𝟎𝟑𝟓. where lovers go

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CAPÍTULO TREINTA Y CINCO,WHERE LOVERS GOunknow

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CAPÍTULO TREINTA Y CINCO,
WHERE LOVERS GO
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Hachiro abrió los ojos con suavidad, sin acostumbrarse a la luz que de repente invadió su visión

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Hachiro abrió los ojos con suavidad, sin acostumbrarse a la luz que de repente invadió su visión. La pereza en sus párpados solo creaba una fuerza inversa que tentaba al cansancio a permanecer allí, con sus orbes ocultos del ambiente. El sol sobre su cuerpo comenzaba a molestarle la vista, por lo que instintivamente giró en su lugar para cubrirse de su cálido tacto. No sabía que hacía allí, ni porqué había tanto trigo a su alrededor.
Pero el picor que producía este mismo contra sus mejillas era demasiado real como pada tratarse de un simple sueño.

Lo último que tenía en su mente, era el recuerdo de haber sido dañado por su enemigo y las armas que manipulaba. Pero ahora, se veía allí, vestido con una camisa muy larga para su cuerpo y unos shorts del mismo tono blanco que esta. Cuando pasó sus manos en su lo longitud sedosa descubrió su delicada composición, notando a su vez como dejaba traspasar su cuerpo más pálido que de costumbre.

N se perdió en detalles porque pronto, una sombra se alzó a sus espaldas llamando su atención. Hachiro giró levemente, ya algo más acostumbrado a la luz de su entorno, encontrándose con una figura que lo dejó estático. Un Bakugo neutro, quien al ver sus ojos mostró una leve sonrisa posarse en sus labios.

─Te encontré.

El corazón le dio un vuelco.

Se veía como un ángel. Jamás lo había visto tan tranquilo en su vida. Sus mejillas lechosas tintadas de un tono rosa palo, cubriendo la longitud de su sonrisa a su vez con un brillo tierno nunca antes apreciado ante sus mortales ojos. Su cabello lucía mucho más sedoso que de costumbre, moviéndose a la par de la suave y silenciosa brisa del ambiente, demostrando así cuan relajado se postraba su ser frente suyo.

Pero ese no era su Katsuki Bakugo.

Hachiro parpadeó confundido y asintió, mientras involuntariamente su mano izquierda se enredaba en su camisa, a la altura del pecho.─Me encontraste.─afirmó, casi en un susurro, pendiente de un hilo de voz.

─¿Qué haces en el suelo? Vamos, llegaremos tarde.─la voz del rubio se hizo presente mientras se agachaba a la altura de Hachiro desde el suelo, para acto seguido tomarlo de su cintura con ambas manos. El pelinegro se sintió sin fuerzas como para quejarse cuando Katsuki lo sentó sobre sus hombros, pasando sus piernas por cada lado de su cabeza.

𝐈𝐊𝐈𝐆𝐀𝐈! bakugō katsuki ✶ male ocDonde viven las historias. Descúbrelo ahora