V e i n t i c i n c o

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Taeyong


Balanceaba mi cabeza al ritmo de la música mientras exhalaba el humo que el viento se llevaba una vez que salía de mi boca, di una calada más antes de tirar la colilla en el bote de basura, e inmediatamente encendí otro confiando en que mi ansiedad se calmara un poco.

—Hyung, mamá...—Se detuvo haciendo una mueca.  —Eso es... ¿Lavanda? —Continuo.

Había sido atrapado.

—Sí, intento lidiar con mi adicción —hablé calmadamente  —Jungwoo dijo que estos me ayudarían a sustituir el tabaco. —Dije agitando la pequeña cajita que está mañana me había dado mi amigo. — Sé que no es lo mismo pero —di una calada —funciona.

 Lo apagué y tiré a la basura mientras tomaba la caja y la guardaba en mi cajón, al girarme me encontré con su mirada curiosa. 

—¿Pasa algo? Últimamente las ojeras bajo tus ojos son más...

—¿Más? —lo interrumpí.

—Notables —finalizó.

—Nada en particular, el problema siempre he sido yo —reí.

—Hyung... —Era evidente que no le causaba ni una pizca de gracia.

—Era una broma Mark. —Su cara no cambio, por eso lo tomé de los hombros y ambos nos dirigimos a la cocina para ir a cenar. 

No quería decírselo, no quería que nadie lo supiera, los únicos que sabían la verdad éramos los involucrados y Ten que se entero por su cuenta. Sin embargo la culpa no me dejaba en paz, todas las noches batallaba bastante para dormir y por si fuera poco soñaba con esos labios, unos que por más que lo negará... Quería que volvieran a tocar los míos. 






YoonOh

Suspiré una vez más, habían pasado casi un mes desde que estaba en la empresa de "mi prometida" cada día terminaba cansado hasta el punto de casi desmayarme, sus recorridos, carga de trabajo e incluso actitudes me tenían cansado, sobre todo por parte de Emma, no conocía lo que era el espacio personal y la mayoría de las veces tenía que escabullirme o inventar excusas para evitarla, no sabía que podía detestar tanto a una persona con tan solo ver su cara. 

 —Oh my god ¿qué es esto? ¿Jung Yoon Oh llamándome? Soy realmente afortunado

 —Cierra lo boca Suh —sonreí por primera vez en semanas —Cómo están las cosas. 

—Bien, aunque los exámenes son fatales, pero supongo que eso no te preocupa, ¿cierto?

—No por ahora —Respondí, y era la verdad, sabía que una llamada de mi abuelo y eran capaces de darme un certificado.

—¿Y cómo te sientes allá? —cuestionó.

—Pésimo, quiero regresar cuanto antes.

—¿Qué te lo impide? —Dijo cómo si fuera la cosa más fácil del mundo, cómo si fuera posible tomar un vuelo e irme.  —Sabes que hemos sido amigos desde que estábamos en Chicago, sabes que te aprecio y por eso mismo es que te digo esto; no te cases si no hay sentimientos de por medio, no sé que clase de chica te guste o si alguna vez te has enamorado, pero estoy realmente seguro que esa rubia no es ni medianamente lo que deseas ¿o me equivoco? —No, por supuesto que no lo hacía, nada podía ser más acertado, yo realmente detestaba la idea de pasar toda mi vida al lado de alguien como Emma.

 Yo de verdad consideraba a Johnny Suh un amigo, de verdad lo hacía, pero hasta este momento no le había contado de mis sentimientos y mucho menos de lo que sentía, lo que de verdad sentía.

—Besé a Taeyong —Solté sin más. 

Un silencio se apodero del otro lado de la línea telefónica, era tan sepulcral que creí que había colgado, hasta que por fin reaccionó. — ¿Qué? —dijo en susurro incrédulo. 

—Yo... No sé sí soy gay, pero... —¿Pero? ni si quiera sabía cómo empezar a justificarme —Era amigo de Taeyong antes de irme al extranjero —continué —Teníamos cinco años y ocho cuándo me fui, pero estos diez años... Siempre he pensado en él, me vuelve loco la idea de que esté con alguien más, yo lo amo Johnny, es el amor de mi vida, pero siempre lo he jodido todo con mis estúpidos sentimientos y-y... No puedo estar con él. —me lamenté —Dios... Y-yo... Dios. —limpié con la manga de mi camisa las lágrimas que caían por mis mejillas. —Ya sé, lamento no haber dicho nada pero es realmente difícil para mi, me cuesta demasiado hablar de lo que siento, pero siento que si no te lo cuento te estaré traicionando porque eres un gran amigo para mi y además... me volveré loco si no se lo cuento a alguien. —finalicé y temí que el sollozo que estaba reteniendo en mi garganta se me escapara dejando ver lo vulnerable que me encontraba en ese momento. 

Silencio de nuevo.

Estaba apunto de colgar y lanzarme a llorar hasta que escuché un suspiro.

—Yo... Mierda YoonOh, es demasiada información que procesar —dijo y pude escuchar una pequeña risa nerviosa que por más pequeña que fuera había logrado tranquilizar un poco a mi pobre corazón —Lo entiendo ¿Y sabes?  no tienes porque pedir disculpas, escucha, son tus sentimientos y nadie debe cuestionarte acerca de eso, porque sólo tu sabes lo que sientes y es totalmente válido sentir, porque al final de cuentas eso es lo que nos hace humanos. 

Sonreí débilmente. 

Continúe hablando con él y se sintió bien porque después de todo era sólo un chico que esperaba ser escuchado en lugar de reprimir todos sus sentimientos y sabía que guardarme lo que sentía no estaba bien, pero hasta ahora había vivido de esa manera ya que así se me enseñó.

Después de varios minutos de charla en el que hablamos del pasado y mis sentimientos colgué sintiéndome un poco mejor ya que hasta esta tarde me sentía asfixiado y no veía la hora en la que mi Bubu y yo estaríamos de nuevo juntos.






Holaaaaa, sé que ha sido un laaaaargo tiempo desde la última actualización pero intentaré que está semana se publiquen dos caps más, de verdad quiero terminar la historia este año ya que he alargado el proceso demasiado, muchas gracias a las personitas que siguen leyendo esto, lxs amo <3 

Destinity out 

El chico de los hoyuelos -JaeYongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora