10. Parque de diversiones

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CAPÍTULO 10.

Desperté acurrucada en el pecho de Max, me incorporé rápidamente y me di cuenta de que todo su pecho estaba babeado, lo limpié cuidadosamente para no despertarlo y en silencio tomé mi ropa para vestirme. Eran las 7 am así que aún me daba tiempo de ir a casa para poder bañarme e ir al trabajo. Max entraba más tarde así que lo dejé dormir y salí de su departamento.

Cuando ya estaba lista me fui corriendo a la tienda para no llegar tarde de nuevo. Ingresé y me fui a mi puesto justo a tiempo.

-Amanda, necesito hablar contigo -dijo la jefa acercándose a mi- Ven a mi oficina.

Mierda, me va a retar.

La seguí hasta su despacho y cerró la puerta para luego sentarse en la silla frente a su escritorio, me acerqué y me senté en los puestos de enfrente.

-¿Estoy en problemas? -le pregunté asustada-

Ella rio-No, para nada.

-El director del desfile de ayer se acercó a mí para conversar -dijo acomodándose en su asiento-

-¿Si? -pregunté curiosa-

-Sí, me dijo que tú en particular le llamaste la atención, que te vio con tu vestido, tu seguridad al caminar y tu forma de bailar.

Me quedé sorprendida, uno por no darme cuenta de que me observaba y dos por llamar la atención del director de la pasarela.

-Wow, no sé que decir -dije aún sorprendida-

Ella me sonrió -Dijo que le gustaría que participaras en algún show, que modelaras para ver como te desempeñas.

-¿Es enserio? -dije sin creerlo aún- Pero no soy tan alta.

-Eso da igual, tienes el físico y el rostro -me dijo con seguridad-

-Pues acepto -dije entusiasmada-

-Genial, se lo comentaré y te aviso que tal.

-Gracias -le sonreí-

-Debes agradecérselo a él -rio- Ahora ve a trabajar.

-A su orden.

Salí con una gran sonrisa de su oficina, definitivamente esto no me lo esperaba. Siempre soñé con modelar, pero el tema de la altura siempre me frenó. Y aunque fuera solo una vez, es un sueño cumplido.

Estuve en mi puesto el resto de las horas, cuando Max llegó solo nos quedamos mirando con una sonrisa cómplice mientras el caminaba hasta el despacho, esta se cortó cuando desapareció por el pasillo. El resto de la jornada no pudimos cruzar palabras, pero si nos observábamos de vez en cuando.

Al salir del trabajo me fui directo a casa para poder descansar y prepárame para ir al parque de diversiones con Evan. El hecho de pensar en tener que verlo de nuevo me removió el estómago y los nervios se apoderaron de mí.

Decidí usar algo cómodo así que me puse un short y una camiseta oversize blanca junto a mis converse del mismo color. Mi cabello lo tomé en una coleta alta dejando algunos mechones de pelo afuera.

"Evansss"

-Estoy afuera.

Me vi por última vez en el espejo y salí de casa, Evan estaba afuera del auto apoyado en la puerta, sus manos estaban en sus bolsillos y vestía una playera negra con jeans del mismo color y las típicas converse negras con blanco.

Como es posible que el negro le luzca tan bien.

Su cabello estaba desordenado, pero se le veía perfecto. Me acerqué a él con los nervios de punta y lo saludé con un beso en la mejilla. Evan me sonrió y se adelantó para abrirme la puerta del copiloto.

Aprendiendo a amarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora