c u a t r o

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Entramos a la casa buscando a los anfitriones, o en este caso a quienes nos habían invitado, me coloque detrás de mi hermano, me sentía nervioso al estar en ese lugar ¿Por qué? No lo sé, pero algo me decía que algo iba a pasar, ugh... Estúpidas corazonadas, las odiaba porque siempre me causaban problemas, creo que se debía al hecho de que era muy receptivo en cuanto esas cosas. 

No fue necesario buscar mucho ya que ellos estaban justo ahí, en el sofá. YukHei se levantó en cuanto aparecimos en su campo de visión y se encargo de que estuviéramos bien, algo que me pareció curioso fue que al parecer sí tenía un interés en Jungwoo, bien eso era bueno, estaba feliz por mi amigo. Suspire y tome un poco del contenido de mi vaso, pude sentir el sabor del vodka bajando por mi garganta y decidí que sólo sería ese vaso, de lo contrario nada terminaría bien, recuerdo la primera vez que me sobrepase con la bebida y no fue para nada agradable y el día siguiente fue peor. 

Unas horas después mis amigos estaban perdidos, a diferencia de mi que apenas y estaba terminado el contenido de mi primer trago, sonreí al verlos tan animados y uniéndose al circulo que habían formado algunos para bailar, y yo, yo seguía en el mismo sofá desde que llegamos, incluso Mark estaba conversando con un chico, era un poco más bajito que él, de tez morena y parecía de su edad. Esos dos chicos Doyoung y Yuta habían intentado hablar conmigo, pero no pudieron hacerlo por mucho ya que era muy tímido a la hora de conversar con personas que apenas y conocía. Suspiré aburrido, comenzaba a agobiarme por estar rodeado de tantas personas, no me gustaban las grandes multitudes pero había tenido que asistir ya que esos dos me arrastraron a mi junto a mi hermano menor a este lugar, Mark estaba emocionado así que no me pude negar, además le había prometido a mamá que cuidaría de él. 

Esquive a varias personas para por fin llegar a la salida y tomar mi anhelada libertad.

—Ugh... Perdón, fue mi culpa —dije después de haber chocado con el hombro de alguien y casi derramar su bebida. 

—No hay problema —Respondió tranquilamente, sin embargo sonó tan familiar que no pude evitar mirarlo. 

Mi corazón comenzó a latir a mil por hora, no podía creerlo, sé que habían pasado años, una década literalmente y las personas cambian físicamente tanto conforme crecen pero estaba seguro de que era él, no podía engañar a mi corazón por más ridículo que sonará, Yoon Oh estaba frente a mi y lo único que podía pensar era en lo hermoso que era y lo mucho que había anhelado volver a verlo. Me quedé petrificado por unos segundos ¿estaba soñando? La vida era muy injusta si esto era un juego, ¿realmente era real?

—Eh...

Él me miró con una ceja alzada tratando de hacer que prosiguiera, pero en su lugar salí corriendo de vuelta al lugar en el que estaba, no podía enfrentarlo. 

El chico de los hoyuelos -JaeYongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora