𝕮𝖆𝖕.18: 𝕰𝖘 𝖑𝖆 𝖚́𝖑𝖙𝖎𝖒𝖆 𝖋𝖔𝖗𝖒𝖆~

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— Mírame y dímelo —

La determinación que mantenía el pelimenta parecía inquebrantable. En cambio, a Jimin, su corazón le delataba de la misma manera que sus ojos.

— No — dijo, sin más qué decir.

— ¿No? — le inquirió Min.

Si planteaba su panorama, se encontraba huyendo de la verdad, de esa palabra de cinco letras que su mente gritaba sin tapujos.

— Entonces, me quedaré con él — espetó Yoongi, fijo a continuar sonsacándole.

Solo entonces, la rabia que permanecía en el cuerpo de Park, no evitó más el escape.

— ¡No es un objeto por el cual pelear! — siseó entre dientes, dando mostrar su mera disconformidad.

Mientras que, Min celebraba internamente, porque ahí se encontraba el punto de quiebre que quería desatar.

— Para mí lo es — agregó bajo escarnio, sofocando más al menor.

Frunciendo el entrecejo ante tales palabras...

— ¡Él jamás se fijaría en alguien como tú! — vociferó cansino el pelirrojo. — Alguien que, por mucho que aparente gallardía, en realidad duda de sí mismo mediante cada respiro, ¡nunca sería una opción para él! —

Y, ¡guau! Esas palabras sucumbieron en el mayor cómo qué.

— N-No lo haría — anexó el pelimenta.

Y Jimin pudo percibir la escualidez en su voz.

— Deberías comer, y valorar un poco a quienes de te brindan cariño sincero a primera instancia — sumó de continuo, caminando hacia la puerta. — Y respecto a JungKook, es un hecho que hará todo lo posible para que estés bien siempre, aun cuando sea quien pierda más en el camino —

Sin más, Park vio salir al chico, sin embargo, la culpa de que "tal vez" dijo algo cruel, quedó carcomiéndole. No obstante, tras dar un suspiro, muy en contra de su voluntad comió lo que llevó el pelimenta a la habitación, pero tardó más en terminar el plato, que ir hacia al baño a vomitar todo.

Estando semiflexionado al váter, se reincorporó y caminó hacia el lavabo. Seguidamente, abrió los gabinetes, percatándose que tenía un paquete de cepillo dental. Mas no era lo único que tenía, pues todo un equipo de higiene personal intacto se encontraba a su mera disposición.

''Y respecto a JungKook, es un hecho que hará todo lo posible para que estés bien".

Recordar esas palabras, cavaron un hueco profundo en su alma. Tomó el cepillo tras quitar el envoltorio de la cajita, y no evitó sonreír al notar que ya estaba esterilizado. De continuo, colocó una capa de pasta dental y empezó a lavarse los dientes, pero verse en el espejo y rodeado de lujos que en su vida había visto, se sintió mal.

Mal, porque, a pesar de que su madre luchó día a día para darle de todo, siempre y cuando estuviera en sus manos, él deseaba rodearle de lujos algún día, de hacerle saber que la amaba a cada instante mientras el tiempo cobraba la factura de vida, la vejez. Sin embargo, no pudo.

Injustamente, el tiempo se la quitó antes de siquiera intentar regresarle un poco de lo que la humilde mujer le brindó.

Luego de terminar de cepillarse y lavarse el rostro, salió del baño. No dudó en regresar a la cama, pues la cabeza dolía horrores, además necesitaba dormir para poder pensar claramente cómo haría para escapar de ese lugar.

Y no pasó media hora cuando alguien ingresó a la habitación, por tanto, no tardó en ponerse guardia.

— Es ropa — escuchó decir a un chico alto y de cabellera gris, mediante una leve sonrisa que marcaba unos hermosos hoyuelos en sus mejillas.

¡𝐒𝐨𝐥𝐨 𝐄𝐫𝐚 𝐔𝐧 𝐂𝐚𝐣𝐞𝐫𝐨!~||❍︎𝐊𝐨𝐨𝐤𝐌𝐢𝐧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora