𝕮𝖆𝖕. 27: ¡𝕹𝖔 𝖙𝖊 𝖒𝖊𝖙𝖆𝖘 𝖊𝖓 𝖒𝖎 𝖈𝖆𝖒𝖎𝖓𝖔!

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ᴍᴀɴsɪᴏ́ɴ ʙʟᴜᴇ ʙɪʀᴅs
||21:30||


NamJoon caminaba de un extremo a otro, detalle visto por SeokJin, quien no lograba explicarse la razón de ansiedad del peligris.

—Puedes dejar de caminar como loco sin rumbo — pidió, mareado de la acción.

—Lo siento — se disculpó el susodicho, sin siquiera percatarse de su entorno.

—Tú no eres así — resonó la voz de Hoseok en la estancia.

Desde que Jimin se había ido de la mansión, cada integrante de la banda se encontraba ambiguo, estaban frustrados, cargando pavor hacia lo desconocido para el pequeño pelirrojo. Sin embargo, NamJoon pensaba más que los contrarios; en serio, necesitaba confirmar ciertos cavos respecto a la personalidad de Park.

—Por tanto, explica qué te tiene carcomiendo los sentidos, Nam —

—¿JungKook se encuentra en la casa? — cuestionó, obviando las palabras del recién llegado.

—No ha salido de su habitación — respondió SeokJin, mirando al contrario con una ceja alzada.

Por su parte, NamJoon dio un suspiro. Quizás estaba pensando de más. Bueno, de todos modos, no era como sí él fuera un psicólogo u algo por el estilo, pero... ¿y si no se estaba equivocando?

Llevándose la mirada de los dos castaños a su detrás, corrió rumbo a las escaleras, teniendo muy presente que existía la posibilidad de haber más de un individuo dentro del grupo.

—Jeon — llamó a la vez que golpeteaba la puerta enfrente.

Sin embargo, detrás de esta, se encontraba un hombre lidiando con el martirio mental. El cabello desordenado, la botella de whisky apenas y con un leve sorbo al final, vidrios desperdigados y la vestimenta desalineada podían corroborar del suplicio que lo cobijaba.

NamJoon tuvo que contar hasta tres para no gritar, pero la paciencia se estaba yendo de su sistema; así que, sin dudar más, giró de la perilla e ingresó a la habitación. Se quedó estático al ver tal escenario, ¡Dios! ¿Cómo alguien puede cambiar a una persona cuya mentalidad considerabas impenetrable?

Caminando hacia el balcón, lugar donde se encontraba JungKook, no evitó detallar cada desastre.

—Creo que se llevó más de lo que imaginé — dijo.

—También lo creo—

La voz de Jeon siquiera logró ser audible.

—Cuando lo conocí fue como mirar a mi yo de ocho años suplicando por ayuda — agregó.

NamJoon se quedó en silencio, dejando que el pelinegro continuara sacando parte de su dolencia.

—Sus ojos exasperaban auxilio, tanto que no dudé en tender la mano que añoré tener en aquel entonces —

—De alguna manera u otra, cada uno le entregó la empatía que deseábamos de niños, Jeon — alegó.

Sin embargo, una risa hueca resonó en el espacio al momento en que un hipido fue silenciado de inmediato.

—Quiero comprender que fue la mejor decisión —

JungKook tragó grueso. Por el contrario, Kim se quedó mirando a la viva nada, lugar el cual también se encontraba a la vista de su compañero de plática.

¡𝐒𝐨𝐥𝐨 𝐄𝐫𝐚 𝐔𝐧 𝐂𝐚𝐣𝐞𝐫𝐨!~||❍︎𝐊𝐨𝐨𝐤𝐌𝐢𝐧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora