Evan...Styles. (Segunda parte de "Esposo posesivo")

Capítulo 24: "Pesadilla"

—NARRA EVAN (ACTUALIDAD)

Yo siempre me dije a mi mismo que jamás le haría daño a mi madre, ni a Ally.

Yo sabía perfectamente que mi único propósito en la vida era cuidarlas, protegerlas, hacerlas felices...¿a caso había hecho algo mal?, ¿a caso no las cuidé bien?, ¿les había hecho daño?

“No, no, no, tuyas, tuyas, tuyas"

Las voces resonaron en mi cabeza una y otra vez. Me aseguraban que todo lo que hacía estaba bien, pero, ¿por qué me sentía así?

Algo dentro de mi se detuvo y miré bien lo que ocurría delante de mi. Tenía a Ally aprisionada contra mi cuerpo. Ella estaba temblando mientras mantenía sus ojos cerrados.
Los botones en su blusa habían sido separados del otro extremo. Su pecho estaba a plena vista ya que ella no estaba usando  sostén. ¿Cómo habíamos terminado de está manera?

“Es tuya, tuya, tuya, nuestra..."

Había perdido el control, no recordaba nada en concreto, sólo haber dormido y luego...
Analicé a mi alrededor, las llaves estaban en el suelo...pequeños falshes atacaron mi mente y entonces lo descubrí. ¿Ella disfrutaba esto?

—Ally... —murmuré cerca de su rostro.

Sus ojos aún estaban cerrados y temblaba como si fuera una gelatina.

Sus ojos se abrieron y quedé hipnotizado al verlos tan brillantes y profundos. ¿Qué estábamos haciendo?

Iba a decirle algo, pero bajé la mirada hasta su desnudo pecho y sentí calor dentro de mi garganta. Yo había deseado tener a Ally completamente para mí por mucho tiempo, pero siempre esperé, quería que ella me deseara de la misma forma.
Las voces me pedían una y otra vez continuar, que era lo que necesitaba, lo siempre había querido...y era verdad.
Pronto el calor subió de mi garganta hasta mí frente y me apoyé en el pecho de Ally. Olía estupendo, ese aroma natural combinado con su jabón de baño era...hipnotizante. No pude evitar mordisquear un poco su cuello a lo que ella se tensó en seguida.

—Detente...por favor —suplicó.

Quería hacerlo, de verdad, quería detenerme...pero por otra parte... teníamos que dar el primer paso e ir más allá. Ally sería mía, al fin.

No haría nada que ella no quisiera. Su voz me suplicaba detenerme, pero su cuerpo...su cuerpo pedía más.

Acaricié su pecho con las puntas de mis dedos explorando su suave piel. Cada tacto le ocasionaba poner sus diminutos cabellos de punta, ¿lo disfrutaba, no?
Ella seguía con los ojos cerrados, los forzaba a mantenerlos de esa manera, quizá era su manera de evitar pensar en mi, y no quería eso, ella tenía que estar consiente de lo que sucedía, porque así sería de ahora en adelante, formaríamos nuestra propia familia, los dos juntos.

—Ally, mírame —pedí y ella se inmutó.

No hizo nada, ni siquiera movió un sólo músculo.

Me incorporé dejando de presionar su cuerpo, quizá en la cama estaríamos más cómodos...

—Ven —tendí mi mano hacia ella.