Evan...Styles. (Segunda parte de "Esposo posesivo")

Capítulo 20: Isabella: "Picnic."

—Casi en la actualidad, unos meses antes del cumpleaños número dieciocho de Ally y Evan.

Guardé las carpetas que tenía sobre el escritorio y suspiré.
Había sido un largo día, la cabeza me estaba matando, necesitaba descansar, pero, antes comería algo, estaba hambrienta.

Tomé mi maleta y salí de la oficina en dirección al área de papeleo, me aseguraría primero que Liam ya hubiera terminado también, para poder irnos juntos.

—Hola Bella —dijo en cuanto me vio entrar.

Le sonreí.

—¿Ya nos vamos?, muero de hambre, podríamos pasar a comer antes, yo invito —hablé con rapidez, Liam soltó una risita.

—Me toca invitar a mi, y sí, ya nos podemos ir, justo terminé, ¿quieres ir a algún lugar en particular?

Liam comenzó a guardar sus cosas y divagué en mi mente. Sólo tenía hambre, no importaba el lugar.

—¿Quieres comer comida japonesa? —preguntó al no escuchar mi respuesta.

Asentí sin más, me encantaba la comida japonesa.

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Liam y yo nos encontrábamos en su auto, justo en el jardín de mi casa.

Ya habíamos comido y la verdad me sentía mejor ahora, sólo necesitaba ver a mis hijos y todo estaría de maravilla.

—Nos veremos mañana —le dije a Liam en forma de despedida y le di un beso en los labios.

Él me detuvo antes de que pudiera abrir la puerta del auto para bajar.

—Bella, antes de que te vayas —calló un momento. —¿No has notado cambios en Evan?, ¿algo que llame tu atención?

Negué.

Yo veía a Evan muy bien. Lo empecé a medicar desde que supe todo aquello. No le dije nada, si lo hacía...era probable que lo apartaran de mi y de Ally, y no podría soportar algo así, jamás.

Mediqué a Evan a través de sus comidas. Al principio él mencionaba que su comida sabía diferente, pero con el paso del tiempo dejó de notarlo, o simplemente dejó de importarle. Él no tiene idea de nada, no sabe que yo encontré los papeles, mucho menos que lo he estado ayudando.

—Si me preguntas esto por el hecho de... —Liam me interrumpió.

—No lo menciono por eso, en realidad, es difícil mantener lo nuestro en secreto, pero, no me molesta, sólo...es extraño que le tengas miedo a tu propio hijo, Bella, no está bien.

—Es un poco celoso, pero eso no tiene nada que ver con su enfermedad, créeme, sólo son celos porque extraña a... —tragué saliva.

—A Harry —completó y asentí. —Confiaré en ti, Bella, pero cualquier actitud extraña...

—Yo te diré, sí, gracias por preocuparte —le sonreí y abrí la puerta para bajar. —Te amo, nos veremos mañana —me despedí y caminé hacia la entrada con rapidez.

Liam me miró un poco extraño, pero igual me devolvió la sonrisa y me dijo "adiós" con la mano.
Esperó a que yo entrara a la casa y luego se fue.