—Parece que vas a vomitar ¿estás seguro de que quieres estar aquí? —Asentí tragando saliva y metí mis manos a los bolsillos delanteros de mis pantalones.
—Hyung, si no quieres entrar...
—Sí quiero.
Mark suspiró preocupado y camino junto a mi hasta que llegamos a la puerta, a diferencia de las otra veces había pocas personas, éramos unas treinta en total, Hyuck se acercó rápidamente al ver a mi hermano menor y me lo arrebató en contra de su voluntad, sonreí tratando de calmarlo y casi diciéndole que iba a estar bien. No estaba seguro de eso, busqué con la mirada a mis amigos y sin querer también a otra persona, juro que no era a propósito, mi subconsciente era un idiota, tal como yo.
No fue necesario buscar demasiado, ya que el destino se esforzaba por joderme.
—Ugh, lo siento no estaba vien... —Las palabras se quedaron atoradas en mi garganta y apenas y pude terminar mi oración, él apenas y me miró de reojo y se fue sin decir nada, estaba por agregar algo más pero las palabras no salían de mis labios, podía sentir una especie de dejà vu, mordí mi labio demasiado fuerte hasta un punto en el que podía sentir la sangre aparecer.
—Auch... No lo hagas —Tomó mi mejilla con dulzura para mirarme —deja de morder — Lo solté al escuchar su voz y sentí casi un alivio al mirarlo, el me sonreía con esa perfecta dentadura —Así que has venido —dijo quitando su mano de mi mejillas para poder juguetear con la manga de mi suéter —ya no pude comunicarme, lo siento —su mirada lucía realmente arrepentida.
—No pasa nada, seguro estabas ocupado.
—De hecho sí, pero supongo que valdrá la pena.
—¿De qué hablas?
—No importa ahora —Frotó sus manos nervioso. —Te llevaré con Ten y Jungwoo, aún tengo que ir con Johnny —Sonrío y tomó mi mano entrelazando sus dedos con los míos y me guio hasta el lugar donde se encontraban mis amigos. —Volveré luego —Dijo y me guiño un ojo, después de eso se fue mezclándose entre la multitud hasta que ya no pude verlo.
—Taeyonggie, por aquí —Me giré en dirección a Ten y me senté a su lado.
—Hola.
—Estoy tan feliz de que estés aquí —La voz chillona del tailandés resonó en un intento vano de aegyo.
—Están ebrios —dije tratando de alejarme.
—Un poco —Admitió Jungwoo.
—Es turno, vamos hasta el fondo —Ten me acercó un vaso e hice una mueca, realmente era peligroso estando ebrio, hacia cosas de las que no estaba orgulloso.
—Tal vez después... Ahora estoy bien.
—Ugh, que aburrido —Suspiró pero aún así dejó el vaso cerca de mi.
—Oh Dios, ahí viene de nuevo —Mi mirada giro por inercia al lugar que miraba Jungwoo y ahí estaba esa chica, ni si quiera sabía su nombre, venía en dirección a nosotros y casi me levanto para huir, pero Ten me tomó del brazo y me miró serio.
—Lee Taeyong —Dijo casi en un susurro. —Que bueno verte por aquí —esbozó una sonrisa y dios, era preciosa.
—Eh... gracias —Respondí tímido ¿por qué me sentía intimidado?
—Creo que no nos han presentado, soy Emma, la novia de Jae —Dijo acercándose a dejar un beso en mi mejilla.
Me sorprendí un poco, tanto que casi abrazo a Ten.
—No deberías ir así, sé que en tu país puedes saludar de esa forma, pero ahora mismo Tae luce tan incomodo —Dijo Jungwoo sin siquiera mirarla.
—Oh, lo siento, es una costumbre.
—Debes trabajar en ello —El tailandés tomó su vaso dando un trago.
—No nos has dicho lo que necesitas.
—Sólo quería saludar, probablemente nos veamos a menudo ya que ustedes dos son novios de Johnny y Lucas, ellos son amigos de mi Jae, además... Taeyonggie, estás saliendo con Doyoung ¿no es así? —Podría jurar que su mirada se volvió oscura por un momento.
—Y-yo...
