CAPÍTULO 19.
Una semana ha pasado desde que mis padres están en casa, su recuperación ha ido muy bien y este tiempo nos ha servido bastante para unirnos más y poder pasar tiempo juntos rescatando todo el que perdimos, me sentía muy feliz por tenerlos a ambos junto a mí. Algunos días de la semana ellos debían ir al hospital para hacerse algunos exámenes y practicar algunos ejercicios que les iban a ayudar a a recuperar con el tiempo la movilidad del cuerpo en las zonas dañadas.
Por otro lado, a pesar de que he dicho repetidas veces que no iba a permitir que Evan interfiriera en mis sentimientos, lo extraño. No he sabido absolutamente nada de él por dos semanas, desde el día que lo besé por el impulso que sentía en ese momento y luego lo alejé de mi como si nada.
¿Lo extraño? ¿Realmente lo extraño?
Lamentablemente sí.
El hecho de que no me haya seguido buscando me dolía un poco en el ego, pero la verdad es que tampoco le correspondía, como le dije a Celeste, no somos nada, ni lo seremos nunca.
¿Debería buscarlo yo? No, definitivamente no.
Descarté rápidamente esa idea.
Recordé que él estaba en sus exámenes finales y que estuvo bastante estresado, ojalá le haya ido bien en estos. Entré a su Instagram y los últimos días no había subido nada a sus historias, eso me inquietaba aún más, era como si hubiera desaparecido.
Hay que recordar que estas semanas he estado en total abstinencia, quizás necesito un poco de acción y es por eso que ando tan paranoica.
Les llevé el desayuno a mis padres antes de irme a trabajar, los abracé con fuerza a ambos y luego salí de casa. Cuando ya estaba en la tienda me mantuve todo el tiempo en mi puesto realizando mi trabajo con mucha tranquilidad. Christian, el organizador de los eventos de VS no me había contactado ya que no abría ningún show pronto, pero la última vez me dijo que cuando esto sucediera me llamaría. Esperaba con ansias ese llamado y volver a pisar una pasarela.
-Hola guapa -dijo Max acercándose a mi-
-Hola, hace tiempo no te veía por aquí -dije mirándolo de reojo-
-Sí, tuve que cambiar algunos turnos, pero ya volví a la normalidad.
-Oh, comprendo.
-Supe lo de tus padres, lamento mucho lo que les sucedió -dijo acariciando mi brazo-
-Gracias, por suerte ahora están muy bien -le sonreí-
-Me alegro mucho -sonrió- ¿Tienes algo que hacer hoy?
-¿Me estás invitando a salir? -le dije enarcando una ceja-
-Así es señorita Amanda, ¿Desea salir a comer conmigo hoy? -dijo con un tono formal divertido-
Me reí ante su imitación -Sí, me gustaría.
-Muy bien, después del trabajo vamos a comer, y luego podemos ir a mi departamento -me guiño un ojo y se fue-
No estaría mal, eh. Mi cuerpo ya me lo está pidiendo con fuerza.
Al momento de salir del turno nos cambiamos de ropa y tomamos nuestras cosas para ir a algún restaurante a comer algo, no sin antes avisarle a mis padres que llegaría un poco más tarde para que no se preocuparan.
-¿Dónde quieres comer? -me preguntó mientras caminábamos por el centro comercial-
-No lo sé, pero tengo ganas de comer pizza -dije imaginándome una sabrosa pizza-
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Aprendiendo a amar
RomanceAmanda Ricci a sus cortos 19 años ya había vivido más que sus propios padres, sus fines de semana se basan en salir de fiesta, emborracharse a más no poder y divertirse con cualquier chico que se le cruce en su camino. ¿Compromiso? ¿Qué es eso? Ama...