hecho mal para merecer más dolor?

Los policías seguían llevando el caso, no nos habíamos detenido ni un sólo día, pero... aún no teníamos nada.

Mi embarazo fue complicado. Mi bebé estaba grave y a pesar de que ya había nacido, aún no podía tenerlo conmigo. Había tenido un varón.

Cuando llegó la hora del parto, ya estábamos advertidos sobre lo complicado que podría ser. Tanto que me preguntaron si en un momento dado estaría yo como prioridad, o mi bebé. Obviamente yo escogí al bebé. Liam estuvo en desacuerdo, pero él no tenía voto en esto, ya que no estábamos casados.
Estuve a punto de perder la vida, al igual que mi bebé, pero, ambos sobrevivimos. Mi cuerpo no le brindó lo necesario y cuando nació, no podía respirar por si solo, por ello seguíamos en el hospital después de un mes. Ni siquiera había podido alimentarlo yo misma. Sentía demasiada tristeza todo el tiempo.

Liam no había desistido en seguir buscando, lo cual le agradecía con todo mi corazón. Él no merecía ser parte de esto, Liam era un buen hombre y merecía una mejor vida que la que estaba llevando a mi lado.

—Bella, traje algo de comer.

Miré sobre mi hombro y curvé levemente mis labios. Liam había llegado con la comida. Yo no salía de la habitación en la que estaba mi bebé, nunca me separaba de él.

Era doloroso verlo conectado a todos esos tubos, pero necesitaba todo aquello para poder respirar. Sus pulmones eran tan débiles que no resistirían más de dos segundos.

Liam me envolvió entre sus brazos y besó mi cabeza mientras yo seguía mirando la pequeña cabina en la que estaba mi bebé.

—Será fuerte entro de poco Bella, ya verás, y podremos llevarlo a casa —murmuró intentando alentarme mientras sobaba mis hombros. —Vamos a comer un poco, no has comido bien.

Asentí y me puse de pie.
Ambos nos dirigimos a la mesita que estaba junto a la ventana y tomamos asiento en el estrecho sofá de hospital.
Liam sirvió nuestra comida, y como pude comencé a comer. No tenía apetito casi nunca. No podía parar de pensar tantas cosas que ni siquiera sentía hambre.

—He sentido algo extraño dentro de mi pecho últimamente —murmuré dejando mis cubiertos a un lado.

Liam en seguida volteó mirándome asustado.

—¿Qué sientes?, ¿te duele algo?, ¿quieres que llame a un médico? —se apresuró a preguntar y negué.

—No, no, es diferente, es como...no lo sé, siento que algo malo está ocurriendo y sólo puedo pensar en Ally y en Evan —suspiré. —Nunca había creído eso del instinto de madre, pero creo...creo que eso es lo que siento, y no es bueno, estoy asustada, no sé cuánto más voy a resistir así, Liam.

No pude más y me eché a llorar. Llorar no arreglaba nada, yo estaba muy consiente de eso. Pero liberaba aquella pesadez, aunque no del todo.

Liam se levantó y me brindó su calor atrapándome entre sus brazos para consolarme.
No entiendo cómo me tiene tanta paciencia, es un hombre increíble. Siempre está ahí acudiendo a mis llamados, consolándome y tratando de alejar mis tristezas.

—Oye, tranquila —susurró acariciando mi cabello. —Tenemos que ser fuertes, y más ahora que esa personita de ahí —pausó para mirar la cabina en la que se encontraba nuestro bebé. —Lucha por su vida, debemos ser fuertes por él, Bella, no debes derrumbarte, se que duele, y también soy consiente que tu dolor y el mío no son iguales, pero, si tú te derrumbas, no podré hacerlo solo, te necesito para salir adelante y encontrar a Ally, tenemos que seguir en pie.