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-Vamos chicas es fácil para ustdes, para los chicos es distinto- dijo Kaminari.

-Nada de peros- dijo Mina.

Y así Denki volteo hacia Midoriya y se acerco hasta sus labios y empezaron a darse el beso, realmente no esperábamos que lo hicieran y nos quedamos impactados.

-¿Que miran?, ustedes dijieron que lo teníamos que hacer- dijo Denki.

-Bien, sigamos- dijo Todoroki.

Todos volvimos a poner el Palito en un bote y los empezamos a agitar para revolverlos, luego volvimos a sacar un Palito, a mi ya no me había tocado la corona de nuevo, me había tocado el número cuatro, voltee a ver a los demás y le había a Denki.

-Bien es mi hora de decidir el futuro de alguno de los participantes de aquí, el número cuatro tiene que hacer que el que esta a su izquierda se sonrojo en menos de un minuto.

-bien esto es pan comido.

Tenía que hacer sonrojar a Todoroki que era algo sencillo a mi parecer, así que simplemente voltee a verlo y el se me quedo viendo a lo que me puse nerviosa, agarre su mano y el estaba a punto de sonrojarse así que me fui acercando a su rostro.

-Ya lo lograste Ochako, mira la suerte de algunos- dijo Denki.

Ví como Todoroki se fue a la cocina y decidí seguirlo, al llegar el estaba sosteniendo un vaso de agua con la mirada al piso.

-Oye ¿que pasó?.

-Nada solo me sentí algo sofocado eso es todo- dijo Todoroki.

-Bien, cuando te sientas mejor ven con nosotros.

Empece a alejarme de el para ir con los demás pero en eso el simplemente me agarro la mano, a lo que yo voltee a verlo, el ambiente que había o más bien se había creado era lindo, me fui acercando un poco más a el y el a mi, me puso su mano en mi mejilla, nos íbamos a besar, yo no sabía exactamente si era lo que quería o no pero simplemente iba a suceder, estaba a pocos sentí metros de que se tocarán nuestros labios, pero hubo una presencia que arruinó todo por completo.

-Dan asco par de extras- dijo Bakugo.

-¿Para que viniste?.

-Ohh lamento haber arruinado tu gran oportunidad, solo bine a tomar algo de beber.

-Ochako volvamos- dijo Todoroki.

-Bien, adios idiota.

-Maldita cara redonda.

Volvimos a donde los demás, mi corazón estaba latiendo al millón y sentía mis mejillas sonrojadas, llegamos y nos sentamos esperando a que Bakugo volviera, tardo dos minutos en volver, se sentó y empezamos de nuevo.

-Bien vamos a jugar, metan de nuevo el Palito y saquen uno nuevo.

-Si, ahora es mi turno- dijo Midoriya.

-Tu mandas Izuku.

-El número tres y el siete deben de entrar al baño y durar cinco minutos.

-Bueno pónganse de pie los números.

Y así se pararon Bakugo y Todoroki, lo que se nos hizo divertido pero al parecer a ellos no, ellos simplemente entraron ahi.

-Agh esta es una maldita pesadilla- dijo Bakugo.

-Solo hay que estar dentro de aquí cinco minutos.

-Maldición simplemente no quiero estar aquí contigo bastardo.

-Creeme que yo tampoco, ¿puedo preguntarte algo?.

-Si.

-¿Sientes algo por Ochako?.

-¿Por que demonios preguntas eso?.

-No has respondido mi pregunta.

-Claro que no, ¿coml rayos piensas que voy a sentir algo por cara redonda?.

-Entraste justamente en el momento que nos íbamos a besar y parecía algo molesto.

-Es pura casualidad.

-Eso espero.

-¿Es una maldita amenaza?.

-No simplemente espero que no interfieras.

-No te creas mucho bastardo mitad mitad que al final de cuentas ella es quien decide.

Dijo saliendo del baño, en el cual aún seguía Todoroki.

-Yo me largo de aquí malditos extras.

-¿Que rayos sucedió ahí dentro? - pregunto Sero.

-Lo siento Ochako me tengo que ir- dijo Todoroki.

-Oh esta bien no te preocupes.

Se fueron los dos sin dar explicación de lo que había sucedido, pero realmente por la personalidad de los dos yo pienso que simplemente no soportaron estar ahí adentro los dos y se sintieron sofocados.
Después de que se fueran se empezaron a ir los demás y me quedé sola, me di cuenta que no tenía nada en la despensa, decidi ir al supermercado me puse una sudadera color negro y salida junto con mis audífonos puestos, había una canción que me encantaba escuchar y no porque me gustara la melodía o simplemente la letra era muy buena, solo e hacia sentir identificada y aunque fueron una rara del montón al menos estaba en un montón, la canción se llama perfect de simple plan, muchas veces me hacia bien escucharla aunque era triste, entre a supermercado, fui a recoger una canasta y me dispuse a agarrar lo que necesitaba, estaba por agarrar un ramen picoso, pero veo que alguien lo agarra antes que yo.

-Hola, oye me lo podrías dar y la verdad tengo muchas ganas de comer es ramen que acabas de agarrar- dije esto con la cara mirando al piso ya me daban muchos nervios hablar con desconocidos, pero al no recibir una respuesta voltee a ver a la persona y se trataba de Bakugo tratando de contener la risa.

-Así que así te comportas cuando no estas a la defensiva cara redonda.

-Tarado ¿porque no me dijiste que eras tu?.

-Jajajaja, tu empezaste a hablar de que te gustaba y todo.

-Bueno solo dímelo y listo.

-Que no cara redonda, este ramen es mio.

-Vamos Bakugo, en compensación por lo de la mañana.

-Cara redonda, no crees que piensas aprovecharte de lo que sucedió.

-Claro que si.

-Solo para que veas que soy un caballero te lo voy a dar.

-Bien, aun que creo que en vez de caballero eres un ogro malhumorado.

Agarre el ramen y me fui corriendo a pagarlo, pero escuche como Bakugo gritaba “maldita cara redonda” yo lo único que pude hacer fue reirme.
Salí de ahí para irme a la casa, cuando de repente alguien me jala a un callejón, realmente estaba asustada demaciado para poder reaccionar.

-Chica dame todo lo que tengas y te voy a dejar ir.

-Lo siento no tengo más que 50 pesos, porfavor no me hagas nada.

Trate de sacarme del agarre pero eso solo hizo que me pusiera contra la pared y me puso en el cuello una navaja.

-Si no tienes nada más, tendré que quitarte algo más.

Empezó a meter su mano abajo de mi blusa, lo único que podía hacer era llorar, el me quito la sudadera junto con la blusa y empezó a desabrochar mi pantalón, no podía entender porque demonios me sucedía esto a mi, solo quiero en este momento estar en la casa acostada comiendo el ramen que había comprado.

¿Que Tal Si Me Amas?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora