Viento celestial (3/4)

Cap. 1.- La invitación

Las dos espadas chocaron entre sí con un fuerte sonido metálico. Los combatientes se apartaron y uno se abalanzó sobre el otro con su arma en alto lanzando un golpe que fue bloqueado por su oponente. En una vuelta inesperada el que había sido atacado hizo un giro de muñeca, moviéndose con rapidez para desarmar a su contrincante con una serie de movimientos veloces que lo dejaron indefenso.

— Shizun ha aprendido una nueva técnica. Es genial.

Lan XiChen sonrió con las palabras de Shi QingXuan. Había pasado poco tiempo desde que su aprendiz había regresado de su último viaje para atender una plegaria y estaba a punto de entrar a meditación aislada, por lo que decidió aprovechar esta ocasión para practicar un poco sus técnicas de esgrima.

— Conocí a un maestro en la última conferencia de talentos— dijo Lan XiChen envainando a Shuoyue—. Me invitó a pasar un tiempo en su secta para intercambiar técnicas. Seguro habrás escuchado de él, su nombre es Qi Fengge.
— ¿El maestro del monte Xuandu?— preguntó Shi QingXuan con auténtico interés—. A ese lugar se le conoce como la secta taoísta número uno bajo los cielos. Es sin duda impresionante.
— Intento combinar lo aprendido con lo que ya sé. Espero lograrlo para cuando salgas de tu reclusión.
— Va a lograrlo, porque Shizun es increíble.

Ambos se despidieron y Lan XiChen vio a su discípulo alejarse para ir a su reclusión. Un suspiro de melancolía escapó de sus labios mientras se perdía de su vista, recordando aquel lejano momento en que había llegado con él desde la capital real, cuando era un joven lleno de determinación y un sentimiento de culpa oculta con el que se identificó rápidamente, una emoción cuyo origen conocía ahora, y se sintió orgulloso de ver cuánto había crecido. Era por eso que le preocupaba el motivo detrás de su repentino impulso de aislarse.

Shi QingXuan estaba por atravesar su segunda calamidad celestial.

En su primera ascensión jamás se había preocupado por ello dado que nunca recibió el anuncio de que iba a enfrentarse a algo. Ahora debía prepararse adecuadamente, tenía el presentimiento que su segunda calamidad celestial sería mucho más dura que la primera tomando en cuenta que no solo era un dios elemental sino también un dios marcial. No sabía a qué iba a enfrentarse pero quería estar preparado para ello, ¿y qué mejor manera de hacerlo que volviendo a su secta para cultivar? De todas formas él no pasaba mucho tiempo en el cielo y había avisado de sus intenciones a Xiè Lian, YuShi Huang y Ling Wen, las únicas personas que se preocupaban por él, así que no importaba nada.

Dos meses en reclusión serán suficientes

Después de todo, como discípulo del líder de Gusu Lan, no podía desatender sus responsabilidades mientras estuviera en Receso de las Nubes.

*****

Shi QingXuan terminó su meditación justo en el festival de medio otoño. Cuando salió se encontró con un camino totalmente iluminado por linternas de bendiciones esperando a ser lanzadas y se imaginó a los dioses peleando por ver quién tenía más linternas para disputarse el segundo lugar y riéndose unos de otros con las representaciones que tuvieran que ver. Sacudió la cabeza con una media sonrisa y avanzó tranquilamente hasta llegar al salón principal, donde Lan XiChen le esperaba afuera; el dios se acercó a él y se inclinó haciendo una reverencia.

— El discípulo Shi QingXuan saluda a Shizun— dijo.
— Bienvenido, QingXuan— dijo Lan XiChen.

Ambos entraron al salón, dando inicio al sobrio banquete. Shi QingXuan miró alrededor, presidiendo la mesa se encontraba el gran maestro, Lan Qiren, que se aseguraba de que todo fuera en orden; estando a su lado Lan XiChen y Lan WangJi. Lan SiZhui y Lan JingYi estaban en una mesa contigua mientras que él estaba al lado de su maestro. Para su sorpresa vio a He Xuan entre los invitados, el rey demonio estaba disfrazado como un discípulo de la secta y comía silenciosamente todo lo que se le ofrecía sin rechistar.