—No eres nadie para que te de explicaciones y si eso es todo puedes irte por donde llegaste, estábamos por tratar un asunto importante —Interrumpió Ten mirándola de la manera más fría posible.
Ahí estaba de nuevo, esa mirada oscura, sin embargo fue cuestión de un segundo para que volviera a sonreír como antes y después de eso se dio la vuelta yéndose.
Finalmente pude respirar con tranquilidad, tomé el vaso y lo miré por algunos segundos antes de darme valor para darle un trago, casi lo escupo al probarlo, de eso pude sacra dos conclusiones: esos chicos no eran una broma o tal vez yo no era demasiado tolerante.
No estaba seguro de cuántos más sorbos le di al vaso y cuántos vasos más fueron, sólo que sentía aquel pequeño mareo y de repente mis preocupaciones se iban ¿desde cuándo eran tan graciosos esos dos? Tomé la botella e hice un puchero al darme cuenta que estaba vacía, necesitaba más diversión, me levanté y tambalee un poco ¿Dónde demonios estaba Dodo? Quizás él podría darme un poco más de vodka.
Me detuve un momento para poder buscar con la mirada a Doyoung pero no lo veía, incluso vi a Mark conversando felizmente con Hyuck ¿por qué se tomaban de las manos? Instintivamente mire mi propia mano ¿sería capaz de sonreír tan feliz como lo hacia Mark? ¿También sostendrían mi mano de esa manera? ¿encontraría a alguien que me pudiera mirar como Johnny miraba a Ten? ¿Alguna vez alguien acariciaría mi cabello como YukHei lo hacía con Jungwoo? De repente en ese lugar lleno de personas comencé a sentirme muy solo, mis emociones se intensificaban cuando el alcohol estaba en mi organismo, es por eso que lo repudiaba tanto, sentí como las ganas de llorar se apoderaban de mi, y en esos momentos sólo pude pensar en una persona.
Lo odiaba.
—¿Te hiciste daño o por qué la miras tanto? —Su suave voz me trajo de vuelta y es casi como si lo hubiera invocado, levanté la mirada encontrándome con la suya y pude ver como de repente lucía sorprendido —¿Quién te dio tanto alcohol? —Tomó mi mano y me llevo hasta la cocina.
No dije nada, simplemente lo seguí, incluso si no quería, mi mano hormigueaba con el contacto, habían dos chicas conversando dentro pero una mirada suya basto para que ambas salieran dejándonos solos, me soltó para tomar un vaso y servir un poco de agua, al terminar me lo tendió, lo tomé y di un sorbo grande sin decir nada.
—¿Te sientes mejor? —Dijo sonriendo sin mostrar los dientes, con la mirada borrosa pude aún pude ver su precioso rostro, seguía teniendo esa mirada engreída, y por alguna razón me hizo enojar.
—¿A qué estás jugando? —Dije serio, él simplemente me miró confundido.
—¿Se qué estás hablando? —Era un buen actor o realmente no tenía ni idea.
—Cuando llegué ni si quiera te atreviste a hablarme y ahora... ¿estás preocupado? —Reí un poco —Es triste ¿no? —Otra vez silencio, pero sus ojos me pedían a gritos una explicación —Siempre generas este tipo de situaciones... Sólo te atreves a hablarme cuando no estoy en mis cinco sentidos, te portas lindo y al final me dejas confundido —Su sonrisa desapareció, y miró hacía otro lado evitando mi mirada, suspiré —No dejaré que pase de nuevo —Susurré y me di la vuelta dispuesto a irme de ahí, pero él era tan cruel.
—No —Me tomó del brazo impidiendo que me fuera, su mirada era suplicante, quería que me soltará, que acabará con todo eso, pero también quería que me sostuviera y dijera que todo iba a estar bien.
—Déjame ir —Trate de zafarme de su agarre, pero no podía —Ni si quiera te gustan los chicos —Reproché repitiendo sus palabras y quería que me soltará, de lo contrario volvería a caer, dejaría de ser fuerte y mis sentimientos saldrían a flote dándole la ventaja a él.
Tenía ganas de irme a llorar.
—Tienes razón —Por fin me soltó pero por una extraña razón no me fui —No me gustan los chicos —Pronunció firme y cerré los ojos para evitar que las lagrimas aparecieran. —Pero me gustas tú.
