Si algo había aprendido a lo largo de este tiempo es que las primeras veces eran las más memorables y por ende algunas también eran dolorosas, un claro ejemplo era el primer amor, podías llenarte de ilusiones, sueños y esperanzas, pero en un instante perder de golpe cada una de aquellas cosas en las que creías, dejando sólo dolor.
Era la primera vez que me habían roto el corazón hablando de una manera romántica, había pasado casi un mes y aún dolía ver a Yoon Oh, lo peor de todo es que tenía esa parte "esperanzadora" Y terminaba preguntándome ¿Qué estaba mal conmigo? Él ni si quiera volteaba a mirarme y yo ingenuamente pensaba que vendría a mi.
Entonces, aprendí que las cosas no funcionaban así en la vida real.
Ese día mi salvador fue Kim Doyoung.
Él me había seguido hasta mi auto una vez que se enteró de mi estado emocional, fue reconfortante, al final de cuentas necesitaba que alguien me sostuviera y él estuvo para mi aunque yo no se lo pidiera, pero gracias a esa acción estábamos aquí, un mes después su presencia se había vuelto parte de mi rutina, digamos que ahora éramos mucho más cercanos, al principio no quería aceptarlo del todo porque sabía de sus sentimientos por mi y no podía corresponderle, pero admito que se había vuelto una persona importante en mi vida.
—Taeyonggie —Giré para encontrarme con su sonrisa, y fue casi automático el imitarlo, camine hacia él .
—Doyounggie —Pronuncié su nombre suavemente y él me rodeó con sus brazos.
—Ahhh, tanto tiempo... —Dijo suspirando, reí un poco.
—Sólo ha pasado un día hyung, ayer estuviste todo el día en casa —Dijo Mark saliendo del auto y mirando la escena que estábamos montando con un poco de desagrado.
El pelinegro no respondió, sólo se limitó a esbozar una de sus enormes sonrisas sin separar sus manos de mis hombros
—Es tarde, iré a clase.
—Ve con cuidado —Respondí a mi hermano y lo miré alejarse —También deberíamos ir —Asintió rodeando mis hombros y caminamos juntos hasta el pasillo para desviarnos e ir cada uno a sus clases no sin antes ponernos de acuerdo para el almuerzo.
Quizás parecía raro, pero me había acostumbrado tanto a él que no notaba que pasábamos demasiado tiempo juntos. Mis amigos estaban un poco en contra de toda la atención que le brindaba, ya que se ponían celosos de que Dodo se llevara toda mi atención. No podía evitarlo para ser sincero, él me inspiraba tanta confianza y comodidad que me era difícil no prestarle atención.
—Deberíamos ir a otra fiesta, estos días han sido tan aburridos —Dijo Ten resoplando.
Suspiré. Para ser sincero últimamente estaba en contra de ir a fiestas, incluso todo este tiempo las había evitado inventando excusas y sobre todo en las que Johnny y YukHei organizaban, porque evidentemente no era buena idea para mi, mi parte alcohólica no era para nada la mejor, porque era depresiva, bueno en si mi vida lo era, pero en estado alcohólico era peor.
—Mamá se ha puesto un poco estricta acerca de las fiestas —Dije sin mirarlo directamente.
Obviamente estaba mintiendo.
—Deja de inventar excusas, Mark a asistido junto a DongHyuck y es niño bonito del que no sé su nombre, los únicos que no aparecen son tú y Doyoung —Respondió.
—Y hablando del rey de Roma... —Giré en dirección a donde se dirigía la mirada de Jungwoo y efectivamente, Dodo venía con las manos en los bolsillos y al llegar se sentó directamente en el lugar vacío a mi lado.
—No podré ir esta tarde a tu casa, Johnny quiere que lo ayude con algo —Dijo directamente y yo asentí repetidas veces sonriendo, él hizo lo mismo y se fue tan rápido como llegó.
—Taeyong ¿no crees que deberías parar o simplemente aclarar las cosas? —Habló Jungwoo —Sabes que a él le gustas, sólo estas dándole falsas esperanzas —se cruzó de brazos y miré a Ten pidiendo ayuda, sin embrago él sólo evitó mi mirada.
Traidor.
—N-no... No estoy haciendo eso —Me defendí. —Él sabe que somos amigos, es lo mismo que con ustedes.
—Ew no, no es lo mismo, pasan demasiado tiempo juntos, podría decir que parecen una pareja —Susurró Ten y lo miré apunto de decir algo para justificarme pero Jungwoo fue más rápido.
—¿Tiene una oportunidad? ¿Qué es lo que sientes por él? ¿Te gusta? ¿Si quiera te atrae? —Hice una mueca debido a su bombardeo de preguntas. —No te voy a mentir, él es un buen chico y me encantaría si fueran una pareja, pero no puedes darle tu corazón si es de alguien más.
"si es de alguien más" Jamás unas palabras me habían robado el aliento y a la vez hacerme sentir tan estúpido.
—No quiero hablar de eso —Dije levantándome y me fui cobardemente de ahí, pude escuchar sus suspiros cansados.
¿Sentir algo? Sinceramente no sabía ni controlar mis emociones, realmente lo apreciaba, pero no sabía si existían sentimientos de por medio, ahora lo que menos me importaba era el amor, estaba feliz con lo que tenía, esperaba que Doyoung también lo estuviera o de lo contrario me sentiría realmente mal ya que él me agradaba demasiado y sonaba egoísta pero quería que siguiera a mi lado aunque no podía corresponder a sus sentimientos y menos ahora que lo único que podía pensar era en lo mucho que me gustaba Yoon Oh, sin embargo ¿podía tener esos mismos sentimientos por Doyoung?
—Taeyong —Dijo una voz que reconocí y sinceramente no quería hablar con nadie.
—Johnny —Devolví el saludo.
—El fin de semana habrá una pequeña reunión en casa de Yuta, deberías venir, Ten se ha estado quejando —Soltó una risita que hizo que dejara de estar tan tenso. —También le he dicho a Dodo.
Rasqué un poco mi barbilla y divagué un poco antes de contestar. —Lo pensaré, gracias.
—Está bien, nos vemos luego —Dijo palmeando mi hombro y se fue.
A lo lejos pude ver a Doyoung charlando con sus amigos y traté de analizarlo, se necesitaba ser ciego para no aceptar que era realmente apuesto y un buen chico, su sonrisa era como una invitación a encontrar paz si lo necesitabas y eso me hizo pensar ¿era buena idea?
Suspiré pesadamente pensando en las opciones, tenía dos; ignorar todo eso que me atormentaba y dejar que el tiempo hiciera de las suyas o hacerle caso a mis temores y dejar que se apoderarán de mi. Con eso último a mi mente vinieron las palabras de Jungwoo.
—Supongo que la hay... Una pequeña posibilidad —Susurré para mi mismo y continué con mi camino.