Narra Alba.
-¡Alba ya no sabemos que hacer contigo! sí sigues así te compro un boleto para Argentina --dijo mi madre.
Lo peor de todo, es pasar mi cumpleaños arriba de un puto avión. Sí, era obvio que era un problema para mi familia, por mi carácter, pero de ahí a pasar un cumpleaños sola arriba de un avión, era excesivo. Sin embargo, por una parte fue un alivio ya que no me gustaba que me celebrarán en familia y esas clásicas cenas, que por cierto eran aburridas y vergonzosas.
Y acá me encontraba contándole por que estaba en Argentina a una compañera del colegio.
-¡Woah! ¿Cómo tan chica y en otro continente? Quizá que le hiciste a tu familia, que te mandaron a otro país...-- habló la chica bastante inocente. Ella de pelo negro, ojos mieles verdosos, delgada y alta. Era un chica bastante buenota, si al contrario de mi, pero tenía algo que me agradaba, no era para nada interesada, del grupo popular y aparte tenía su propio estilo.
-Nada fuera de lo común en la vida de un adolescente, alcohol, fiestas, alcohol, fiestas, escapadas -dije quitándole importancia.
Ella me abrió los ojos y sentí que se asustó.
-Tampoco es para tanto --suspire intentado calmarla y acto seguido saque mi cajetilla de cigarros.
-¡Eh!... ¿Que haces? No puedes fumar acá adentro, te matarían --mencionó la chica a mi lado.
Tiré el humo.
-Estúpidas reglas de colegios-dije.
-¿Sabes que? Con los apenas 17 años que tienes tus pulmones van estar negros a los 25 y no podrás respirar bien-dijo.
Rodeé los ojos.
Odiaba esa clase de discursos, para eso me volvía a España con mis padres protectores.
-Ey...si quereís llevar bien conmigo, nada de discursos sobre lo mal que esta mi vida ¿Esta bien?-dije mirándola.
-Perdón, esta bien-dijo Lodovica algo apenada.
Sonó una clase de timbre.
Apagué el cigarrillo con mi pie.
Me fui a mi clase.
Con Lodovica estábamos sentadas al final de la clase.
Cuando un chico rubio, de ojazos azules se puso frente a mí.
-Hola Lodo, ¿ella es?-dijo el rubio mirándome.
Mis ojos lo observaron de arriba a bajo.
Dios yo tenía que chaparme a este chico, sí o sí-pensé
-Hola yo soy Alba ¿eres español?-dije sorprendida.
-Bueno me presento yo soy Javier pero tu me podéis llamar Javi, sí y por lo que veo tu también-dijo y me sonrió.
Lodovica se fue por que la llamo una amiga.
Me quedé con Javier conversando, cuando sentí miradas sobre nosotros.
-Señorita Rico, señor Diaz pueden conversar en otro momento ¿o acaso la conversación es muy importante?-dijo el profesor de la clase
-Se gustan, se gustan-gritaron todos como pendejos.
Rodeé los ojos.
-Lo siento-pronunció Javier.
Asentí.
~~~~~
Era miércoles, toda la semana sin fiestas, esto era muy aburrido, en España normalmente iba a 3 fiestas semanales o incluso más.
Cuando miré al rubio se me ocurrió un idea.
-¿Conocéis un buen lugar donde hayan fiestas?-le dije a Javier inocentemente.
-Varios pero conozco una perfecta para ti, este fin de semana hay fiesta en la casa de un amigo mío, podemos ir juntos, si queréis-dijo guiñeandome un ojo.
-Por mi perfecto.
Creo que ya me estaba siguiendo.
Llegué a mi casa, mas bien a la de mis tíos, ellos eran bastantes estrictos, en cuanto a salidas, así que lo pensé bien y decidí escaparme por la ventana de mi habitación, cuando vi por la ventana, observé Javier e cual ya me esperaba en una moto en la calle.
Les hice señas para que esperase.
Saqué lo necesario para una fiesta. Ya estaba oscuro, era la hora de salir.
Llegamos a la fiesta, llena de gente, de todo gente tomando, gente drogándose, gente teniendo sexo con ropa.
Entramos entre algunas miradas "leves" de chicos y chicas y lo primero que hicimos fue tomar alcohol.
Yo estaba vestida con vestido negro algo apretado en la parte de abajo, tacones rojos y mis rizos sueltos.
Luego de un rato, las copas de más ya se sentían en mi cuerpo, las necesarias para lucir divertida y sensual pero no las suficientes para perder el control de mi persona.
Luego de bailar con un chico, el cual ya llegaba a dar pena su estado denigrante. Esos ojos azules se posaron frente a mi.
- Disculpa amigo, ¿me permites?.
El chico un tanto aturdido y lento se limitó a sonreír y dejarnos solos.
Fue así como comencé a bailar animada y calientemente con Javier.
-Hoy estas muy sexy Alba-dijo Javier en mi oído, mientras seguíamos bailando muy cerca y calientes. Si no había absolutamente otra descripción para esto.
Solamente calentura.
Lo lleno de piropos poco interesantes de contar como experiencias, yo sabía perfectamente como seducir a un chico, este no era la excepción. El se dejo caer ante mis encantos
De pronto todo se volvió más intenso de un momento a otro.
Nos fuimos a la habitación del chico que organizó esta fiesta, es decir el amigo del español.
Y paso, lo que paso. Finalmente esta era yo y esta era mi vida.
Nada nuevo que contar, por ahora.----- La Chica Rebelde.
👉 Alba Rico en multimedia.💕
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La Chica Rebelde •Falba
RomanceUna joven dulce, tierna y timida de 16 años, notas destacables y una familia tranquila. ¿A quien diablos engañó?... Alba Rico sufrió las consecuencias de bullying en su colegio, posteriormente las de un primer amor muy sufrido. Desde ese día decidió...