¡𝐒𝐨𝐥𝐨 𝐄𝐫𝐚 𝐔𝐧 𝐂𝐚𝐣𝐞𝐫𝐨!~||❍︎𝐊𝐨𝐨𝐤𝐌𝐢𝐧

𝕮𝖆𝖕.6: 𝕰𝖗𝖊𝖘 𝕴𝖒𝖕𝖔𝖗𝖙𝖆𝖓𝖙𝖊~

Al día siguiente, el pelinegro, abrió los ojos y tras mirar, a quien le tenía atrapado entre brazos y piernas, una tonta sonrisa adornó sus labios.

Soltando un suspiro de felicidad, acariciaba la espalda, aún desnuda de su amante pelirrojo; realmente, se encontraba feliz, y demasiado. Segundos después, con sumo cuidado, se fue separando del menor.

Cuando pudo salir de la cama, sin molestar el profundo sueño de Park, se colocó de pie y miró el caos de la habitación. Todas las vestimentas, se encontraban esparcidas por esta, por lo que, tras revolver un poco sus hebras de cabello negro, buscó su ropa.

Al encontrar su ropa interior, no dudo en colocársela, por el momento. Simultáneamente, se dispuso a levantar, y ordenar la ropa de su acompañante, la cual, al tenerla sumamente doblada, la colocó encima del buró que yacía al lado de la cama.

Sin evitarlo, volvió a mirar, al hermoso hombre con el que había pasado la noche, y quiso volver a meterse entre las sábanas y acurrucarlo en sus dotados brazos, pero recordó que tenía que pedir el desayuno; bueno, más bien, el estómago le recordó eso.

Depositó un casto beso en la cabeza pelirroja y se dirigió hacia al teléfono para llamar a servicios de la habitación, y realmente, no dudo en marcar. Tras pedir un buen desayuno tanto para el pequeño Jimin como para él, empezó a buscar su móvil, necesitaba pedir un enorme favor a uno de sus compañeros.

Sin duda alguna, su pájaro favorito le mataría, pero... es que no pudo dejar ir la oportunidad de acercarse a quien le tenía por completo alelado; Park Jimin, le había cautivado desde el día en el que le vio en la capilla de aquella rústica iglesia.

Porque al verle entrar, a ese lugar, todo empapado debido a la lluvia, mientras sus hermosos ojos color miel se encontraban rojos de tanto llorar, sintió que algo se despertó en su cuerpo, una sensación que el mismo desconocía, emociones que le rebasaron el instinto de protección, esa emoción de confianza y de amor, sencillamente, se enamoró a primavera vista del pequeño.

Naciente llama que se propagó en cada centímetro de su piel al escucharle rezar en medio del llanto, a la vez que las gotas de lluvia hacían eco arriba del techo de la pequeña parroquia, acción que le provocó ir abrazarle y consolarle, hasta hacer desaparecer la última gota de dolor que cargaba en ese pequeño cuerpo.

Pero tuvo que reprimir el sentimiento al escucharle suplicar por ayuda y consuelo por la pérdida de su madre, siendo tal petición, la causa en que no dudara la manera de buscar cómo ayudarle, y de lo cual sabía que sería difícil sin saber su nombre, sin embargo...

Fue como si, el destino quisiera que realmente, ese chiquillo pelirrojo, estuviera en su vida sí o sí, porque de repente, éste dijo su nombre muy claro, facilitándole así, la tarea de búsqueda.

Además, cuando el chico, salió de la capilla, quiso ir detrás de él y darle lo que necesitaba, pero no se podía arriesgar, por lo que, al llegar a la casa, donde se estaba hospedando con sus demás compañeros, explicó el asunto, de manera detallada, a uno de sus mejores cómplices, Min Yoongi.

Claro está que, el pelimenta se negó en participar en tales actos, puesto que, no le concernía a ninguno de los del grupo, pero después de unos minutos, que fueron eternos para el pelinegro, Min, reflexionó y le ayudó a realizar la transacción de manera anónima para dar el dinero que necesitaba Park.

Y hasta ahí, estaba todo bien, pero...

Con el pasar de los días, ese chico cabello rojo, no se iba de su mente, y con un sabor amargo, tuvo que regresar a New York de inmediato, junto a los otros integrantes de su banda, los BLUE BIRDS.