Las cosas iban bien desde que Doyoung y yo éramos pareja, él era lindo y considerado, además de que tenía un aura realmente positiva, su característica sonrisa siempre estaba en su rostro, sinceramente después de todo estaba bien con su compañía.
Sólo había algo que no me gustaba, no se trataba de Dodo, él era más que perfecto, el problema era yo, porque aún teniendo a Dodo no podía sacarme de la mente esa estúpida sonrisa adornada por unos molestos pero lindos hoyuelos...
Y hablando del rey de Roma... Hace poco estaba a unos metros de mi, para ser exactos en el sofá, la verdad es que había estado tratando de evitarlo todo el tiempo, pero unos minutos atrás lo vi entrar a la habitación acompañado de cierto japonés, por lo que mi estupidez me dijo que si fingía estar dormido podía evitarlo, pero luego de que Ten saliera corriendo de la habitación diciendo que devolvería el estomago y con Jungwoo detrás de él no estaba tan seguro, es decir ¿Qué clase de amigos dejan a su amigo "dormido" en el sofá solo con su eterno amor? Los míos.
Cerré los ojos con fuerza tratando de no hacer algo que me delatará ¿quizás sólo debería levantarme e irme? ¡Sí! Eso sería mejor, entonces sólo tenía que...
—Vaya suerte que tienes —Dijo una voz interrumpiendo mi escape —Felicitaciones por convertirte en niñero.
—No es gracioso.
—Deberías estar feliz, es una señal —Dijo el japonés.
¿Señal? ¿Qué quería decir con eso? No entendía de lo que hablaban esos dos y por si fuera poco tenía ganas de salir corriendo.
¿Si fingía ser sonámbulo me creerían?
Aún no podía enfrentarlo.
—Una más.
—¿Una más?
—Sí, WinWin me está buscando —Yuta se levantó del sofá guardando su teléfono en el bolsillo.
—Espera, no puedes irte —Eso ¡no puedes! Hazle caso al idiota de tu amigo y no me dejes con él.
—Es una oportunidad Jaehyun —Dijo el japonés y corrió a la salida, Yoon Oh no pudo detenerlo, pero él también debería irse, no podía quedarse solo conmigo, creo que me odiaba así que lo mejor es que se fuera.
Sin embargo soltó un suspiro tan largo y el sonido de sus pasos me hicieron caer en pánico ¡Tu puedes Taeyong, finge dormir como un bello ángel!
—¿Cómo puedes lucir así? —Susurró acercándose y tocando con sus dedos mi mejilla delicadamente.
¿Así? ¿así cómo?
—¿Cómo puedes estar tan tranquilo? —Su voz sonaba triste. —¿estás bien siendo de alguien más? —Cuestionó.
Suspire para mis adentros, Jung YoonOh estaba peligrosamente cerca de mi y en lo único que podía pensar era en salir huyendo, era injusto, lo era porque de verdad quería abrir los ojos y contemplar sus preciosos hoyuelos, pero por lo que estaba escuchando él no tenía la intención de sonreír y mostrármelos.
—Lee Taeyong ¿Realmente eres feliz? —Buena pregunta, sin embargo no podía contestar. Soltó una pequeña risa amarga que hizo que mi corazón se sintiera aún más triste.—-Porque yo no.
Idiota.
De pronto me sentí muy irritado, Jung YoonOh me hacía enojar, sus palabras no concordaban con sus actos y eso era lo que me molestaba, primero me ignoraba, se portaba lindo y después frío ¿ahora me esta mostrando su faceta de sad boy? Tenía tantas ganas de llorar, quería saber todo de él, quería hablar con él de verdad y que dejará de confundirme pero sobre todo, lo quería a él.
Una risas resonaron a lo lejos terminando con mi sufrimiento ya que el chico se alejó lo más rápido que pudo, por mi parte me trague el nudo que tenía en la garganta, las voces se acercaron cada vez más hasta que pude distinguirlas y entre ellas una que conocía perfectamente.
—Taeyonggie —susurró dulcemente dejando un beso en mi mejilla —Despierta, es hora de ir a casa, no quiero que la señora Lee se moleste.
Abrí los ojos de a poco encontrándome con el chico que las últimas semanas había llamado "novio" sonriéndome y le devolví el gesto, me levanté y acomodé la chaqueta en mi regazo, mire a los demás chicos que conversaban animadamente mientras Johnny recostaba al tailandés en un sofá al lado de Jung, éste último palmeaba la espalda del más alto y me fije en su expresión, él podría si quisiera ser actor ya que no había ni rastro del chico que me confesaba su dolor unos minutos atrás.
—¿Cariño? —Escuché a Doyoung llamarme ¿Cuánto tiempo me quedé mirando a YoonOh?
—¿Si? —Respondí bajito avergonzado por el reciente apodo, era cierto que éramos más cercanos pero aún me ponía nervioso el hecho de actuar cariñosamente.
—¿Nos vamos? —Sonrió de lado y por Dios ¿era consciente de lo lindo que se veía?
Asentí con las mejillas rojas por mi anterior pensamiento y tomé su mano, me coloqué su chaqueta en los hombros ya que sólo había llevando una camisa muy delgada. Nos despedimos de todos y le di un último vistazo a cierto chico que por supuesto evitó mi mirada, no me sorprendió en lo absoluto, sólo salí del lugar acompañado de mi novio y me llevó a casa.
Al llegar cerré la puerta y fui a mi habitación no sin antes revisar que mamá y Mark estuvieran dormidos. Me recosté tomando la chaqueta de Dodo y abrazándola, suspiré pesadamente y toqué mi mejilla, aún podía sentir las yemas de sus dedos en mi piel, sin embargo Doyoung había borrado todo aquel contacto cuando besó mi mejilla, no sabía si eso era bueno o malo, pero el vacío en mi pecho se hacía más grande ¿Qué debía hacer para por fin dejar de pensar en él? ¿Enfrentarlo? ¿Decirle cómo me siento? ¿Golpear su perfecto rostro? La última me resultaba tentadora.
—Aggghhh Jung YoonOh, me caes mal —Dije frustrado y me cubrí con la sábana para por fin quedarme dormido.
Pero incluso en sueños, él me acechaba.
